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Eran las 06:48 de un lunes

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Eran las 06:48 de un lunes. En ese mismo momento, Alicia solía estar bastante tranquila empezando otra semana, aun en su cama, se levantaría pasadas las siete y bebería un café caliente y espumoso que la despertaría mientras el clima afuera se mantiene fresco y ella desde la comodidad de su hogar, disfrutaría la paz del mismo.

En momentos como ese desearía tener algo más de compañía, como una mascota, un gato con pelo largo, que se acurruque con ella en las noches frías y que le saque un poco el estrés de su doble vida.

Pero como era usual, su vida solía tomar curvas cerradas a 200 km/h y la mujer ya no estaba disfrutando nada. Estaba por salir con destino a comisaría, con los nervios subiendo y bajando por todo su cuerpo, a cada paso que daba.

Se esperaba los regaños y golpes de Conway por la falta de profesionalidad y la irresponsabilidad que tenía la morena con respecto a sus "compañeros de trabajo" Y no se equivocaba.

La mujer abandonó su residencia para bajar al garaje y buscar uno de los coches exactamente. Un Ford Ka perlado. Era bastante cómodo para manejarse por la ciudad, pero casi nunca lo sacaba, era de emergencia por si tenía que usar un coche para irse de la ciudad o ir a completar algún tramite no ocasional. En otras palabras, lo usaba poco, estaba casi nuevo. Ese particularmente se lo había elegido Greco.

Se le daba fatal conducir, pero había una lluvia torrencial que le impedía ir a pie y no se iba a arriesgar a que se le haga tarde. Estaba más nerviosa ahora, de tener un accidente o de dañar el coche, de llegar tarde o cualquier otra cosa que se le podía poner en su contra.

Mentiría si dijera que el Superintendente no era intimidante e imponente las 24 horas del día, era casi un reflejo referirse a él con respeto y a veces con miedo. Desgraciadamente Alicia era su presa favorita (O eso creía ella) los insistentes llamados para que se ponga a trabajar, siempre presionarla para que sea más productiva a pesar de que la morena tuviese un gran desempeño en sus investigaciones, había días donde no conseguía ni un mínimo detalle después de estar tres horas hablando con el sujeto.

Definitivamente esa mujer le ponía los pelos de punta al superintendente, tenía un carácter muy fuerte si estaba dispuesta a plantarle frente a alguien, su terquedad también destaca sobre las demás cosas y su inteligencia da mucho de qué hablar. Era parecida a la personalidad del super y eso los hacía colisionar de tal manera. Cuando ella no trabajaba para él, cada vez que se lo encontraba por la ciudad terminaba en la cárcel por discutir con Conway.

La recibió Greco en el parking de comisaría, dejando el coche bajo techo, no solo por seguridad del coche y la mujer, sino para que esta misma entrara por las puertas de servicio y no tuviese que mojarse a la entrada.

- Buenos días - Le dijo el de barba con una sonrisa traviesa y una expresión cansada. - ¿Está bien si yo te llevo o prefieres que llame a Volkov? - Preguntó riendo mientras subían las escaleras. Greco iba bebiendo café. Alicia lo miró mal, pero una pequeña sonrisa se asomó por sus labios.

𝓐𝓰𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓐. 𝓡𝓸𝓫𝓮𝓻𝓽𝓼  - ɢᴛᴀ ʀᴏʟᴇᴘʟᴀʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora