Lo sucedido en Halloween dejó muchas consecuencias en la ciudad, el incompetente gobierno trabajaba lentamente; todos culpaban a los carteles, mafias, narcos, etc. Aún así las investigaciones mediocres no arrojaban nada; y los que sabían la verdad debían estar en silencio.
A pesar de que habían pasado literalmente semanas desde el problema, las cosas se habían agudizado; desde que las investigaciones comenzaron había menos permisos para salir, creaban peligros en cualquier cosa, o incluso rondaban vídeos de supuestos miembros de carteles conocidos diciendo que estaban listos para la guerra. Saúl había perdido su tranquilidad, sus sonrisa desnuda había quedado cubierta de nuevo a causa de estrés.
Mauricio tenía pesadillas que habían reducido con el tiempo, pero seguían haciéndole guerra a sus ojeras, Frankie y Nadia pasaban por lo mismo. Por lo menos el maestro Lubo se preocupaba por ellos, les preguntaba como estaban cada vez que los veía y se ofrecía para cada cosa; claro separaba lo personal de lo profesional, una vez Vladimir intentó excusarse con lo ocurrido para no entregar un proyecto, no hace falta decir que terminó terriblemente.
—Rojas, le daré el día de mañana para entregar el proyecto, pero ambos sabemos que usted no estaba ahí —él era un maestro amable, pero esa vez estaba realmente molesto—. Puede salir, Mariscal, Rosas, Bueno, sientense.
Ellos obedecieron temiendo por conocer otra faceta desconocida del profesor Lubo.
—Muchachos, saben que no pueden decir nada —miró a Mauricio— a ti te confiaron un secreto y les dijiste a ellos, que ustedes sepan no me preocupa, me preocupa que no sepan guardar el secreto, y que aquellos dos pudieran decir algo; ahora, hay alguien más en juego que es Adán, claramente aún no sabe controlar a la bestia, no lo dejen solo; esta ciudad es muy vacía, no había visto otro lobo desde antes que mi hermano falleciera, verlo a él y a Saúl fue como un milagro. Entiendo que quieran hablar y que no puedan con tanto, pero en vez de recurrir a terceros hablen entre ustedes, hablen con Saúl, con Dante, o conmigo incluso; peor ya no lo esparzan —hubo un silencio—. Pueden irse, cuidense mucho.
El profesor tomó su maletín y abandonó el aula.
Al transcurso de la semana después de ese desastre Adán hablaba más, precisamente con Mauricio; comentaba sus fotos, se saludaban al llegar, incluso lo "chuleaba" en veces, cualquiera pensaría que algo nació en ambos. Incluso, uno de los dos podía llevar con ello desde hace tiempo.
Los narcos no dejaban a Saúl en paz, reconocía las camionetas polarizadas que lo esperaban fuera de las calles de la universidad, y cuando estas comenzaron a acercarse a casa de Mauricio.
Al final las semanas pasaron, Diciembre estaba recién comenzando, Saúl volvería con su familia por las fiestas (además de que ya estaba cansado y necesitaba un tiempo) y Mauricio estaría e casa disfrutando unas merecidas vacaciones de un semestre tan pesado; era la ultima semana de clases de ambos, estaban sumidos estudiando y entregando proyectos finales.
Saúl esperaba a sus invitados mientras veía en su celular las fotos que estaba por mostrar, pensando como controlar las cosas si salieran de control. En cuanto los asistentes llegaron a ese café pequeño y solitario se tomaron el tiempo para saludarse, y ordenar.
—¿Qué nos querías decir? —preguntó Aristóteles Lubo.
—Me iré en unos días, y me preocupa que Mauricio esté solo; la gente que me busca... están acercándose a la casa, me preocupa que no pueda defenderse —razonó Saúl.
—No debiste hacer que entrara en esto —dijo Aristóteles Lubo con honestidad.
—Él tenía que estar dentro —Dante interrumpió— algo viene, y Mauricio es vital.
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Leyendas
AdventureSaúl y toda su comunidad son perseguidos por una especie de cazadores, él harto del problema termina en Cd. Obregón, Sonora; donde se vuelve inquilino en casa de los Bueno, una familia totalmente diferente a la suya. Por su parte Mauricio recibe la...