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Me parecía irreal por lo que estaba pasando, sentía que estaba bajo una mentira interminable, mi hermana se llevó con ella una gran parte de mi vida dejándome completamente destrozada, con un sentimiento que nunca podré curar, me dejo sola y tendr...

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Me parecía irreal por lo que estaba pasando, sentía que estaba bajo una mentira interminable, mi hermana se llevó con ella una gran parte de mi vida dejándome completamente destrozada, con un sentimiento que nunca podré curar, me dejo sola y tendría que aprender a vivir con ello, tenía que aprender a seguir adelante, aunque todo aquello me pareciera algo que jamás lograre hacer tenía que intentarlo, tenía que cumplir mi promesa.

En este mundo me he quedado completamente sola, únicamente con personas que pueden ofrecerme un apoyo temporal, Jase era una de ellas, estoy consciente que puede ser una gran ayuda, pero de igual modo estaba consciente de que en algún momento dejaría de serlo y se preocuparía por otras cosas dejándome a mí en un plano secundario y mi padre, mi padre ni siquiera puede ofrecerme ninguno de los dos planos.

Unos minutos luego que los doctores salieran por completo del bunker, una silueta femenina con un traje de protección entró con un carrito de medicinas y fui la única que reflejo confusión ante la llegado de dicha mujer.

- Dr.Mendez un gusto – se presentó una vez llego a unos pasos de nosotros – lamento mucho conocerlos en estas circunstancias estoy segura que están pasando por un momento muy doloroso – su empatía hacia nosotros era notable – pero mi deber aquí es cuidar de ustedes de la mejor forma posible...

- Haga lo que vea más conveniente doctora. – la voz de mi padre interrumpió la introducción de la doctora. Misma que solo dio un suspiro difícil de ignorar al mismo tiempo que veía caminar a mi padre hacia el centro de nuestro bunker

- Disculpe pase adelante – rompió el silencio Bea ayudando a la doctora con su caro médico. Caminamos hacia la sala del bunker donde se encontraba mi padre para que la doctora nos dictara las orientaciones. Mi padre se encontraba sentado en un sillón individual frente a la repisa de libros en el sillón grande nos colocamos Bea, Jase y yo la pequeña Evolet era cargada por su madre, mientras que la doctora opto por quedarse de pie frente a nosotros.

- Como ya sabrán la causa de muerte de la paciente fue VI – sus palabras hicieron una incomodidad en mi estómago – ustedes estuvieron en pleno contacto con ella por lo cual todos deben ser tratados con medicamentos en anticipación a cualquier cosa. – siguió hablando con términos médicos que no lograba entender. – desde ahora hasta que el tratamiento termine cada quien deberá permanecer en una habitación por separado las reuniones durante los tiempos de comida están cancelados yo misma seré la encargada de llevarles su alimentación – pude observar la mirada despectiva de Bea por lo que la doctora decía. – los tiempos para ir al baño serán programados al igual que los tiempos para sus medicinas, jarabes, sueros e hidratación. No se preocupen por nada estarán a salvo conmigo – intentó forzar una sonrisa al final, pero nuestras caras largas, se lo impidió. Mi padre se levantó de donde se encontraba y sin decir una sola palabra salió de nuestro panorama de visión.

- Muchas gracias – se limitó a decir Jase, la doctora asintió con su cabeza para luego centrarse en los medicamentos. – su habitación es la que esta ala par de la cocina. – dijo haciéndome recordar el único cuarto que no fue ocupado por nadie, es el más pequeño y recuerdo que ni Hazell ni yo lo queríamos porque estaba lejos del baño y en un lugar bastante oscuro por lo cual decidimos compartir la habitación, un sentimiento de nostalgia me cubrió al recordarlo.

Buscando El Destino [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora