Parte 7: Otro mal día

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Habla Juliana

Entre en casa y encontré algo que no me esperaba...

- Señorita Carvajal, es usted increíble – dije al verla al lado de mi mama en el comedor hablando. Apoye mis manos en la mesa incrédula por lo que había hecho esa niña, desaparecer sin decir nada, Dios.

- Gracias profesora – al escucharla negué con la cabeza.

- No en el buen sentido, en el malo.

- Por eso gracias.

- A usted no le basta con torturar a los profesores en clase no, también lo hace a domicilio.

- De verdad que soy brava – sonrió mirando a mamá.

- Señorita como se le ocurrió fugarse con mi hermano.

- Pero si fuimos a dar una vuelta, eso no tiene nada de malo.

- ¿Cómo qué no? Usted sale con desconocidos.

- ¿Cuál desconocido? – la escuché y solo podía verla ofuscada por su actitud – es el hermano de mi profesora.

- Buen punto – respondió mamá sonriendo. Es enserio Lupe te pondrás de su lado.

- Mamá – la regañé.

- No estas siendo un poco dura con la chica.

- Mamá esto es entre ella y yo.

- ¿Por qué? A mí me interesa la opinión de Lupita.

- Yo creo que, si todos nos calmamos, esto puede aclararse, ¿sí?

- Exacto, ¿profe no será que usted está un poquito celosa porque yo he salido con su hermano y no con usted? – suspiré y dije.

- Señorita por favor, ubíquese – me molesté.

- Me ubico – se sentó en una de las sillas del comedor – usted por favor ubíquese haya y usted por favor Lupita junto a mí y rápido que se nos enfría la comida.

- No, ni hablar, nos vamos a su casa – respondí enfadada.

- No, yo a esa casa no vuelvo.

- Pero si su tía está preocupada, la está esperando.

- Que me siga esperando, yo ahora soy una mujer independiente – levanto el dedo índice reafirmando.

- Bueno eso se lo va a decir a ella no a mi ah– me acerqué y la tome del brazo para salir.

- Cuidado manotas que todavía me sigue doliendo el brazo – retiro mi mano de su brazo.

- Hija podemos hablar un momento – dijo Lupe, levantándose del asiento y acercándose a mí. Yo seguía ofuscada y respirando fuertemente, porque sentía que me iba a descontrolar.

Nos retiramos a un costado mirando hacia Valentina y empezamos a conversar.

- Ve esto como una oportunidad para hacer las paces con ella – susurró.

- Mamá por favor se está burlando de nosotras.

- No te ofusques mi amor y piensa si ha venido acá es por algo ¿no?

- A torturarme no le bastó con la clase.

- Es obvio que quiere pedirte disculpas, pero lo hace a su manera entiendes... no lo dice directamente, pero es bastante buena... - miraba con el ceño fruncido, tan rápido la había convencido, no sabía que pensar.

Nos acercamos de vuelta a la mesa

- Yo voy a traer la cena – fue mamá Lupe a la cocina dejándonos solas. Me saqué el abrigo y me dirigí a la señorita Carvajal, quien se encontraba sonriendo.

BESOS ROBADOS - JULIANTINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora