Capítulo 34

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Al día siguiente me preparaba para ir al instituto al ritmo de la música

Es que me había levantado tan feliz, tan activa que mi mamá me miró raro mientras comía.

Llegué al instituto

—Que extraño…—digo llegando al instituto

No hay nadie

Esperen un segundo

— ¡Pero si hoy es sábado!—dije mirando mi celular

Con razón mi mamá me veía tan raro.

Me devolví a mi casa, todavía sin entender cómo es que olvidé que hoy era sábado.

Bueno, aunque tampoco me extraña, después de la noche que tuve ayer.

Sonreí inconscientemente.

Es que fue tan hermoso todo anoche, tan especial.

Mientras fantaseaba con los besos de un muy apuesto héroe felino, alguien me llamó

— ¡Hola ___!—me saludó una voz aguda.

—hola Rosita, ¿cómo estás?

—bien, también pensaste que hoy era Viernes, ¿verdad?—yo solté una risa delatadora y asentí— ¿quieres caminar por ahí? Siento que soy la única que no ha podido conocerte mejor—me sonrió

—por supuesto Rose—le sonreí.

Caminamos un rato hablando de trivialidades hasta que volvió a llegar a mi mente el beso.

¿Cuánto pasó esta vez?, umm, ¿Cómo 5 minutos? Vamos a ver si puedo romper mi récord y llegar a 10.

—oye Rose, te tengo una pregunta ya que sabes mucho del amor y eso…

— ¿Estás enamorada?—preguntó emocionada dando pequeños saltos.

—ehm si, ¡digo no! Es decir… es algo que le pasó a una amiga y me pidió ayuda pero yo no sabía como aconsejarla y te estoy pidiendo ayuda a ti—hablé rápidamente

… ¿qué?

No es por nada, me cae bien Rosita, pero es tan ciega—como todos aquí—que capaz y se lo cree

— ¡oh! ¿Qué le pasó?—me preguntó

—es que… hay un chico que le gusta, y ella cree que también le gusta a él, y tiene una amiga que le gusta el chico desde un poco más que ella, y no sabe que hacer porque no quiere lastimarla, pero un señor muy sabio le dijo que no maltratara sus sentimientos—divagué—, y simplemente no sabe que hacer. —me encogí de hombros tratando de restarle importancia a mis palabras

—bueno…—ella puso su mano en su mentón—si ambos se gustan, no veo por qué no pueden estar juntos, y si ella es su verdadera amiga lo entenderá, aunque sea con el tiempo.

Yo asentí entendiendo sus palabras

—gracias Rosita, ella estará muy feliz de escuchar eso—le sonreí

Bastante feliz diría yo…

Vimos que varias personas rodeaban a alguien.

— ¿Qué sucede allá?—pregunté

—oh, creo que Ladybug salvó a unos trabajadores, menos mal que el villano no atacó esta vez por aquí—yo asentí—oye, ¿te gustaría ir a la función del papá de Mylène? Es mimo, y hace un maravillosos trabajo, ¡lo he visto!—exclamó Rose

—por supuesto, puede ser divertido.

Seguimos hablando hasta que decidimos que era mejor irnos y nos despedimos.

Como Un Astro (Chat Noir/Adrien Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora