Buscando El Destino [Terminada]

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Dosson Watson.

06 febrero.

Departamento federal del ejercito de Minnesota.

Mis pasos eran completamente pesados al caminar por el pasillo principal quedaba a la oficia central del Departamento federal, estaba demasiado molesto con lo sucedido hace unos días, que me levante con impulso, cuando uno de los soldados me comunico que el jefe quería hablar conmigo.

No dude ni un poco en abrir esa puerta, él sabía exactamente los riesgos de esa misión, al entrar a la oficina, mi mandíbula se tensó un poco y ver a ese hombre parado detrás de su escritorio, me hizo bajar mis impulsos.

- Siéntate – dijo con el tono dominante de siempre.

- Sabias exactamente lo que sucedería – digo entre dientes, el solo me observaba mientras se sentaba, en esa silla con respaldar largo.

- Tenías todo lo necesario para esa misión – hace una pausa – pero como siempre lo arruinaste y dejaste toda la carga encima de mí.

- Si eso es lo que te preocupa, puedo tomar toda la responsabilidad – mi tono de voz, era igual de irritante que el de él – de ese modo estaría lejos de ti – dije en susurro, pero no sirvió porque lo escuchó.

- ¿Qué debo hacer contigo? Eres una completa decepción – ya sus palabras no me causaban nada, estaba acostumbrado a esto.

- ¡Lo sé! Me lo has dicho tantas veces padre.

El teléfono de la oficina sonó y mi padre lo contesto dejándolo en voz alta, lo que me permitía escuchar todo.

– *Debemos activar la alarma roja, el presidente lo ha ordenado, todos los departamentos gubernamentales ya lo han hecho solo hace falta el ejército*

– Que sucede.

– *Eso ya lo sabes Arthur, el proyecto no salió bien, era solo de esperarse a que el VI comenzara a propagarse con rapidez, activa la alerta y reúne a tu ejército en el campo central, nos encontraremos allí* – mi padre me observaba con completo odio, sabía lo que estaba sucediendo y que en parte era mi culpa.

– De acuerdo

Arthur hizo exactamente lo que se le pidió, se levantó de su silla y activo la alerta, haciendo soltar un ruido completamente fuerte por todo el departamento, no tardo en escucharse los pasos acelerados en medio de los pasillos.

– Tu vienes conmigo – dijo señalándome, mientras abrochaba su chaleco verde, rodo de ojos antes de levantarme y seguirlo.

El pasillo estaba lleno de soldados, las escaleras del edificio atascadas en gente, todo el grupo del ejército estaba dentro del edificio era hora de la comida y varios aprovechan esta hora para hablar con sus familias en los comunicadores principales que solamente se encuentran en este edificio.