Say something | Loki

Capitulo 7

Steve insistió en que pasara la noche en Midgard, me ofreció su apartamento, incluso su cama, para que estuviera lo más cómoda posible mientras él se sacrifica durmiendo en el sofá con una almohada y una manta.

Intento hacer que valga la pena, que la incómoda noche de Rogers en el sofá sea compensada con un profundo sueño de mi parte en su cama, pero no es así. No he podido concebir el sueño, y entre las razones de mi insomnio pues está que me encuentro en un mundo que no es el mío, con un hombre al que no conozco, sin embargo es amable, y después la parte en la que me torturo con los recuerdos… soy una sentimental, me diría Loki.

La noche es densa en Midgard, contemplo por la ventana las luces de afuera, aun se escuchan ruidos, no todos duermen. Una lágrima corre por mi mejilla cuando me invade la melancolía… no es la primera vez que me roban el sueño, ya he pasado noches enteras en la inquietud y la duda de si volveré a tener su mirada reflejada en la mía. Lo recuerdo perfectamente…

(Flash Back)

-Están a punto de conocer la razón por la que me llaman dios- Alardeaba Thor que iba acompañado de tres doncellas hacia su habitación, las mantenía a la expectativa. Loki cruzaba por el pasillo. –Hermano, qué haces despierto! Ven, vamos a pasar un buen rato- Estaba ebrio. –Estás linduras nos harán surcar las maravillas del universo, no es cierto? Ven, será divertido.

-No, hermano, prefiero dejarte el gusto a ti solo.

-A puesto a que no hará mucha diferencia jajaja!- Se burlaba Thor.

-Sí, bueno… disculpen, bellas damas, que me niegue a acompañarlas está noche. Pero entiendan que no es mi intención dejar en ridículo a mi hermano, arruinaría su fama y… hombría- Loki sonrío con ironía y grandeza. Pero consiguió dejar a las acompañantes de su hermano con la duda. –Me disculpan- Siguió su camino.

-Sí, vete, hermano! Yo me encargo! BAAH! Aguafiestas!

Sigyn estaba en la habitación que amablemente los reyes le habían otorgado para que su estancia en el palacio fuera lo más confortable y se pudiera sentir como en casa desde el primer instante. Se había arropado para meterse a la cama y dormir, cepilló su cabellera negra y la ató en una trenza como solía hacerlo por las noches, lavó su rostro con agua tibia, se miró al espejo y sonrió satisfecha de lo que percibía... estaba orgullosa de la mujer en quien se había convertido. Pero algo le incomodaba, alguna cosa no la dejaba tranquila, era lo que no podía sacar de su mente, lo que esa noche, como algunas otras, le había robado el sueño sumergiéndola en el total insomnio.

Una ansiedad terrible se apoderó de ella, no sabía qué hacer para saciar el deseo que tenía de ver a Loki tan pronto como le fuera posible… quizá debía esperar hasta el día siguiente, tal vez no tendría tantos deberes y pasaría más tiempo con ella, como cuando la visita en Aesir. Pero Sigyn presintió que no concebiría el sueño hasta que al menos supiera que también se encontraba justo ahora en los pensamientos de Loki como él en los de ella.

Salió de la cama y se dirigió decidida hacia la enorme puerta de la habitación en la que se encontraba. Iba a tomar una de las pocas velas encendidas para alumbrarse mientras recorriera los pasillos del palacio, pero percibió una sombra que pasaba por debajo en la rendija de la puerta. Se quedó quieta, sin moverse ni un poco, y observando atenta los movimientos de esta extraña aparición afuera de su habitación.