Capitulo 8

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Kibum estaba alterado, el teléfono no había parado de sonar todo el día después de haber escuchado un par de mensajes al regresar a casa del supermercado, no había querido responder una llamada más temía escuchar lo que tenían que decir el escuchar un sermón que el pastor local dejó en su contestadora era suficiente para hacerle saber lo que estaba pasando en su pequeño pueblo.

Baekhyun y su enorme bocota, Kibum aun no podía creer que su amigo les hubiera dicho a todos algo que no podía comprender aunque tuviera otro sospechoso, Kibum ya lo habría sabido el hecho de que este se rehusaba a contestar su amado móvil, que jamás dejaba en casa, lo dijo todo.

para Kibum que sabía que él había sido el culpable de esparcir las noticias de su relación.

Desafortunadamente el daño estaba hecho, no había duda al respecto podrían negarlo, pero nadie les creería cuando era su palabra contra todos los chismosos del pueblo no cuando este rumor era tan jugoso todo lo que él y Minho podían hacer ahora era soportar la tormenta y esperar a que se pasara pronto.

Mientras tanto, Kibum deseaba que Minho se apresurara y llegarapronto a casa Minho podía cuidar de sí mismo, pero Kibum temía que su gemelo estuviera rondando por el pueblo sin saber los rumores que Baekhyun había iniciado Dios solo sabía los problemas que podía encontrar.

Si algo le pasaba a Minho…

Kibum se estremeció, ni siquiera lo iba a pensar en su lugar, continuó caminando de un lado a otro por la sala el ruidoso sonido del motor de Minho fue lo mejor que Kibum
escuchó en todo el día se apresuró a la puerta, la abrió, miró de izquierda a derecha y salió por la puerta la luz exterior lo alumbrara y lo hacía sentir un poco vulnerable Minho salió del camión y cerró la puerta. —Tengo unas noticias malditamente adorables.

—¿Sí? Yo también. —Kibum entrecerró los ojos para distinguir las facciones de su hermano en la oscuridad— ¿Dónde diablos estabas?

—Tuve unos cuantos problemas en el trabajo. —Minho subió los escalones la luz por fin lo alcanzó y reveló el ojo negro y el labio partido.

—Cielos, —Sin pensarlo, Kibum corrió en dirección a Minho— ¿Qué pasó?
Minho alejó su rostro de la mano de Kibum. —No aquí afuera, vamos a la casa—

Kibum quitó inmediatamente su mano y se hizo hacia atrás. —Sí— abrió la puerta y la sostuvo para Minho, antes de seguir a su hermano adentro de la casa una enorme camioneta 4x4 pasó a toda velocidad frente a su silenciosa calle un hombre que Kibum no reconoció sacó la cabeza por la ventana y gritó “malditas maricas” a todo pulmón.

—Hijos de puta —Minho trató de salir, pero Kibum lo evitó.
—Sólo déjalo ir, —Kibum continuó bloqueando el camino de Minho— No vale la pena.

—Claro que sí, esos hijos de puta no pueden pasar por la vida sin que alguien les dé una lección si dejamos que se salgan con la suya ahora, querrán más después no seremos capaces de mostrar nuestros rostros por el pueblo sin ser ridiculizados.

—Por favor, Minho. —Kibum fijó su mirada en un par de ojos del mismo color y forma que los suyos—. Quédate en la casa, hazlo por mí— No podría soportarlo si Minho fuera lastimado más de lo que ya lo estaba.

Minho apretó los dientes miró a la oscuridad detrás de Kibum un momento, luego se dio la vuelta y desapareció en el interior de la casa dejando escapar un suspiro de alivio, Kibum lo siguió cerró la puerta con picaporte, luego fue en búsqueda de Minho encontró a su hermano en el dormitorio, sentado en los pies de la cama viendo al vacío se aproximó a él con precaución, y se acomodó entre las piernas de Minho.

Gemelos - MinkeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora