Secretos de amor tras la mascara

Capítulo 9

     Los cuatro adolescentes pasaron toda la tarde jugando video juegos y hablando entre sí; al final Adrien se enteró que la autorización incluyo el quedarse a dormir allí, de modo tal que ambos morenos se sumaron con la idea de entre los cuatro armar una pijamada. A la noche llegado el horario de la cena, la cual ambas jóvenes habían preparado, el rubio recordó que no había informado lo del viaje de la semana entrante...

- Por cierto... lo olvidaba... -la atención de todos se centró en el muchacho- la semana entrante ya que no habrá clases debo ir a una locación cercana para una sesión de la marca de ropa que posee mi padre y de la cual soy modelo –aclaro más por los padres de la anfitriona que para sus amigos en si- queda a menos de dos horas de aquí en Provins, y... pues... me han dejado invitar a mis amigos... -se puso colorado y nervioso al ver la cara de los propietarios y su hija- yo... que-quería... sa-saber... si... Mari... Marinette... podría venir conmigo al viaje –dijo medio gritando esta última parte avergonzándose al instante y murmurando- perdón

- Jajajajaja por mí no hay problema muchacho –dijo el padre de la chica- ¿amor?

- Por supuesto... si no hay clases no hay ningún problema mi cielo

- Yo ya le pregunte a mis padres –comento la castaña- ellos se encargaran con Anansi de las gemelas asique... yo voy

- Yo comente en casa apenas llegue y solo me preguntaron cuanto faltaba para el viaje... poco más me preparan la valija para irme ya

- Genial –dijo con una sincera sonrisa en su rostro el joven Agreste, cuando volteo a mirar a la joven que estaba a su lado sus zafiros lo hechizaron- y... ¿t-tu?

- Iremos los cuatro en ese caso

Tras esa tenue situación la cena paso entre bromas y comentarios de los padres con respecto al viaje, cuando terminaron de cenar decidieron ver una película motivo por el cual acomodaron todo rápidamente en el cuarto de la azabache para la película y a posteriori la hora de dormir...

- Ya está todo listo –comentaron los varones- faltarían solo...

- ¿Almohadas? –pregunto Alya- arrojándole un almohadón en la cara a los masculinos, uno de ellos paso de largo dándole en la cara a la joven euroasiática tirándola al suelo con la ropa que traía para que sus amigos se cambiaran- ¡Mari!

- ¡Marinette! –exclamo el rubio asustado, la ayudo a levantarse viendo que no se hubiera lastimado- ¿te encuentras bien?

- Si... solo un poco sorprendida

- Lo siento, no te vi –contesto apenada Alya- iba para Nino

- Yo la esquive por las dudas –comento el Lahiffe recogiendo las ultimas prendas que faltaban-aquí tienes Mari

- Gracias Nino

- Niños, ¿está todo bien? –pregunto la madre- escuchamos gritos...

- Si mamá... solo tropecé y termine en el piso

- Ay mi niña –comento riéndose suavemente- no se acuesten muy tarde que mañana tienen clases

- Si señora Dupain-Cheng –comentaron los jóvenes.

- Que tengan dulces sueños

- Aquí les dejo un par de cosas –dijo el padre de la chica dejando unas masitas con chocolate caliente- cuidado de no quemarse

- Si señor –dijo Alya acercándole alguna de las cosas a Nino- muchas gracias por todo