HINATA

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La culpa lo calcomía, se había comportado como un verdadero idiota y sin ninguna justificación, porque aquello no había sido más que un ataque de celos injustificados, ni siquiera le había agradecido por la comida que sabía con tanto esmero había preparado; había empezado el día con una de sus mejores actitudes para de pronto simplemente sentirse la persona más despreciable del mundo.

Desde que había dado el primer paso para irse del lugar un impulso de querer disculparse comenzó a correr por todo su cuerpo, la necesitaba. Pero aún así no lo había hecho, su estúpido orgullo lo seguía deteniendo, aún cuando era conciente de que ese mismo orgullo no había hecho más que lastimarlo a él y los que lo rodeaban.
En está ocasión no quería aceptarlo pero se sentía dolido, el escuchar de sus tiernos labios que él no era más que un simple amigo para ella lo había lastimado, ¿Qué el era igual a Lee Y Gaara, o cualquier otro de los chicos?, Por lo menos creía que era su mejor amigo, pero al parecer se había equivocado. Aún así sabía que si aquello último hubiese sido lo que hubiese escuchado, tampoco es que estaría gritando de alegría, no sabía si ser su mejor amigo o no era lo mejor o lo peor que podía escuchar, pero de lo que si estaba seguro era de que él necesitaba más que eso, quería ser su compañero de vida.

Sabía que podía ser rechazado, era un chico inteligente así que había puesto todas las posibilidades sobre la mesa pero no creyó que el vivirlo en carne propia sería tan difícil. Aunque ahora que lo pensaba bien ella no lo había rechazado, ni siquiera sabía de sus sentimientos hacia ella, así que no podía tomarse como tal. Patético, eso era lo que mejor lo describía en ese momento.

Recordó como ella bajó la mirada en cuanto se fue, dejándola sola y con su típica sonrisa en ese momento inexistente. Konohamaru se había ido como un rayo y lleno de nerviosidad después del problema, tenía la cara de vergüenza hasta el piso...Konohamaru...creía que Naruto era imprudente, pero bien lo dicen, el alumno supera al maestro, y en este caso había quedado más que claro, aún así no podía culparlo del todo, ¿Cómo iba a saber ese chiquillo que él era tan celoso y posesivo?, tal vez sus amigos más cercanos lo sabían o siquiera lo sospechaban, pero él no era uno de ellos, a quien debía culpar era a ese trío, pero sobretodo a su queridísimo Hokage, lastima que a él no lo podía tocar, al parecer Kakashi tenía todo bien calculado.

Con el rostro derrotado entró a la mansión que compartía con sus primas y tío, los cuales sabía que desgraciadamente se encontraban en casa en ese momento dando los últimos detalles para la boda de Hinata, ni bien recordó eso su tristeza y frustración aumentó. Su plan era llevar a la castaña como acompañante, tomarla de la mano y mostrarla ante todos, sobretodo ante el clan, quería que se enteraran que ella sería su acompañante no solo por esa ocasión, sino por lo que le restaba de vida, aún cuando algunos seguían insatisfechos con la decisión de contraer nupcias con personas ajenas al clan, estaba dispuesto a luchar por su felicidad, pero al parecer nada de eso podría llegar a hacerse realidad, o eso era lo que su pesimismo le decía...

—Neji-niisan.— escuchó la voz de Hinata llamándole con delicadeza después de que el chico los pasó de largo, apenas mirándoles como saludo, era claro que algo le había pasado—. ¿Estás bien?.

Él volteó y vió detrás de Hinata como su prima menor y su tío le miraban con la misma preocupación, sintió un poco de paz al observarlos, por lo menos sabía que no estaba solo.

—Lo estoy Hinata-sama, no tiene de que preocuparse.— dijo dedicándoles una pequeña sonrisa, pero Hinata no se iba a quedar de brazos cruzados, ya conocía lo suficiente a su primo como para poder leer sus estados de ánimos con solo mirarle a los ojos—. Me retiro.— dijo Neji sin más, Hinata miró de reojo a su padre y este asintió con una pequeña sonrisa que a la vez mostraba preocupación. Así que lo siguió después de unos segundos, tenía que hablar con él, hacerle saber que estaría para él como él lo estuvo siempre para ella, era su turno.

—¿Neji-niisan?.— tocó la puerta de la habitación de su primo, él le abrió de inmediato, sabía a lo que venía, le cuestionaría el porque de su tristeza, Hinata aún no sabía nada de sus sentimientos hacia su "amiga" y compañera de equipo, y tampoco tenía muchas ganas de hablar del tema, pero no quería ser grosero con ella, no podía desquitarse con los demás por sus propios errores y mal carácter, lastima que lo había comprendido muy tarde.

La dejó pasar y cerró la puerta para que nadie más escuchara, se sentó en la gran cama que su tío le había obsequiado y la miró esperando el sin fin de preguntas que suponía Hinata tenía por hacerle.

La chica le miró con vergüenza como era común en ella, sin saber cómo empezar, ya suponía el porque su primo se había puesto de esa manera.
Aunque Hanabi le había comentado que lo había visto muy sospechoso esa mañana, al parecer había ido a la torre del Hokage con un extraño paquete, pero no preguntaría sobre eso, no lo creía importante.

—¿Cómo está Tenten-san?.— el chico se sorprendió de inmediato, esperaba una pregunta del tipo: ¿Qué te pasa?, o, ¿Te sientes bien?, como cuando llegó, pero se había equivocado, no entendía porque había preguntado por Tenten, a menos que...—. ¿Ella se encuentra bien?.— volvió a preguntar Hinata.

—No entiendo porqué me lo pregunta a mi Hinata-sama.— contestó un poco cortante, en su perspectiva podía preguntarselo directamente a ella.

—Lo veo en tus ojos Neji-niisan, sé que que te pones así cuando algo malo le pasa a Tenten-san...— Neji se volvió a sorprender, no creyó que Hinata notará todo con solo mirarle, creía que era Tenten la única que podía hacerlo—. Pero...sé que a ti también te pasa algo, sabes que puedes confiar en mí Neji-niisan.— dijo la chica con una tierna sonrisa mientras colocaba su mano sobre la de su primo para darle ánimos.

Neji le miró de la misma manera, Hinata era una de las personas que más quería, además antes de su arranque de celos había pensado en preguntarle por algún consejo, ella nunca lo juzgaría.

—Yo...la lastimé, me molesté por...cosas insignificantes, y alcé un poco la voz, tal vez no la ofendí con las palabras, pero sus ojos...ella vió todo lo que quería expresar en ese momento, no hice más que arruinarlo todo y es que yo...la amo Hinata-sama, estoy enamorado de Tenten.— dijo el castaño apenado y con la mirada hacia el piso. Hinata abrió los ojos con sorpresa, tenía sus sospechas era claro (en realidad todos sus amigos), pero no creyó que su primo se lo dijera tan directamente.

Alejó su mano de la contraria y la colocó sobre una de las mejillas de su primo para que esté levantara la mirada, en cuanto lo miró directamente a los ojos vió la angustia que lo consumía lentamente, justo como en algún momento ella lo sintió por el rubio.

—Lo sé y no tienes de que avergonzarte Neji-niisan, en realidad me alegra que hayas encontrado una persona con la cual puedas ser feliz, Tenten-san es una chica muy linda...— dijo Hinata de manera materna—. Y no sé realmente que fue lo que le dijiste, pero creo que lo mejor es que te disculpes y hables con ella y no huyas como supongo lo hiciste, y por lo cual estás aún más decepcionado, porque tú no eres así Neji-niisan...— Neji se sorprendió aún más, al parecer Tenten ya no sería de la única de la cual se tenía que cuidar.

Aún así, sabía que Hinata tenía razón, tendría que afrontar a Tenten y dejar de lado aquella actitud tan posesiva y orgullo que tanto lo caracterizaba, aquella actitud que no había hecho más que traerle problemas, pero tenía miedo, miedo a que Tenten lo rechazara y no quisiera escucharlo, miedo a que lo dejara

—No tengas miedo Neji-niisan, sé que Tenten-san te conoce mejor que yo y te escuchará justo como lo estoy haciendo ahora, sin juzgarte y feliz por abrirle tu corazón...estoy segura de que ella sabe que no era lo que querías decir, confía en ella, pero sobretodo, confía en ti, en eso se basa una relación, ¿No?.— dijo la chica nuevamente como si leyera su mente, pero está vez el Hyuga no se sorprendió, por el contrario, agradeció que Hinata lo hiciera, era el impulso que necesitaba para poder levantarse, salir y buscar a Tenten.

La abrazó sin pensarlo, sabía que Hinata era la persona indicada para hablar. La chica se sorprendió, Neji no era alguien muy cariñoso, pero ahora se lo había demostrado sin titubear, no podía creer que en algún momento del pasado Neji la había querido matar, eso ahora no parecía más que un mal sueño, y realmente eso le alegraba, prefería quedarse solo con los buenos recuerdos.

—Gracias Hinata-sama...— escuchó la voz de Neji mientras le correspondía el abrazo con cariño.

—De nada...hermano.

Después de un rato se separaron y Neji salió de la mansión nuevamente en busca de Tenten.

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