BESOS ROBADOS - JULIANTINA

Parte 4: Conociendo a Lucia

Minutos después

Habla Valentina

Al salir del instituto con las chicas...

- Chicas, en fin, Valentina que vas hacer.

- La verdad, la verdad, no se tengo que inspirarme – vi a Lucho acercarse a nosotras, hay que pesado este chico.

- Hola Renata, hola chicas – dijo el tímidamente – eh lindo día no.

- Eh, si lindo día, ahora mejor ándate, si no quieres que te lo malogre.

- Pero si acabo de llegar, ¿Qué hacen?

- Te vas, o te votamos – respondió Mayela.

- Adiós, Valentina, adiós chicas – dijo tartamudeando y retirándose.

- Tan lindo y tan tonto.

- Hay es que si fuera lindo e inteligente seria mujer – dijo Camila riendo y nosotras reímos con ella.

Llegó Jacobo donde estábamos a buscarme, le dije que me espere un rato.

- Su tía está esperando en el auto.

- Ya, entonces dile que me han retenido 10 minutos en la clase ya – el me mira sonriendo.

- Señorita me tendrá que disculpar, pero a mí no me gusta mentir.

- Ya entonces dile la verdad – conteste acercándome a el – dile que me voy a demorar porque quiero levantarme a mi profesora de Historia del Arte, ya – el me miró sorprendido y volví donde estaban mis amigas.

- Ok – empezó a tartamudear – que se va a quedar 10 minutos retenida en clase me parece una muy buena idea. Permiso – se retiró.

- Shhhh – dije levantándome de la banca – tengo una idea, tengo una idea, alguien sabe si la profesora Valdés tiene auto.

- Yo lo vi, ese es el auto – señaló Renata el auto que se encontraba en el parqueadero.

- Perfecto, si ven algún profesor o si ven a la profesora Valdés, me avisan ya, yo voy a estar allá – me retiré hacia el parqueadero.

- ¿Qué va hacer esta loca? – escuché decir a Mayela mientras me alejaba.

Me acerqué al auto rojo de la profesora y fui hacia una de las llantas y la pinche, mirando a todos lados para no ser descubierta por la profesora. Al ver a mi profesora acercarse me levante rápido.

- Hola, podemos hablar – dije haciendo puchero.

- Señorita, usted es la última persona que yo quiero ver en este mundo – me respondió molesta - ¿Qué desea?

- Quería disculparme por mi comportamiento en clases – dije con tristeza, para que me crea.

- ¿Esta es otra de sus bromas? – pregunto incrédula.

- Ninguna, ¿me perdona? Quiero hacer las paces con usted.

- Eso significa que se va a dejar de comportar como una chiquilla inmadura.

- Se lo prometo – dije levantando la mano izquierda en señal de promesa, mientras con la otra mano en mi espalda cruzaba mis dedos – me perdona ahora – puse mi carita de angelito para que me creyera.

- Todavía sigo muy molesta con usted.

- Bueno con justa razón, con lo bonita y divertida que se veía su clase, sabe que a mí me encanta el arte - dije poniendo la mano en el pecho.

- En serio, no sé yo pensé que... - no termino de decir porque miró hacia abajo, creo que se dio cuenta de la llanta – mi llanta, mi llantaaaaaa – dijo molesta.