Cap I

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No pude evitar notar la intensa palpitación en mi cabeza al despertar, así que me adelanté y apagué el despertador de un solo golpe. El estruendo de ese sonido parecía capaz de dividir mi cráneo en dos, por lo que preferí evitarlo.

Me incorporé de la cama con torpeza, sin molestarme en quitar la manta que me cubría. El chico que estaba a mi lado se movió, pero aliviada, noté que no se despertó. Giró hacia el otro lado y continuó durmiendo.

Me apresuré a tomar una ducha rápida y regresé a la habitación, buscando deshacerme del chico desnudo en mi cama.

-Amigo...- murmuré, luchando por recordar su nombre- Prometo que nunca volveré a beber como anoche- Intentaba convencerme, aunque tenía la sensación de que había hecho la misma promesa la semana anterior. Me vestí como siempre para ir al trabajo mientras trataba de despertar al chico.

La puerta sonó estruendosamente, lo que me llevó a cerrar los ojos momentáneamente para aliviar el dolor en mi cabeza. Parecía que al chico también le afectaba, ya que hizo lo mismo que yo.

-¿Kattie? ¿Estás despierta?- La fuerte y masculina voz provenía del salón, lo que hizo que el chico rubio se levantara de un salto y comenzara a vestirse.

-No sabía que tenías un novio- me encogí de hombros mientras trataba de dar un poco de vida a mi demacrado rostro con algo de maquillaje- ¿Qué hago?

-Sólo vete, no te dirá nada- el chico corrió fuera de la habitación y en cuestión de segundos, Ryan entró en ella- Buenos días. Tengo una resaca tremenda, no me molestes.

-¿Quién era el chico?

-No lo sé- murmuré apenada por la forma en que lo había tratado, parecía ser un buen chico- ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en el trabajo?

-¡Hoy es el día!- Ryan estaba emocionado mientras me pasaba un vaso de agua y una aspirina- ¿Lo olvidaste?

-No recuerdo absolutamente nada desde ayer- sonreí con poco entusiasmo mientras recorría mi departamento, preparándome para ir a trabajar- ¿Qué pasa hoy?

-Vas a tomar fotos de los chicos de los que te hablé, aquellos con los que trabajo- Ryan acomodaba su cabello rubio frente al espejo, y su sonrisa radiante era contagiosa- Ellos son tan divertidos, los amarás.

-No estoy de humor para amar a nadie hoy, ni siquiera a ti- bromeé mientras salíamos del edificio donde ambos vivíamos.

-No estás de humor nunca- rió Ryan- Ten cuidado, adiós- Me despedí y me subí al auto para dirigirme al trabajo.

Definitivamente no era un buen día para tener resaca. Había nuevos trabajadores en el estudio y como jefa, me tocaba encargarme de ellos. Anoche, sin embargo, dejé que la situación se descontrolara y perdí la cuenta de las bebidas después del cuarto trago, supongo.

Necesitaba estar presentable. Este era el comienzo de una nueva etapa en el estudio y prefería comenzar con el pie derecho. Acomodé mi cabello y retocé el rojo de mis labios antes de salir del auto. Llevaba mi bolso colgando de un hombro y mi portafolio en la otra mano. Estaba un poco nerviosa por tener subordinados a mi cargo, pero me aseguré de no demostrarlo. Sabía que podía manejarlo.

Entré con la cabeza en alto y una pequeña sonrisa. Había varias personas charlando entre ellas en el estudio. Algunos parecían nerviosos, otros ansiosos, pero todos sonreían. Me recordó mi primer día en este lugar.

Guardé mis cosas en mi estudio y regresé a la sala de exposiciones, donde todos esperaban. Daniel, mi jefe y dueño de la corporación, debía presentarse primero, y luego yo tomaría la palabra. Opté por esperar a que él llegara antes de decir cualquier cosa.

Perfect Picture ~cth~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora