¿a quien estas mirando? /yungblud

12.Douze

Estaba en casa esperando a dom, la verdad no sabia ni como explicarle bien, estaba muy nerviosa.

Dom llegó, y empeze a contarle todo lo que escuché.

-que hacemos? No podemos quedarnos a esperar a que nos pillen! - dijo dom en un tono de preocupación.

-la verdad esque no se que hacer.. - dije yo con un tono de decepción.

-scar, escapemos... Vallamos a un lugar a empezar de 0... - dijo el hagarrando mis manos.

Lo mire con un poco de miedo y seguidamente negué con la cabeza.

-dom, no saben quién fue y no tienen prueba contra nosotros... Aparte, aquí esta toda nuestra vida hecha.. Y.. Y.. - dije para luego ser interrumpida por el.

-mientras estés conmigo juro que siempre estarás asalbo, estoy dispuesto a irme contigo dejando todo atrás y es verdad que no tienen pruebas ahora, pero quien dice que no las tengan en un futuro próximo? - dijo el en un tono suave.-ven, vámonos a un sitio que te quiero mostrar - dijo para hagarrarme de la mano y sacarme de casa.

En el trallecto iba abrazada en su espalda, estabamos en la moto y gracias a eso pude respirar aire puro mientras pensaba en lo que me dijo, estaría bien irme después de todo?
Es verdad que hoy no tienen pruebas pero y si en un futuro las llegan a tener?..

Llegamos a un prado verde iluminado por el poco sol que había, dom cogio una pequeña sabana de la moto y la puso en el suelo nos sentamos y vimos el amanecer. Hablábamos de muchas cosas, a pesar de lo que estaba pasando el tenía el poder de distraerme y alejarme del mundo que me rodeaba.

Estábamos acostados mirando la luna que acababa de salir, estábamos en silencio hasta que dom se giro hacia mí y empezó a mirarme fijamente.
Lo hacía con dulzura, me gire hacia el.

-porque me miras raro? - dije después de este gesto.

-raro? Porque? - dijo el extrañado.

-porque me miras como si realmente te importara.. - dije despegando mi vista de él para mirar el cielo ya oscuro.

Me ha garro la cara - que te hace pensar que no me importas? - dijo el acercándose a mi.

Yo solo le sonreí tristemente.
Me siguió mirando pero está vez se levantó un poco y se subió encima de mi para darme un pico y luego sonreírme, lo mire y me reí.
Dejó caer su peso y me tiro con el por una mini cuesta de hay.
Al caer nos reímos y nos volvimos a tumbar en la sabana.

Pasamos toda la noche en ese campito.

En la madrugada volvimos a casa, por la mañana pensaré que hacer...

Cortoooooooo, perdoooonnn..