C A P 7

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Izel

—¿Tengo hermanos abuelo?

Le hago esta pregunta al viejo que solo deja su café en la mesa y me mira fijamente en sus ojos puedo ver sorpresa pero también tristeza.

—¿Por qué preguntas eso?— se acomoda en una silla.

—Porque hace poco tiempo me encontré con dos chicos que se parecen mucho a mi ¡casi idénticos! —también me acomodo en una silla sin dejar de mirar a mi abuelo —Por favor abuelo dime la verdad.

Mis ojos comienza a derramar lágrimas y esa es la debilidad de mi abuelo, que me vea llorar lo derrumba por completo y es exactamente lo que está ocurriendo ahora. El se levanta para ir a su cuarto parece que va a buscar algo.

—Tu madre antes de irse logró tomarse una foto con ustedes tres.

Abuelo me pone una pequeña caja frente a mi donde al abrirla veo algunas fotografías y entre todas hay dos que llaman mi atención: en una está mi mamá de joven sonriendo a la cámara y en otra está en un hospital abrazando a tres bebés.

—Cuando fui a verla ella ya no estaba pero me dijeron que te habían dejado en una de las cunas y a tus hermanos se los llevaron.

Miro de nuevo las fotos para ver si encuentro algo inusual —¿Qué paso después de ese día?

—Busque y busque, quería encontrarla... pero luego me llamo la policía para decirme que la habían encontrado muerta en el río.

Carlos

—Tienen una hermana chicos y es gemela de ustedes dos.

Mis hijos de quedan impresionados con la noticia pero no tanto como yo esperaba, Daryl mira a su hermano y luego a mi.

—Hay una chica que trabaja con Matt que es idéntica a nosotros, tal vez ella sea nuestra hermana.

—¿Saben cómo se llama?— pregunto recargándome en mi silla.

—Su nombre es Izel Gaitan, recién llegó a la ciudad— Matt levanta la mirada hacia mi —¿Entonces mamá y tú abandonaron a su hija?

—Ustedes no son hijos biológicos de su madre, antes de ella conocí a otra mujer que los abandonó y luego apareció muerta supongo que pago por el pecado de haberlos dejado y también a su hermana.

Mis hijos parecen perturbados por lo que les acabo de decir, saco una foto de ella esta fue la única que le tome durante el tiempo que estuvimos juntos, se las entrego y ellos la miran muy detenidamente.

—Izel se parece mucho a ella al igual que nosotros —Matt levanta la vista hacia mi.

—Quisiera conocer a esa chica, lo más probable es que ella sea su hermana menor.

Mahia
—Tu madre de enamoro de un hombre llamado Carlos Ortega y se casaron a mis espaldas.

Mi abuelo me cuenta lo que el supo mientras mi madre estaba en las garras de mi padre y me llenó de rabia al enterarme de todo lo que él le hizo, mi mente divaga y por un momento pienso que el es el asesino de mi madre pero decido mejor guardarme esta idea hasta encontrar las pruebas suficientes.

Mi primo aparece abriendo la puerta de la casa con una sonrisa boba en sus labios, veo marcas de besos en todos lados de su cara.

—No preguntaré nada —añade mi abuelo levantándose de la mesa.

El se acerca a mi lado y un olor a perfume de mujer invade mis fosas nasales un momento, este aroma lo conozco.

—¿Por qué hueles al perfume de Elizabeth?— le pregunto levantando una ceja.

El se pone nervioso —B-Bueno Izel, este perfume está de moda ya sabes muchas chicas lo tienen.

Asiento varias veces haciendo una mueca, me levanto para irme a mi cuarto a dejar la pequeña caja que mi abuelo me dio, una vez la pongo dentro de un cajón tomo una bolsa con pastillas de colores e ingiero una para darme energías.

—Es la última vez lo prometo — me miro en el espejo observando las enormes ojeras que tengo en el rostro.

—¡Izel te buscan!

Bajo corriendo las escaleras y casi me rompo la madre pero llego a salvo a la entrada, me siento más animada ahora pero ese animo se va al ver a Colin de pie en la puerta.

—Hola Izel, no contestabas tu teléfono así que vine a hablarte sobre el proyecto que tenemos.

—Eh si, pasa por favor.

Los dos hombres de mi familia me miran con una sonrisa burlona en sus labios yo les hago una seña de que se larguen y me dejen sola a lo cual ellos hacen caso aún burlándose, me siento en la sala invitando al peli negro a hacer lo mismo.

—Leí todo lo que me entregaste y tengo una idea de lo que puedes hacer —me mira un segundo y luego desvía la mirada —Si estás de acuerdo.

Asiento varias veces —Si, si claro —me pongo la mano en la frente y cierro los ojos unos segundos.

—¿Te sientes bien Izel?

Colin de acerca demasiado a mi casi puedo sentir su respiración en mis labios siento como me pongo caliente, creo que es por la adrenalina que la pastilla me está provocando.

Colin
Tengo deseos de tocarla pero tal parece que la trata de evitar tener contacto conmigo, veo sus ojos que están rojos, bajo la mirada por un momento y me doy cuenta de las marcas de inyecciones en sus venas del antebrazo.

¿Colin?— levanto la mirada para encontrarme con los ojos color avellana de Izel.

—...Bésame.

Sin más hago caso y mis labios chocan con los suyos, la atmósfera en el ambiente ha cambiado puedo sentir un calor muy agradable aparecer. Sus manos se abre dan en mi cabello y las mías envuelven su cintura, no quiero que esté momento termine, quiero quedarme aquí para siempre.

𝐏𝐞𝐫𝐫𝐨 𝐅𝐢𝐞𝐥 | 𝐂𝐨𝐥𝐢𝐧 𝐒𝐩𝐞𝐧𝐜𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora