C A P I T U L O 17

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La mañana había llegado y el suave cantar de los pajarillos le avisaban al pelinegro que era hora de levantarse.
Eran aproximadamente las nueve de la mañana; ayer había ayudado a Ruth con la limpieza de la casa, la comida, y cosas por el estilo; con su cuerpo maltratado era un poco cansado hacer las cosas, pero sabía que era hora de levantarse.

Cinco días habían pasado desde que había llegado a ese lugar, aún no se acostumbraba del todo a los nuevos lujos que tenía; uno de ellos era su cama excesivamente cómoda y su guardarropa enorme.

Se reinició entre las sábanas, aún sin abrir los ojos. Notando que el dolor de su cuerpo había disminuido muchísimo, después de unos minutos logró despegarse de la cama para ir al baño,
tomó una ducha rápida y se vistió con unos jeans cualquiera y una camisa azul cielo, se puso sus tenis Converse rojos y bajó un poco más animado; definitivamente que el dolor fuera menos era una buena señal y el hecho de no tener que ver a Taehyung en la mañana era muy reconfortante para él-

– Buenos días, Jungkook. – Dijo Taehyung, el cual estaba sentado a la mesa del gran comedor con una taza de café enfrente suyo y un periódico en sus manos.

– (Mierda) – pensó el menor – Buenos días, amo– dijo algo sorprendido, eran las nueve de la puta mañana, se suponía que él ya no estaría allí. –

Taehyung señaló la silla a lado de él con la mirada, indicándole que quería que lo acompañará.

Con algo de miedo Jungkook, a paso lento fue hasta la silla señalada.

Se sentía incómodo estando cerca de él, demasiado; su pecho comenzó a necesitar de más aire, sus manos hormigueaban un poco y la mirada de ese hombre sólo le hacía empeorar.

– ¿Has dormido bien? – preguntó con ese tono formal característico de él –

– Por supuesto, amo. –dijo tratando de no titubear, no quería que notara que estaba nervioso. –

Las preguntas comenzaban a formularse dentro de la cabeza de Jungkook, ¿Por qué estaba ahí? ¿Y si se había tomado el día libre y lo tendría que estar soportando todo el día en la casa?

¿Y si lo lastimaba de nuevo?

– Te noto un poco confundido, dime qué pasa – agregó el mayor, para después darle un sorbo a su café.

– Es solo que... Me preguntaba por qué hoy no fue al trabajo – respondió el pelinegro tratando de no hacer demasiado contacto visual.

El silencio reinó durante unos momentos, los cuales para Jungkook eran años.

– He decidido trabajar desde casa hoy. – respondió finalmente el mayor.

– Ya veo...–

Preguntándose nuevamente un millar de cosas, una voz femenina le saco de su pequeño trance.

– Señor Kim, buenos días. – Jungyeon apareció desde la cocina, con una coleta alta y su uniforme igual al de las sirvientas, sólo que en ves de ser azul, era negro. –

La chica se había despertado a las 6:00 AM como se le había indicado; era una casa grande y por ende había mucho que hacer.

Era la encargada de hacer las camas, y ahora que Jungkook estaba despierto, debía ir a su habitación para arreglarla.

– Joven Jeon, ha despertado– dijo la muchacha, manteniendo su distancia y su postura perfecta. – El desayuno está listo para usted, Ruth me había mandado a despertarlo – dijo con un tono amable y encantador, el cual hizo sonreír levemente a jungkook.–

La joven desapareció momentos después escaleras arriba, dirigiéndose a la habitación del menor.

– Amo... – llamo la atención del mayor – ¿Puedo irme a desayunar? – cuestionó, pues quizá se vería de muy mal gusto levantarse así como así, además que quién sabe cómo reaccionaria Taehyung.

– Claro, retirate. – dijo levantándose de su sitio, la taza ya no contenía el líquido marrón y el periódico estaba ya sobre la mesa. – Cuando termines el desayuno, puedes salir un rato al jardín trasero, verás algo que te gustará. –Una sonrisa coqueta se dibujó en los labios del mayor; le dedicó una última mirada al pequeño pelinegro para después retirarse a su despacho.

– ¿Una sorpresa? – se cuestionó el menor una vez el mayor se fue.

Vaya forma de comenzar el día

¿A-amo? TAEKOOK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora