EPÍLOGO

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Narra Lali.

¿Qué es el amor?
Para mí el amor es Peter. No podría definirlo mejor.
El amor es él cuando me abraza, cuando me mira, cuando me sonríe y cuando me escucha. El amor es él cuando me aconseja, cuando me acompaña en cada paso que doy, cuando me anima a cumplir mis sueños y cuando me sostiene cuando no se cumplen.
Créanme si les digo que el amor sano existe. No se conformen con relaciones tormentosas, no dejen que les hagan creer que se tiene que sufrir... Como me dijo mi mamá "cuando ese amor que antes te llenaba de alegría se convierte en lágrimas de dolor, tenés que irte de ahí y buscar otro amor que vuelva a hacerte feliz." El amor es más simple de lo que uno piensa y esa simpleza se encuentra cuando se encuentra a la persona indicada. No les voy a decir que todo es perfecto, hay peleas y desacuerdos pero no al punto de sentir que ya no vale la pena.
Me costó sanar, volver a confiar en mí y en los demás, pero lo conseguí. Ahora, viéndolo desde la distancia, entiendo que alejarnos aquellos meses fue lo mejor para ambos. Si bien Peter me ayudó mucho, él no tenía que salvarme de mis pensamientos ni aguantar mis celos por amor, ese camino tenía que recorrerlo sola. Siento que fue algo que nos hizo estar más unidos. Ya alejados del dolor, los miedos y la culpa, sé que si no hubiéramos hecho las cosas así, no llevaríamos juntos ya tantos años. El camino que recorrimos fue duro pero valió la pena. No sé si estábamos destinados a estar juntos pero al final la vida nos unió y es lo más maravilloso que me pudo pasar.

-Euge, no le des golosinas ni la dejes dormir tarde -. Le pedí cuando le di la mochila de mi hija.

Euge y Ori estaban en Cariló, pasando unos días en la casa de los Lanzani.

-No seas cuida, Lali. Cuando se queda conmigo hasta desayuna golosinas -. Sonrió, estaba bromeando, siempre me decía que era demasiado pesada.
-¡TIAAAAAAA! -Grito mi hija y corrió hacia los brazos de mi amiga -¿Y Jazmín? -Le preguntó cuando la agarró a upa.
-Está con Ori, nos están esperando para hacer maratón de películas de princesas Disney.
-Portate bien Agustina. Dame un beso y un abrazo -. Se lanzó a mis brazos y la apreté fuerte.
-Besos a papá -. Me dijo mientras se iba de la mano de Euge.
-Chau hija, te amo -. Me despedí antes de cerrar la puerta.
-¡Te amo, ma!

Agustina tenía ya seis años, era muy inteligente, despierta y creativa. Cuando llegó a nuestras vidas descolocó todos nuestros planes y nos hizo querer un mundo mejor.
Había tenido un embarazo tranquilo pero un parto doloroso y muy largo.

Narra Peter.

Un hijo te cambia la vida, de una forma que no se puede explicar. La felicidad que sentí con la llegada de Agus, es algo que no podría expresar en palabras. Todo se quedaría corto.
Estuve yendo al psicólogo unos dos años, la muerte de Agus era algo que me hacía mucho daño y no podía superarlo. Fue un camino bastante largo, pero con la llegada de mi hija todo se hizo más fácil. Lali era una compañera de vida increíble. Mientras estaba embarazada, aún con sus náuseas y cansancio, me apoyaba. Me escuchaba cuando estaba mal y me acompañaba a alguna sesión. Siempre me esperaba con la comida cuando salía de trabajar, hacía yoga conmigo para controlar mi ansiedad y nos íbamos a dar largos paseos por la playa. Cuando nació Agus, fue amor a primera vista. Enseguida empecé a dejar de lado mis problemas y a centrarme en ella. Era un ser muy pequeñito que dependía de nosotros. Cuando Lali se despertaba para darle la teta, lo hacía yo también. Me quedaba al lado de las dos, cantado alguna canción de cuna. Ella me decía que podía seguir durmiendo pero quería compartir ese momento también.
Ahora ya es una niña hermosa e inteligente. Muy despierta para su edad. Le encantan los coches, le gusta leer y aprendió con bastante facilidad. Lali empezó a escribirle cuentos infantiles, con las cosas que Agus le decía que había soñado o imaginado, y juntas creaban un mundo mágico maravilloso cada noche.
Luego, yo me sentaba en su cama y ella me leía el cuento de aquel día.
Cuando llegué del trabajo, la cena estaba lista. Las luces eran tenues y los petalos de rosas estaban por todas las escaleras.
Me acerqué a la mesa, tenía una carta de Lali.

Inefable ||Laliter||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora