Cuestión de (in)comodidad 「ZhuiLing」

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Un nombre para esto.

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Ouyang ZiZhen era, en palabras de Wei WuXian, un romántico. Su personalidad un tanto liberal y rebelde con las reglas de su padre, lo llevan muchas veces a LanLing para molestar a Jin Líng bajo la fachada de "asuntos de la secta", cuando en realidad está huyendo de algún castigo.

No obstante, Jin Ling se siente en conflicto. Tras aquella discusión con Lan JingYi y su incidente con Lan Sizhui, las cartas que comparten ahora son estrictamente sobre la relación entre ambas sectas. Sus relaciones políticas seguían con normalidad, pero era extraño no recibir cartas aparte, preguntándole sobre su salud, la de su tío o simplemente preguntando por Fairy. Jin Ling se había convencido de que aquellos detalles eran sólo una fachada para mantener una buena relación política, no les daba mucha importancia. Ahora sus dedos pican cada vez que abre una carta y siente su cuerpo entero hundirse cuando sólo encuentra cartas formales. Claro que sigue siendo cortés y amable, pero nada de lo estrictamente necesario.

Jin Líng debe admitir que quizá realmente los consideraba buenos amigos.

—¿Lan Sizhui? ¿Enojado? ¿Él contigo? —La voz de Ouyang ZiZhen hace eco en su oficina, y Jin Ling reconoce fácilmente la sensación de querer callarlo. No era necesario repetir esos puntos específicos con un tono tan incrédulo. El joven heredero de la secta capta aquella molestia, y se aclara la garganta —. Lo siento, líder de la secta Jin, sólo que no me imagino a Lan Sizhui estando enojado, eso es casi imposible, ¿cómo podría siquiera enojarse contigo? Me lo creería más si se tratara de Lan JingYi... —divaga Ouyang ZiZhen, llevando una mano a su barbilla —, ¿le hiciste algo?

Jin Líng está por negarlo, cuando recuerda que , de hecho, sus palabras debieron sonar demasiado groseras, y que, sin saberlo, habían tocado una fibra sensible en el corazón de Lan Sizhui. Ahora que tenía que decirlo en voz alta, sentía vergüenza de sí mismo. Después de todo, Lan Sizhui no tiene la culpa de que Jin Ling repentinamente tuviera tantos sentimientos extraños cuando estaba cerca, ni porque estos lo irritaron tanto.

—Quizá le dije algo hiriente —, reúne fuerzas para reconocerlo. Y se dice a sí mismo que debe aguantar la mirada sorprendida de su aliado.

—Líder de la secta Jin, sinceramente jamás creí que fuera capaz de algo así, sabiendo que... —, las divagaciones de Ouyang ZiZhen se detienen cuando se encuentra con la confundida mirada de Jin Líng —. Oh.

¿Oh?

—¿Qué? —escupe Jin Ling, frunciendo el ceño ante el rápido silencio de Ouyang ZiZhen.

El joven heredero parpadea un par de veces y se acomoda sobre su asiento.

—Líder de la secta Jin, ¿realmente no es muy consciente de sí mismo, no? —se atreve a decir, mirándolo con lástima. Jin Ling rápidamente es atacado por el enojo. Odia cuando le miran de esa forma, como si fuera un niño desafortunado o perdido.

Tuvo que aprender a vivir bajo esas miradas, miradas de pena ajena y lástima ante un niño huérfano, un niño solitario. Lo tuvo que soportar por años, pero ello no significa que se haya acostumbrado a ellas. Desde que fue nombrado líder de la secta, nadie más se atrevió a mirarlo así. Nadie se atrevió a mencionar en su presencia que, siendo tan joven, tenía que cargar con su apellido manchado por su tío. Aquel tío que tanto había querido y admirado, y aún así, él sólo lo veía como una pieza desechable. Si alguien se atrevía a verlo con lástima, le rompería las piernas.

No obstante, la lástima en los ojos de Ouyang ZiZhen era diferente a la de aquellos años. El heredero de la secta Ouyang parece un poco incómodo.

—Si vas a decir algo, dilo claramente —dice con el tono autoritario que aprendió a usar en Yunmeng, le agradece mentalmente a su tío.

Ouyang ZiZhen aprieta sus labios y deja caer sus dedos rítmicamente sobre el escritorio antes de responder —. Con todo respeto, Líder de la secta Jin, me es extraño tener que decirle esto, pero, ¿realmente usted nunca se ha dado cuenta sobre los sentimientos de Lan Sizhui?

¿ Sentimientos ? Jin Ling ni siquiera necesita pensar que tan mal suena eso. Otra vez esa incomodidad se vierte sobre su cuerpo, ahogándolo en ella. Esta vez, está más confundido que molesto.

—Habla claramente.

—Jin Líng —, Ouyang ZiZhen hace hincapié en su relación amistosa, se inclina hacia el escritorio, haciendo que RuLan lo imite, como si no quisiera que nadie más escuchara, pese a ser los únicos en la habitación —. Siento que no soy yo quien deba decirlo, ¿pero realmente no te has dado cuenta que Lan Sizhui te trata de una manera especial?

—Gusu Lan y LanLing Jin son aliados desde hace años, claro que debe tratarme bien.

Ouyang ZiZhen suspira, casi dejando caer su frente sobre el escritorio, pero se contiene y continúa —. Jin Ling, lo diré claramente. Es obvio que Lan Sizhui no sólo lo ve como un aliado político, creo que eso todos lo sabemos, excepto usted—, remarca como si ello fuera de vital importancia. Al ver que los ojos del líder de la secta aún siguen irradiando duda, suelta un resoplido y coloca firmemente las manos sobre el escritorio, resaltando lo importante de sus palabras —. Jin Ling, lo diré sin rodeos porque parece que tienes la misma sensibilidad de un rábano: Lan Sizhui tiene un afecto muy especial hacia ti. Lan Sizhui, Lan Yuan, se nota a kilómetros que te quiere mucho más que a cualquier otro.

Querer . Era una palabra muy peculiar. No se trataba sólo de estimar, respetar o convenir. Era mucho más que eso, la forma en que Ouyang ZiZhen lo mira, con una forma tan determinada y sincera a sus palabras, caen como un peso muerto sobre él.

De nuevo, aquel sentimiento le molesta. Y esta vez, no quiere buscarle un nombre.