Día 31: Tema libre ~Propuesta~

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Fargan entró en la casa con cuidado, tratando de hacer el menor ruido posible para no ser escuchado, a pesar de saber que no había nadie en la mansión. Normalmente se sentía cómodo ahí, se había convertido en su hogar, pero después de esa noche la construcción le parecía imponente, intimidante, tanto como su dueño, el que la construyó, y no ayudaba que cualquier ruido resonase por todas las estancias, eso le ponía los pelos de punta, como si al mínimo sonido la estructura fuese a despertar de su sueño para atacarle por perturbar su descanso. El búho estaba nervioso, alterado, se mordía el labio, mirando a su alrededor constantemente como si esperase ser atacado de repente mientras caminaba por los pasillos, como si de la oscuridad de los rincones acechasen enemigos invisibles, a pesar de estar en la seguridad que ofrecía la casa. En sus manos retorcía la máscara de su traje de la Hermandad, incapaz de dejarlas quietas en su camino a la cocina, quería servirse algo de beber para calmar los nervios y la ansiedad mientras esperaba al dueño, había sido una noche algo difícil, no era de extrañar que estuviese tan alterado. No le importó que aún llevase el traje cuando se sentó a la mesa con un vaso de leche, sentía que su estómago no aguantaría algo más fuerte en esos momentos de tensión. Espera pacientemente sentado a la mesa con su vaso, sus pensamientos giran a toda velocidad en torno a lo que le dirá cuando aparezca mientras el miedo amenaza con congelar sus entrañas, porque hay una sola cosa que tiene claro: No puede perder a Vegetta, el amor de su vida.

Lobo Nocturno siempre había sido el rival de la Hermandad Oscura, pero desde que Rubius se hizo más cercano al pelinegro, la situación empeoró, se hizo más tensa, especialmente cuando el oso descubrió su identidad al sentirse culpable por un atentado a la casa del ojimorado que se fue de las manos. Por supuesto, Willy se puso furioso en cuanto se enteró, ordenando al otro albino que trajese información valiosa de Vegetta, amenazándole con matar a Nieves y a todas sus mascotas si no lo hacía, y más le valía que volviese con algo que mereciese la pena. Fue así como descubrieron que Vegetta era su más odiado rival, Lobo Nocturno. A partir de ahí, fue fuego a discreción por parte de ambos bandos, haciéndose la vida imposible a base de explosiones, minas y trampas por ambas partes, el ojimorado no se quedaba atrás, pues estaba furioso por todas las jugarretas de la Hermandad, aunque iba con desventaja, pues solo sabía la identidad de uno de ellos, y era justo la del que no quería herir.

Fargan ya era pareja de Vegetta cuando todo esto ocurrió, pero nadie lo sabía. No puede negar que estuvo un poco celoso de Rubius cuando empezó a pasar más tiempo con su novio, en parte por eso accedió a atentar contra su casa y propiedades, nunca contra su integridad, pero eso no era lo que le preocupaba, lo que más le preocupaba era el bienestar de su amado, si Willy se enteraba de que eran pareja seguro que trataría de convencerlo para que le manipulase, y no estaba seguro de poder negarse si llegaba a amenazarlo, ese albino sabía dar donde más dolía, por eso trató de ocultar su relación, por eso no se negó a los atentados. Ni siquiera se enfadó cuando supo su identidad secreta, solo se preocupó aún más, rezando a los dioses para que saliese lo más ileso posible de sus peleas contra la Hermandad, aunque eso significase que él mismo acabase herido de gravedad.

Entonces Willy tuvo una idea, y se la comunicó esa misma noche, tras una pelea contra su tan famoso enemigo de la que salieron mejor parados a lo que estaban acostumbrados. Le dijo que echarían a Rubius de la Hermandad, pero no solo eso, si no que reclutarían a Vegetta en su lugar, pues había demostrado tener un lado bastante oscuro, además de su habilidad para mantener identidades secretas. Fargan solo pudo tragar saliva mientras asentía. No estaba seguro de que su pareja fuese a aceptar, una cosa era robar y otra cosa era atentar y herir a gente, pero tendría que hacer todo lo posible para convencerlo, no le quedaba de otra.

Se sobresaltó cuando escuchó la puerta de entrada cerrarse de golpe mientras alguien entraba maldiciendo entre dientes, había estado demasiado perdido en sus pensamientos como para darse cuenta de que Vegetta estaba atravesando el jardín. Respiró profundamente un par de veces para darse valor, rezando a los dioses para que todo fuese bien, no podía perderle, no sabía que haría si lo hiciese, prefería que de la ira lo matase a que lo abandonase.

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⏰ Última actualización: Aug 31, 2020 ⏰

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