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-Mal día, huh? - Dedujo la barman mientras le extendía un vaso de cerveza

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-Mal día, huh? - Dedujo la barman mientras le extendía un vaso de cerveza. El contrario la agarro con su fuerte mano y le dio un buen trago, dejando que algunas gotas cayeran por su barbilla. Ella se apoyó contra la barra mientras limpiaba un vaso con el viejo trapo de siempre. El hombre la miró cansado.

- Mala semana, preciosa. - Contestó Manuel. Terminó su cerveza en tres tragos y apoyo el vaso fuerte sobre la mesa. - Treme un vodka cielo. - Le pidió con una floja sonrisa y se acomodo en el banco.

Alicia asintió, dejando el vaso que limpiaba detrás de ella en la estantería. Sacó una reluciente y fresca botella de cristal y la abrió con una maquina. Terminó de limpiar el vaso en el que había cerveza. Escuchaba a su frecuente cliente con atención, Manuel Gonzales.

- ¿Tu esposa otra vez? - Preguntó mientras le alcanzaba tres botellas de whisky a un grupo de pandilleros y se guardo el dinero en el bolsillo frontal del delantal. Volvió su mirada al hombre el cual negó sin mirarla. - ¿El negocio? - Se apresuró a corregirse mientras Manuel tragaba. Esta vez asintió. - Creí que habías dejado de hacerlo, no se escuchó tu nombre los últimos días. - Mintió inocente. Habían dicho de todo, ella había escuchado cada cosa del pobre hombre de 60 años.

- De esas cosas nunca se sale, nena. - Manuel dejó la bebida en la barra y se paso las manos por la cabeza suspirando. - Me estafaron, se llevaron todo y no tengo con que pagarle al jefe. - Tragó más alcohol. Alicia dejó el vaso limpio y ordeno un par de cosas más.

- ¿Y el trabajo? O esperas comer de un paquete de marihuana. -Habló al ver que se quedó callado. Él la miró incrédulo, ambos sabían que el trabajo no le daba un sustento económico digno y su esposa no le cedía ni un solo centavo. Estaban por divorciarse ante las insistentes teorías de la mujer sobre la infidelidad de su marido. - Mira, si quieres volver al juego... - Empezó mientras recargó los brazos frente a Manuel. - Organiza las fichas. - Habló seria. - Empieza a dormir bien, que la cara de demacrado no ayuda Manuel. Lávate la cara, ponte tu mejor sweater y ve a la agencia de trabajo, coge uno fácil y de medio tiempo, hay muchos créeme. Mientras te ganas un poco más de pasta, arreglas las cosas con Celia, dile 'que hermosa estas hoy' 'Traje postre' o algún piropo que usaste cuando la conociste, lleven a los gemelos al parque, compren unos helados o algo barato.  Y reconstruyes la familia, el matrimonio, tu soporte. - Hizo énfasis en lo último. El hombre, que tenía mas arrugas que cabello la escuchaba y grababa cada palabra.

-Luego vuelvo al negocio, fresco y listo. - Sonreía y se sentía inspirado. Estaba a punto de besar a la mujer, pero esta se aparto rápido. Dejando al hombre con las ganas. - Deberías empezar a cobrar por cesiones. - Le sonrió coqueto. Ella rio y alzo una ceja, mientras atendía a otros clientes del bar. - Y por los consejos también, preciosa. - Le guiño un ojo esta vez. Alicia carcajeo.

'El Alcohol' pensó

- No soy una prostituta. Ahora págame y vuelve el próximo jueves, tenemos ofertas nuevas. - Ordenó y el hombre borracho accedió sin rechistar. La mujer, a diferencia de Manuel, sabia jugar muy bien sus fichas, las movía todo el tiempo, tenías muchas tácticas en marcha y siempre jugaba a sangre fría. Si Alicia no ganaba el juego, lo empataba y luego, la revancha la ganaba sin problemas.

𝓐𝓰𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓐. 𝓡𝓸𝓫𝓮𝓻𝓽𝓼  - ɢᴛᴀ ʀᴏʟᴇᴘʟᴀʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora