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Narra Izuku adolescente
Por alguna razón, me sentía avergonzado, nuevamente, no era tanto por mi actitud, sino por mi físico.
Una persona había dicho "La belleza del cuerpo muchas veces es indicio de la hermosura del alma"
Sus palabras llegaron a mi mente en el momento en el que vi mi reflejo en el espejo del vestidor, tanto en mis brazos y espalda habían muchísimos hematomas que me hicieron sentirme como un ser completamente desagradable. Todoroki-kun de esta época ya no tenía la cicatriz en su lado izquierdo del rostro, yo era el único marcado de la piel.
—¿Ya estás listo?—
—N-no me hace falta una prenda por probarme—traté de ocultar mi temblorosa voz pero se que había sido una idea tonta, era muy malo escondiendo cosas.
—Bien, cuando salgas separa la ropa que te gustó y la que no—
—Si—
Me estaba poniendo la ultima prenda cuando de la nada sonó un celular, empecé a esculcar entre la ropa, que ya llevaba puesta antes de entrar en la tienda, pero nada, no era el celular que me había dado Todoroki-kun. Me sentí como un tonto por que quien me llamaría, solo podría ser Todoroki-kun pero él estaba a lado, no tenía mucho sentido.
—Hola señor...no, aún no puede dar clase—¿ a que referirá?¿no estará hablando de mi cierto?—...no lo sé es un asunto delicado...—luego suspiró— está bien... pasaré por su casa para recogerlo... bien, hasta luego—
Terminándome de medir la ropa, me cambié como estaba antes, separé la ropa como me dijo Todoroki-kun y salí topándome con él
—Vamos— tomó la capucha que traía y me la puso ocultando mi rostro, con la capucha.
A la hora de pagar fue incómodo, todas las mujeres tanto las que estaban en la fila como las que cobraban, miraban coquetamente a mi acompañante, sentí por un momento una molestia enorme, ¿acaso esto es lo que llaman celos?
—¿Algo más Señor Shoto?—
—Agregue a la cuenta un balón y unos guantes de Box de 8 onzas— me extrañó lo que agregó a lo que nos íbamos a llevar, 8 onzas no era tanto, obviamente no eran para mi, esa medida era algo pequeña para mi.
—Claro que si, escoja el modelo que quiera para los guantes y el balón—nos mostró en la pantalla de su computadora diferentes estilos.
—Para el balón este y los guantes este— el balón que escogió era blanco con espirales con diferentes tonos, los guantes eran negros con una calavera en el centro.
—Muy bien— de la nada la chica sacó de un almacén que tenía detrás lo que le pidió Todoroki-kun—aquí está— guardó todo en bolsas separadas, en la primera estaba mi ropa y la otra llevaba los demás objetos, pasó la tarjeta de Todoroki y agradeció por su visita.
