Capítulo 17

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—¡detente Alix! ¿qué estás haciendo?—le preguntó Marinette

—Ahora mi nombre es Quiebratiempo. Y volveré en el tiempo a salvar mi reloj, usándolos a ustedes para hacerlo.

—¿volver en el tiempo? ¿qué le hiciste a Kim, por qué se desvanece?—Le preguntó la azabache, mirando al nombrado.

—necesitaba su energía. Además, el tipo era un fastidio con sus apuestas. Merece desaparecer para siempre, ¡igual que tú!

Marinette le tira la pancarta en la cara, y sale corriendo.

Yo siempre hago eso, le tiro lo que tengo en la mano a la persona que me esta molestando y salgo corriendo.

Y como todos estaban corriendo y yo como la cobarde que soy, pues también corrí.

_____

—¡ow, que asco!—exclamé cuando a la cabeza de Stan le estaban saliendo patas de araña.

(…)

“—Richie,—Eddie se volteó— se fue amigo.

— Espera…Siéntate—le pidió a la perrita, ella lo hizo—ay, que lida

—¡que linda perrita!—exclamó Eddie sonriente”

—¡estúpidos Eddie y Richie, no se acerquen al perrito de “no da miedo”, es un monstruo!—regañé a los de la pantalla.

(…)

—¡Un mundo iDEAAAAAAAL, TAN DESLUMBRANTE Y NUEEEVO HOOOOOY...!

(…)

—THEN YOU BE LEFT IN THE DUST, UNLESS STUCK BY YA, YOUR THE SUNFLOWER!—Cantaba y bailaba al son de la música.— YOUR THE SUNFLOWER...!

Caí en el piso con una pose roquera al terminar de cantar el Soundtrack de Spiderman.

Lizz

—¡Ay Dios, ay Dios, ay Dio...AHHH NO, NO ME TOQUE.. AHH!

Okey, Ladybug por accidente me enredó con su yoyo, y ella se enredó con Quiebratiempo y las 3 volvimos al pasado.

Nada nuevo, me pasa cada día.

—wow, ¿Qué pasó? ¡wow! Ay, hemos regresado en el tiempo. ¡no puede ser! Ay, lo siento Lizz, es mi culpa—dijo desenredándome.

—disculpada—dije sonriendo—tengo que irme.

Me fui a la casa de ___, la mamá me dejó entrar.

—¡UN MUNDO I...!

—¡Hola!

Ella gritó

—¡NADA! yo... No... Estaba haciendo nada—se excusó avergonzada—¿Qué haces aquí? Pensé que estabas con…—ella jadeó con sorpresa—¿eres del…?—yo asentí, ella empezó a chillar.

—¡dime!, ¿en dónde estoy yo?—preguntó buscando a mis lados.

—tu no estuviste en peligro, pero esta vez yo si, tu te quedaste…—miré la computadora, en ella estaban pasando una parte de Aladdin—viendo películas

—gracias a la Virgencita—dijo persignándose.

Nos quedamos hablando un rato más hasta que unas mariquitas me rodearon, nos despedimos rápidamente y las mariquitas me transportaron al trocadero de nuevo.

Después invité a ___ al parque y nos la pasamos ahí la próxima media hora.

—¡hola chicas!—saludó alguien atrás, ___ cerró los ojos con fuerza al escuchar su voz

Como Un Astro (Chat Noir/Adrien Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora