CORAZÓN ENCUBIERTO

CAPÍTULO ESPECIAL

Estaba ahí sonriéndome,
en un cálido atardecer solos los dos,
quien iba a pensar que detrás de aquella mirada
se escondería el amor de mi vida.

Queridos papá y mamá:

Espero que no se enojen con nosotros, P'Boun y yo hemos decidido escaparnos. Por la postal podrán saber donde nos fuimos, esta isla es un sueño hecho realidad, no se preocupen por mí, creo que necesitaba un descanso luego de todo lo que hemos vivido. Estaremos en Corfú por una semana y luego continuaremos un tour por distintos lugares, P'Boun no me ha querido decir a donde me llevará, dijo que sería una sorpresa.

Mamá, papá... nos hemos casado. Les adjunto algunas fotos de la boda.

No nos odien..., la idea fue mía. Quiero vivir mi amor por él de esta manera, siendo libres.

Los amo

Prem.

Estimados Mamá y papá:

Seguramente ya han recibido el correo de mi esposo, créame cuando les digo que él puede ser muy persuasivo cuando se lo propone. Por mi parte quiero que sepan que cuidaré muy bien de él, que no tendrán quejas de mí (bueno no muchas) y por sobre todas las cosas que lo amaré siempre.

Estaremos lejos por unas semanas, quiero que él olvide todo lo que vivió este ultimo tiempo, que solo tenga recuerdos bellos en su memoria y también les escribo para pedirles un favor...

Los quiere

Boun.

- ¿Qué haces? – Preguntó Prem desperezándose.

- Sabes que te ves muy apetitoso sobre esa hamaca. – Preguntó dejando el teléfono y acercándose lentamente en donde estaba él.

- ¿Así?

- Si..., ¿Estas muy cansado?

- ¿Por qué?, ¿quieres salir?

- No me refería a eso. – Prem fue consiente de que su esposo traía su traje de baño algo levantado en cierta zona, inconscientemente Prem se mordió los labios.

- ¡¿Por qué gastaste dinero en este viaje si no hemos casi salido de esta habitación?! – Protestó.

- ¿Te estás quejando? – Preguntó metiendo una mano bajo su polera. – Creo que también has participado activamente. Fuiste tú quien no quiso salir esta mañana. – Prem río.

- Estaba cansado..., anoche tú...

- Estuviste siendo travieso toda la noche. – Prem volvió a reír. ¡Maldita sea Prem!, cuando me miras así no pienso con claridad.

- ¡¿Quién quiere que pienses?!, después de todo es nuestra luna de miel.

- ¿Por qué se llamará luna de miel?, no hemos comido miel... - Prem rompió a reír.

- ¡Te ríes! – Dijo levantándolo en sus brazos.

- ¡¿Qué haces?!

- ¡Voy a probar la miel! – Lo dejó sobre la cama y de inmediato fue tras él. Cuando Boun comenzaba a besarlo Prem ya no podía pensar con claridad, él era como una especie de droga, cada roce de Boun era como nacer de nuevo. 

Los días que le siguieron fueron aún más especiales, Prem perdió la cuenta de los atardeceres que vieron en aquel lugar, sentía paz por fin después de años de angustias, en el pasado vivía añorando un amor que creía perdido, la noche en que perdió a Boun creyó que estaba viviendo la peor pesadilla de su vida y así fue, cuando lo vio por fin después de ocho años, frente a él creyó que tenía otra oportunidad para amarlo, pero todo se derrumbó cuando supo que él estuvo en coma por cuatro años y que no lo recordaba, quiso morir de nuevo.