Limón

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Entre tu pecho y el mío,
una infinidad de imposibles.
Montañas rocosas. Tanques de guerra.
Todo arde. Todo duele.
Te llevaste la flor y me dejaste las espinas.
Y debajo de mi cama guardo los garabatos de lo que alguno de los dos sintió.
Volamos sin saber aterrizar.
Lo siento amor,
pero confieso:
nuestro amor nunca fue frutilla.
Siempre fue limón.

Sombras [poesía] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora