Contando estrellas

Fuego y Lluvia

      Él es como el cielo en una tormenta, puede quebrarse, destruirse y estallar, pero al final su estruendo se verá como una obra de arte pura e imponente. 
       Él es fuego, poderoso y sin piedad, destructor si no le pones control, pero yo soy lluvia, bajo sus llamas hasta el punto de volverlo ceniza entre mis manos. Entonces vuelve a ser solo un hombre... pero no cualquiera, él no es cualquiera, su alma está llena de silencios, oscuridad y pena, trozos colgantes de vidrios enterrados en su corazón. 
       ¿Qué han hecho contigo? ¿Quién les dio derecho a hacerte creer tan poco? Nada más absurdo. 
        Ese hombre con una coraza, de brazos fuertes e inexpresivo rostro. Ese hombre protector... por dentro es tan solo un niño pidiendo a gritos comprensión. 
       Yo lo entiendo, cada secreto que ocultan sus ojos, cada detalle oculto en lo más profundo de su corazón puro y gentil, los saco con suavidad. 
       Solo devuelvo el favor...
       Él me trajo a la vida primero...
      Me leyó... como un libro de misterio que nunca entiendes completamente pero que te atrapa y ansías que no tenga final porque el camino es muy interesante... me leyó como esa obra de arte en el museo que puedes interpretar de mil formas diferentes...
      Él me ofreció su mano y me permitió dar un salto al vacío, y lo hice, nunca dudé que me atraparía. 
    Ahora me tiene y yo a él, juntos somos una tormenta, somos fuego y lluvia, sol y luna. Somos la explosión y la calma, nosotros somos nuestro propio mundo. 

Tres estrellas...