BESOS ROBADOS - JULIANTINA

Parte 8: Un mal entendido

Lo prometido es deuda, este es el primer capítulo del maratón de 4 capítulo de la semana, espero que les guste.

Sorry por recién subir, pero estuve 3 días seguidos solo durmiendo dos horas y no tuve cabeza para muchas cosas, pues mi gatito se enfermó, estoy triste porque acaba de morir, pero bueno ahora si ahí les va el capitulo, mañana ya subo el siguiente.

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Maratón 1/4

Habla Juliana

Había salido unos instantes del salón, para relajarme un momento por el alboroto, al percatarme que salía la señorita Carvajal con la directora volví al aula.

- Bueno ya que han decidido comportarse como niñas de colegio, las voy a tratar como tales – dije mirando a todas – ya que no me dejan dar clases, les voy a mandar tareas, para que estudien y las realicen en su casa – empezaron a quejarse – y también les voy a empezar a tomar examen – al terminar vi ingresar al supervisor.

- Juliana.

- Si dígame – contesté.

- La directora quiere hablar con usted.

- Muy bien porque yo también necesito hablar con ella – tomé mi cartera para retirarme – permiso y me fui a la dirección.

Al entrar a la dirección, encontré a la directora seria. Yo me encontraba igual, pero querrá despedirme ya, bueno no es que quiera quedarme en este lugar.

- ¿Me llamaba?

- Si, solo quiero saber si es cierto lo que ha dicho la alumna Valentina Carvajal, con respecto a que usted sostiene una relación, con su tía – quedé perpleja por la pregunta que acaba de hacer.

- Y para que quiere saberlo – respondí seria.

- ¿Cómo que para qué? Soy la directora de este instituto – señalo su escritorio con el dedo índice haciendo hincapié en sus palabras - y por lo tanto tengo que velar por la formación intelectual y moral de mi alumnado.

- Y me parece muy bien que lo haga, pero le recuerdo que ni la tía de la señorita ni yo, somos alumnas de este instituto, que somos solteras, adultas y que si tenemos una relación o no forma parte de nuestra vida privada y es algo que solamente nos incumbe a nosotras y a nadie más – dije molesta, ella solo me miraba – ahora con su permiso, buenas tardes – me retiré.

En otro ambiente del instituto.

Habla Valentina

Al salir de dirección con Jimena llegamos a una oficina que no había visto antes, me parecía fría sin chiste.

- Nunca antes había entrado a esta oficina – me senté en uno de los sillones frente a Jimena.

- La terminé de arreglar este fin de semana – subí mis piernas en el porta brazos del sillón no era muy grande, pero era cómodo.

- Y usted ¿Quién es? una nueva profesora – la miré de vuelta, ahora sentándome de nuevo en el sillón.

- No, me han contratado como psicóloga – la miré con el ceño fruncido.

- Es usted psicóloga – fue más una pregunta - ¿Qué quiere? Me van a meter al manicomio – se sacó los anteojos y me miró fijamente.

- ¿Por qué lo dices? – preguntó con una sonrisa - ¿crees que necesitas ayuda psicológica? – no confiaba en esta tipa, que quería de mí. Junté mis manos y las entrelacé.

- Piensa que estoy loca ¿no? – sonreí de forma sarcástica – seguro eso le han dicho – me volví acomodar en el sillón.

- No más bien me han dicho que tu estas volviendo locos al resto – coloco un mechón de cabello detrás de la oreja - ¿es cierto? – yo la miraba desconfiada.