Prólogo

982 41 0
                                    

—¡No por favor no te lo suplico!

Una mujer grita mientras aquel hombre que se dice llamar su esposo la lanza contra la cama poniéndose sobre ella arrancándole cada prenda de su cuerpo mientras ella lucha.

—¡Mas te vale que dejes de luchar! — el hombre la sujeta con fuerza del cuello —Te mato si intentas hacer algo, ahora eres mi esposa.

—Carlos por favor.

Pero el ignora las suplicas de aquella mujer que solo llora en silencio mientras aquel hombre le quita lo que ella tanto había cuidado para así entregarse al hombre que la amaría y protegería por el resto de su vida. Al terminar la joven su cubre con las sábanas que están manchadas de sangre.

—Espero que con esto sea suficiente para que me des un heredero no quiero volver a tocarte otra vez.

El tiempo paso y ella queda embarazada pero nunca pudo disfrutar de las etapas ya que siempre fue humillada por su marido, lo único que la mantenía cuerda era saber que sus bebes estaban creciendo sanamente y si, ella estaba esperando trillizos. Una tarde ella estaba caminando por los largos pasillos de su casa cuando vio a su esposo en brazos de otra mujer y eso le rompió el corazón tanto que entro en labor de parto.

—¡Carlos los bebes ya vienen!

Él va corriendo hasta ella para tomarla entre sus brazos —¡Prepara el auto, nos vamos al hospital! Mas vale que no te mueras Fernanda que quiero a esos bebes fuera de ti.

Por primera vez Fernanda se sintió protegida al ver que al hombre con el que se caso a la fuerza la cuidaba y la llevaba en sus brazos, aunque en el fondo ella sabia que solo le interesaba los bebes que llevaba en su vientre.

Fernanda por fin tenia a sus pequeños en brazos los cuales al ver iluminaron su vida y le dieron aun mas fuerzas para vivir. Pero su momento de felicidad fue interrumpida al ver a Carlos entrar en la habitación.

—¿Qué son? — el hombre se acerca a ella para mirar a sus hijos, creo que incluso se pudo observar una pequeña sonrisa en su rostro.

—Dos varones y una mujercita— ella los abraza con fuerza —Por favor Carlos, no me separes de ellos.

Carlos se acerca para darle un beso en la frente y le susurra —Jamás te separaría de ellos no soy un monstruo, pero tu si te separaras de ellos mi amor.

Reparto

Reparto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐏𝐞𝐫𝐫𝐨 𝐅𝐢𝐞𝐥 | 𝐂𝐨𝐥𝐢𝐧 𝐒𝐩𝐞𝐧𝐜𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora