POV NARRADOR
Era el amanecer de un viernes, colores combinados pasaban por el cielo, rojo, azul, amarillo.
Un rayo de sol entró por aquel ventanal que había en el cuarto, los rayos del sol pegaron directamente en la cara de aquella mujer castaña, provocando la abertura de aquella profunda mirada.Giró su rostro, notando así que la mujer a su lado aún dormía boca abajo totalmente desnuda.
Solo pasó la mano por su suave espalda, acercándose para dejar un beso húmedo.
Tras aquello, solo se puso de pie, y colocó sobre sí la tanga negra que portaba una noche antes, misma que la morena arrancó con desesperación para tener sexo.Una vez acabada de vestir, se dirigía por todos lados de la habitación para recoger todas sus pertenecías que vagaban por todos lados en la habitación.
A punto de salir estaba, cuando la alta recostada sobre la cama, despertó.- ¿Te irás tan pronto?- dijo adormilada
-Sabes que tengo que hacerlo, mi prometido me está esperando en la oficina para ver la planeación de la boda- le regaló media sonrisa
- Y que... ¿En la luna de miel me incluirás?
-No sabes como quisiera... follarte una noche más, no está de sobra
-sonrió volviendo a taparse la cara con las sábanas blancas- ¿Tengo que llegar temprano hoy?
-No, ahorita veré lo de la boda, puedes llegar un poco más tarde, aparte necesitas relajar las piernas, porque me han dicho que provoca dolor el después de haberte follado con un pene artificial-
-No pues gracias, eh -rió- allá te veo Tirzah
-¡Hey! En la oficina soy Licenciada Huerta ¿ok?
-Si, tranquila, anda ya vete con tu peor es nada-
-Bajale, tu y yo hemos hecho ésto por meses-
-Meses en los que me he cansado de solo estar satisfaciendo tu necesidad-
-Tu también lo disfrutas, no puedes negarlo-
-No es lo mismo-
-No puedes quejarte, tu misma me dijiste que no buscabas algo serio-
-Quizá he cambiado de opinión-
-Lo lamento pero ya me he comprometido, no puedo quedar mal, lo siento-
-¿Sabes que? Perdón, tienes razón, esto es solo sexo -se cubrió nuevamente dando vuelta para dormir-
-Lo sé, solo es sexo y placer- se acercó dándole un beso en la cabeza, para después darle una palmada sobre su nalga que quedó en perfecta posición -Te veo al rato, cariño-
-Sí, allá llego-
-Por cierto, la recepción del cuarto está pagada-
-Gracias-
-Chao-
Aquella castaña de estatura media salió de aquel lugar, rápidamente llegó al auto negro que la esperaba, el chófer bajó y le abrió la puerta para que se subiera ella solo sonrió y le pidió ir al trabajo.
Minutos después se encontraba en su oficina, sentada en su silla que giraba al vaivén de sus piernas cruzadas, poco después apareció aquel hombre barbón con el que estaba comprometida, la castaña solo sonrió y fue la primera en saludar-Hola, que guapo luces-
-Tirzah, hola- se acercó y la besó bruscamente en los labios -espera, ¿por qué traes la misma ropa de ayer? ¿Te largaste con alguien?-