CORAZÓN ENCUBIERTO

CAPÍTULO DIEZ

No sé si será amor.
Pasión, cariño, o vete tú a saber.
Pero ¿Sabes qué?
No soy capaz de tacharte de mí lista de debilidades
que son pocas:
Tú y tu sonrisa.

(del libro debilidades) 

Gritaba, Noppa podía sentirlo desde la otra habitación, su corazón latió frenético pensando que quizás alguien le estaba haciendo daño, salió al pasillo después de coger el arma de la cabecera, los gritos y el llanto eran cada vez más fuertes... estaba haciendo una pesadilla. El grito desgarrador de alguien que está perdiendo, que está muriendo por dentro..., las suplicas incontrolables de alguien que no quiere ser abandonado, el ruego para ser perdonado..., Noppa ingreso en la habitación, la pesadilla era tan real, llegó hasta la cama y trato de despertarlo.

- Prem ... - Lo llamó, pero él no respondió. Lo sacudió suavemente mientras continuaba murmurando palabras sin sentido. - Prem ... - Lo acercó a su pecho. 

- ¡Me dejaste!... - dijo llorando y mirándolo por primera vez. - ¡Te olvidaste de mí!... - Prem levantó una mano y recorrió su cara hipnotizado, ¿A quién dirigía esas palabras? – pensó Noppa.

 - Me sentí tan vacío cuando te fuiste, eres un mentiroso, dijiste que yo también lo olvidaría... - Sus dedos ahora recorrían sus labios, Noppa estaba sorprendido e inmerso en ese toque. - ¡Bésame!... ¡por favor!... ¡aún si todo fue mentira! – Noppa bajo sus labios y tomó lo que le ofrecía, sabiendo que sus ruegos no eran dirigidos a él, sino al fantasma de Boun.

- Noppa... - Murmuró Prem, y él se quedó de piedra. Prem sabía a quién estaba besando. El chico sintió su titubear y clavó sus pequeños ojos en él. - No me dejes de nuevo... no lo soportaré. – Suplicó.

- Prem, no soy a quien estas esperando..., yo no soy Boun... no puedo tomarte sabiendo eso... te arrepentirás mañana. - dijo acariciando su cabeza.

- No estoy esperando a Boun... - Bajo su mirada.

- Entonces, ¿A quién esperas? – Volvió a fijar su vista en él. "A ti... siempre, te espero a ti" – Pero no lo dijo, soportaría, porque no tenía derecho a decirle. Noppa ya había continuado con su vida, él tenía que hacer lo mismo. Pero una noche... solo quería tener esa noche, para sobrevivir.

- Quiero dormir contigo... solo eso... mañana hagamos como si nada hubiera pasado, no habrá arrepentimientos y no le pediré nada, Noppa... hágame olvidar todo, no pediré nada. - Se sentía patético suplicando y cuando vio que él no murmuraba una sola palabra, lo empujo. - Perdóneme, no debí pedirle... tiene razón, usted no es a quien estoy esperando. - dijo derrotado. Noppa no estaba preparado para verlo suplicar, ¿Por qué razón no exigía nada?, ¿Cómo podía decirle que no?, él se estaba muriendo desde esa misma noche en que lo besó, pero estaba seguro que solo una noche no le bastaría, él quería más que ser un recuerdo. - No le volveré a molestar... yo...- El beso interrumpió a Prem e impidió que siguiera echándolo de su habitación, sus labios estaban salados por las lágrimas, pero aun así para Noppanut eran los besos más dulces que había probado nunca.

- No hable más... no me vuelva a suplicar... solo tiene que mirarme para que yo esté rendido. – Prem le sonrió y volvió a recibir su boca.

Noppanut quería perderse en sus brazos, quería hundirse profundamente y llegar hasta el último rincón de su cuerpo, bajó sus manos y levantó su ropa, tocó su piel, mientras Prem jadeaba, entre suspiros los dedos de Prem se enredaron en su pelo y lo atrajo más, se miraron, Noppa descubrió que detrás de todo ese dolor, Prem solo quería ser querido, ¿Cómo sería ser amado por Prem?, ¿Cómo sería si lo amara de la misma forma que amaba el recuerdo de Boun?, era egoísta pensarlo, porque él había sufrido mucho con la muerte de ese hombre, pero esa clase de amor, Noppa nunca lo había experimentado y en lo profundo de su corazón quería saberlo, para Prem esa noche solo sería un intento de borrar el dolor de su pasado y él estaba dispuesto a complacerlo.