C A P 1

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Izel

Me muevo incomoda en el asiento el avión, pero acomodo de todas las maneras posibles, pero no encuentro mi lugar la mano de mi abuelo me toca la rodilla para llamar mi atención.

—Pareces una lombriz hija deja de moverte, nunca había visto a una joven ponerse así en su cumpleaños.

—Me inquieta que los años sigan pasando y yo sin haber cumplido mi sueño. Si tan solo mama estuviera aquí.

La mano de mi abuelo acaricia mi mejilla—Ella está aquí hija, aunque no la veas, su espíritu esta con nosotros.

Sujeto con fuerza la cadena que estaba alrededor de mi cuello cuando el abuelo me encontró en su puerta, no sé qué ocurrió con ella, pero lo que si se es que alguien le hizo daño y aunque no se lo dije a mi viejo yo buscare venganza.

—Me alegra que te hayan ofrecido un puesto como directora creativa en Nueva York.

—No se si seré capaz abuelo, he tenido demasiados altibajos.

—Izel eso quedo atrás estoy seguro de que lo harás bien.

Le doy una sonrisa de lado a mi abuelo quien ha sido mi soporte desde que mamá se fue y conforme crecí me di cuenta de que ella me hizo demasiada falta y cometí demasiado errores, pero ahora puedo comenzar de cero en una nueva ciudad donde nadie me conoce.

[...]

Aterrizamos y nos bajamos del avión hasta llegar al aeropuerto donde muchas personas me miran o mas bien a mis ojos que son de color azul y ámbar. Pedimos un taxi que nos lleva al área de Manhattan donde compre un departamento, al entrar en el admiro lo hermoso que es y el enorme ventanal que tenemos nos da una bella vista de gran parte de la ciudad. Escucho la puerta abrirse y veo a un enorme tipo entrar que nos muestra una enorme sonrisa.

—¡Pero si es mi prima y mi abuelo!

Mi primo Max extiende sus brazos viniendo hacia mi para abrazarme con fuerza casi sacándome lo qu desayune en el avion, intenta hacer lo mismo con el abuelo pero este lo frena en seco.

—Ni se te ocurra hijo te golpea esa linda cara que tienes.

—Por favor no, con este bello rostro conquisto a lindas chicas— levanta sus cejas mientras yo me rio.

Al igual que yo el también es huérfano, su madre desapareció cuando el tenia cinco años y se crio conmigo asi somos hermanos.

—¿Quieren ir a comer?

—Yo me quedo a descansar, pero te puedes llevar a Izel.

—¿Abuelo descansando? Creo que por fin la edad te esta afectando viejo— mi abuelo le lanza una mirada asesina a Max.

—Acepto ir a comer, sirve conozco la ciudad, aunque sea un poco— tomo mi chamarra y me despido de mi abuelo.

Nos subimos en su auto y partimos hacia un restaurante mexicano que según Max tiene la sazón de nuestro hogar, al llegar entramos y me sorprendo porque se parece mucho a una fonda que estaba cerca de casa, nos sentamos y pedimos algo de beber. Aprovecho para sacar mi libreta y dibujar algunas personas que llaman mi atención.

—Veo que tu obsesión por dibujar sigue ahí primita.

—Claro, debo aprovechar que aquí gente más interesante, además es parte de mi terapia.

—¿Por qué no estudiaste una carrera de arte? — dejo el lápiz para centrar mi atención en Max.

—Porque no va a alimentarme, además con el historial que tengo nadie me hubiera contratado.

—Entonces ¿Cómo conseguiste trabajo en esa empresa? — me rasco la nuca tratando de encontrar una respuesta ante el rostro interrogativo de Max.

—Tuve ayuda.

Colin

Por fin después de largas horas de ensayo hemos terminado, me quito la camisa dejando ver mi cuerpo sudoroso y noto la mirada de Elizabeth que me come con la mirada y yo me acerco para darle un beso en sus labios.

—Te vez tan sexy amor— mi chica acaricia mi cuerpo.

—Siempre me veo sexy gatita.

Me acerco a mis amigos que beben agua o se quitan algunas prendas de ropa, el calor del garaje es infernal no entiendo como no le he puesto un aire acondicionado a este maldito lugar.

—Hermano necesitas urgentemente aire acondicionado— exclama mi amigo Adam que se moja con el agua de su botella.

—Si eso estaba pensando cuando nos paguen arreglare este lugar.

—¿Ya saben quién será la nueva directora creativa de la empresa? — Doris pregunta.

—Aún no lo sé, pero escuché rumores de que viene de la frontera con el Paso Texas.

—Un latino, dicen que son muy guapos y mas si son mujeres— mi amiga dice mirando a mi chica con una sonrisa.

—Si es mujer más le vale no coquetear con mi Colin, si no la mato.

—Tranquila gatita, ninguna mujer me separara de ti— la beso con pasión.

Escucho como alguien tose interrumpiendo nuestro beso, mis amigos nos miran sonriendo, saben que estamos muy enamorados, aunque estos últimos meses hemos estado muy ausentes en la relación cada quien se enfoca en lo suyo, pero debe ser una etapa, escuchamos un teléfono vibrar, es el de Elizabeth y ella se va contestando la llamada no sin antes lanzarme un beso.

—Le han estado marcando muy seguido ¿no les parece? —añade mi amiga.

—Vamos nena seguro deben ser sus amigas, ya sabes que ella es muy social— dice Adam mirando a nuestra amiga.

—No me digas nena pedazo de mierda.

Todos reímos y miro a mi novia venir a nosotros disculpándose —Era mi amigo del trabajo quería que le confirmara sobre el pedido que hicimos para este viernes.

—Parece que tú y Max van bien en su bar— digo mientras me siento en una caja.

—Si, es un sueño para los dos.

En ese momento escuchamos la puerta abrirse y sorpresa es Matt que nos sonríe juguetón, parece que viene con buenas noticias.

—¿Adivinen quien obtuvo el número de teléfono de una bella dama?

—¿Tu hermano? — dice Elizabeth mirando a Matt.

Él se hace el ofendido y todos reímos, después de la risa él se pone modo serio y nos enseña la foto de la chica.

—Wow que bella es, sí que tienes suerte amigo— exclama Adam abrazando a nuestro amigo.

—Mucha suerte y es rubia justo como me gustan.

Yo me quedo mirando a mis amigos para luego ver a mi chica que se va no sin antes lanzarme un beso de despedida al cual yo respondo con una sonrisa, en serio tengo demasiada suerte de estar con alguien como ella.

𝐏𝐞𝐫𝐫𝐨 𝐅𝐢𝐞𝐥 | 𝐂𝐨𝐥𝐢𝐧 𝐒𝐩𝐞𝐧𝐜𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora