CONFESIÓN

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Miró el reloj en cuanto llegaron a las puertas de la aldea, seis de la tarde, se suponía que solo irían un par de horas pero las cosas se habían alargado demasiado buscando todo lo que se les había pedido, pero más aún, comiendo los platillos que sabían no podrían comer hasta pasado un tiempo, tenían que aprovechar.

Izumo y Kotetsu las saludaron sin muchos ánimos y con un semblante aburrido, no los culpó, debía ser cansado estar en ese lugar parados todos los días y más aún con la boda de Naruto a solo unas horas.

Los tenues rayos del sol adornaban el cielo con un hermoso crepúsculo, como una señal de que aquella noche sería igual de hermosa y especial; se preguntaba cómo es que estaría Hinata, esa era su última noche de soltera y era algo que claramente iban a festejar, tanto que en la aldea se habían preparado fuegos artificiales como una probada del gran evento que sería aquel matrimonio.

Pero antes, tenía que verlo, era lo que había estado esperando desde que había despertado aquella mañana, y aunque su día no había salido como habría querido, había aprovechado la ocasión para comprar toda la comida que podía y poder compartirlo con su compañero, al menos quería verlo antes de la fiesta de despedida de soltera de Hinata.

Una gran sonrisa surcó en sus labios con tan solo imaginarse a ambos comer los tan especiales dangos que había comprado especialmente para Neji.

—Debes estar emocionada por ver a Neji.— afirmó Sakura con una sonrisa.

—Lo estoy, sé que a le gustarán.— dijo Tenten refiriéndose a la comida, cosa que hizo sonreír aún más a la pelirrosa, Tenten podía ser un poco distraída.

Después de eso se despidieron, acordando encontrase más tarde, Sakura no objetó nada y la dejó irse sin más, solo llevándose consigo los pergaminos con todo lo que habían adquirido, mientras que Tenten se había ido con uno el cual contenía los alimentos que compartiría.

Sin pensarlo más corrió sobre los techos con dirección a la mansión Hyuga, por lo que sabía, su compañero tendría que estar encerrado ahí, esperaba lo dejarán salir al menos por un rato.

Apenas llegó comenzó a tocar con insistencia esperando no estar interrumpiendo nada importante, para su buena suerte las puertas se habían abierto, dejando ver a uno de los guardias.

—Oh, buenas tardes, me preguntaba si...

—Es un gusto verla de nuevo señorita Tenten.— escuchó la voz profunda pero está vez más amable de Hiashi Hyuga por detrás de los guardias, como si se tratara de un deja vu, pero sintiéndose está vez más segura de sí misma a diferencia de la ocasión anterior.

—Hiashi-sama, el gusto es mío...— dijo inclinándose en una reverencia—. Lamento molestarlos nuevamente, pero me preguntaba si podría hablar con Neji.— expresó Tenten con un tenue sonrojo, cosa que dejó de lado en cuanto notó la expresión interrogante del líder del clan.

—Creí que estaría contigo todo el día.— expresó más para sí mismo, para después volver a dirigir la mirada a la castaña que lo observaba interrogante.

—Tuve que salir de la aldea y acabo de llegar así que solo quería conversar un poco con él...¡le traje comida!— explicó Tenten emocionada y olvidándose por completo de las formalidades, cosa que enalteció al hombre frente a ella.

—Entiendo, pero he de darte la mala noticia de que Neji no se encuentra en casa en este momento.— al escuchar aquello, el rostro de Tenten rápidamente formó una mueca de decepción, no sabía que estaría haciendo el chico así que tendría la ardua tarea de buscar por toda la aldea—. Pero talvez pueda ser de ayuda...— Tenten levantó el rostro para mirarle sin entender hasta que el hombre le sonrió y notó como las venas en sus ojos comenzaban a hacerse visibles, comprendiendo rápidamente a qué se refería, y su sonrisa volvió pero aún más grande—. El monumento de los Hokages...podrás encontrarlo ahí.— dijo sin más desactivando su poder ocular.

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