IX. Y así todo el mundo fingió no verla

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Se preparó para salir, tenía todo listo, aunque no había querido almorzar por los nervios. Terminar de cambiarse de ropa y estaría lista, no quería ir con la ropa del colegio a ver a Neon.

Realmente ella no quería hacer esto, no es que no confiase en él, pero sabía que estaría en peligro. Además de que Neon era de demasiado arriesgado y se tomaba todo como bromas.

–¡Si tan sólo nada malo le pasara! –Después de un segundo noto que se había condenado una vez más –Mierda.

Camiseta de tirantes, polera negra, shorts y calzado deportivo, con eso se sintió cómoda. Tomo su mochila y su celular, saliendo de la casa hacia el establo. A sabiendas de lo que le contaría, sabía que no podía ser en un lugar público como la plaza, así que llevaría sus caballos para dirigirse a su lugar. El lugar de Anika, Ethan y Olivia, donde siempre iban, lo habían descubierto de pequeños. Estaba en medio del bosque –No el bosque donde se encontraba con el Conejo– Ese lugar estaba rodeado de peñascos, pequeñas montañas de piedra de alzaban a s alrededor, dando la apariencia de que sólo había eso, sin embargo, ellos quisieron ver más, tardaron dos días en descubrir una forma de entrar y el lugar era un prado con una cascada, lago y un río que salía entre las piedras. No era un lugar enorme, pero era hermoso.

Apenas terminó de ensillar a los caballos subió sobre Destiny y llevó al lado a Socorro.

Fue lo más rápido posible, si llegaba después que él, le diría que llego atrasada. Odiaba que la molestara... Tal vez. Pero lamentablemente, allí estaba.

–Llegas tarde. –Dijo con una sonrisa socarrona.

–Oh no, claro que no. En ningún minuto dijiste a qué hora tenía que llegar.

–Era un poco obvio. –Dijo con un gesto de desván –¿Para qué los caballos?

–Vamos a otro lado, no creas que te puedo contar algo así en este lugar. Demasiado público. –Esta vez él se empezó a reír. –Realmente, eres un malpensado. Ni que quisiera algo contigo. Ahora, sube, supongo que sabes montar, chico multiuso.

Se subió a Socorro y siguió a Anika. El bosque no quedaba muy lejos, y mucho menos a caballo, dentro de la parcelación donde vivía Anika.

Fue guardando silencio, mientras pensaba como se lo diría, si no le creía que haría para no quedar como loca, cuál sería su reacción, que diría... Estaba asustada en cierto modo, Neon había sido alguien... importante, supuso que sería la palabra.

–¿Y ahora me llevas al bosque?

–Exacto. Bueno, no sé muy bien que puedes pensar, pero creo que te agradará el lugar.

–Que tierna.

–¡No soy tierna! No digas eso. –Lo miró mal, odiaba eso.

–Oye, no sé si lo notaste, pero aquí no hay nada más que una muralla de piedras.

Anika le sonrió pícara, sabiendo que eso era lo mejor del lugar. Y tan solo unos metros más allá, bajo del caballo y paso por un montón de arbustos y árboles llevando a Destiny atrás, hasta que llegaron a la muralla de piedra, avanzaron un poco a la derecha y ahí había una entrada. Miró a Neon, quien aún parecía no ver la entrada, hasta que noto que Anika se hundía en el muro y desaparecía con Destiny. Al entrar se impresionó ligeramente con lo que había allí, definitivamente no era nada que el engreído de Neon no hubiese visto, pero aún así le agradó. Neon no vivía nada cerca, pero por alguna razón estaba mucho por estos lados últimamente, él vivía en una montaña, prácticamente. Había de todo allí, hasta animales salvajes, poco era lo que le impresionaba.

–Nada que no haya visto.

–Sabía que dirías algo así.

–Entonces, ¿Qué me contarás?

Deseos de Muerte [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora