Cap.7

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Había despertado por la noche y Arata había desaparecido de entre mis brazos, como consuelo tenía una almohada entre mis brazos y una nota.
"Tuve que regresar a casa, si necesitas algo puedes mandarme mensaje, estaré con Kuroko, hoy salía temprano del trabajo así que no le dejé comida suficiente para todo el día, espero descanses mejor. Arata.K"

Ahora que me daba el tiempo de leer su excelente caligrafía al leer su nombre abreviado con una simple "K." me daba cuenta que no sabía su nombre, él tampoco sabía mi nombre y sentía que eso era realmente importante entre nosotros.

Había hablado a pesar de no querer causar problemas, terminé hablando y preguntando el porqué y aunque no pude verlo llorar noté que sus ojos habían enrojecido, su voz se volvió suave y ronca, no pude evitar sentirme culpable, lo estaba presionando a decir las cosas pero ahora me pregunto si él hubiera seguido así a pesar de verse tan mal, no sabía qué era lo que lo tenía  tan mal, pero podía decir que escucharlo decir que me extrañaba me hacía sentir tranquilo, tranquilo de pensar que no era el único con ese sentimientos de soledad, no lo entendía pero su mirada era intensa, mientras comía él me observaba, aunque me giraba a verlo él no conectaba su mirada con la mía, simplemente se disponía a verme hasta que algo por la ventana llamó más su atención, me sentí inquieto, nervioso, nadie me había observado tan detenidamente, como si tratara de pintarme a detalle.

Suspire cuando la campana sonó  era mi descanso del medio día y tendría tiempo de hablar con Arata sobre algunas dudas, en la escuela era distante y distraído pero esta vez en cuanto le he hablado ha venido a mí, entregándome toda su atención, me ayudó y escuchó, bromeó un poco, pero podía notar que pensaba demasiado y se reía poco, las cosas estaban tranquilas pero incluso después de que ambos dormimos bien la noche anterior él no decía nada sobre lo que hablamos, cuando me dijo que necesitaba tiempo decidí que se lo daría, pero, cuánto tendría que esperar hasta que pudiera contarme?, lo vi alejarse con la misma chica con la que ha estado, sus manos volvieron a entrelazarse por exigencias de la más pequeña, no parecía incomodarse, tampoco parecía tener intenciones de soltarla y pienso que quizás sea su novia, tal vez sus problemas sean por ella, noté como mi estado de ánimo había empeorado de alguna manera en algun punto del día, pero no podría especificar el momento, tenía sueño había pedido un descanso del trabajo y mi jefe me había dado una semana, no me negué pero no sabría qué hacer con una semana, él dijo que estaba bien ya que igual había estado trabajando más duro que sus demás trabajadores, le agradecí pero una semana.

-Mi jefe me dió una semana de descanso -Dijo repentinamente el contrario- dijo que me lo merecía por las horas extras y tratar con los clientes de mal carácter con la profesionalidad requerida -parpadeo varias veces, habíamos estado llenos de momentos mutuos por separado.

-Me dijeron lo mismo -Alzó ambas cejas viéndome sorprendido.

-Parece que estamos destinados, no es así Kenta? -lo escuché reír- creo que pienso eso desde el día en que te vi -no dije nada, sólo me reí un poco subiendo a la moto y abrazandolo, "destinados", no es eso demasiado extraño de decir a un amigo?.

Llegamos a su casa, quería ver a Kuroko el cual parecía adorarme y a Yato igual, ya los habíamos presentado tiempo atrás fue un poco tardado pero se acostumbraron entre ellos y ahora pueden estar juntos, a veces Yato viene por su cuenta, los sábados solía ir corriendo a molestar a Kuroko mientras yo me sentaba a un lado de Arata para hablar, ambos eran cachorros, Arata dijo que Kuroko era un hijo de los gatos de sus padres, adoraba a Kuroko, con palabras exactas él afirmó ser fiel fan y admirador del kuro-cchi, porque su madre había muerto poco después de dar a luz ya que era muy vieja para tener crías y no lo soportó, su papá se deprimió pero por el amor que le dieron ahora aunque no es lo mismo su padre es tranquilo y juguetón pero no acepta a Kuroko como su hijo, Arata lo cuidó y protegió, por eso lo observa y mima tanto, dice que no quiere perderse ningún momento y que lamenta tener que dejarlo a la hora de ir a trabajar pero que lo inspira a seguir adelante, creo que Arata es una  persona interesante y genial, no se lo digo porque terminaría volteandose mientras gruñe un "que asco, no digas cosas asquerosas tan a la ligera" Noto como sus orejas cambian de un color claro a un rojo carmesí, también creo que es adorable, tratando de fingir ser rudo y malo aunque podría jurar que es una persona bastante sensible, aunque debo decir que a veces dudo de su humanidad y sentimientos.

-¿Estás saliendo con esa chica? -pregunté por fin sentandome y dejando a Kuro recostarse en mis piernas.

-Hablas de... -asentí- no, ella no ha dejado de intentarlo conmigo pero no he dejado de decirle que no planeo salir con ella, tiene algunos problemas con su asignatura y he estado apoyándola a estudiar pero ella lo toma como citas a escondidas -lo vi hacer una mueca mientras yo me mantenía serio- ella toma mi mano sin permiso y hace cosas que me incomodan

-¿Porque no la dejas? -lo vi negar rotundamente.

-Porque ella necesita ayuda con sus estudios, dijo que estaba esforzándose le dije que después del examen que tendrá el lunes no la ayudaría más -afirmó- le dije que si tenía mala nota no estaba siendo buen tutor y ella no estaba esforzándose de verdad pero que si sacaba una buena nota significaba que ella podía hacer las cosas por su cuenta -volví a asentir con suavidad, esta persona es amable, después de todo finge no incomodarse, yo era quien no veía correctamente.

Me sentía relajado después de escucharlo, como si me hubiera regresado mi estado de ánimo, estuvimos en su casa, llevé a Yato y hablamos un rato hasta que la noche calló de nuevo oscureciendo todo a su paso, estaba recostado en su pecho mientras veíamos una película.

-Aún no lo entiendo Kenta, no sé si es tu culpa o la mía, sí fue el destino o qué demonios pasa pero -lo escuché suspirar, no sabía de qué hablaba- simplemente me alejé porque tengo miedo a perderte a que te quedes, a que seas tan cercano que decirte adiós duela hasta la muerte, yo deseaba que fueras tu quien dijera adiós desde el principio, como todos, porque así sería más fácil para mi pero tu sigues insistiendo -entonces lo entendí, esta es la razón, pero definitivamente no lo entiende en lo absoluto- recuerdo cosas que me hacen feliz y tu estas ahí pero también estas en las cosas que me hacen enojar y en las que me hacen sentir triste, no entiendo cómo es que puedes estar en todos lados en donde estoy, quería que te alejaras porque no entiendo nada que tenga que ver contigo y no entiendo lo que pasa conmigo cuando se trata de ti, porque tenerte lejos me duele más que tenerte cerca pero no logro entender en qué momento dejaré de sentirlo ni en qué momento comenzó a suceder -mantuve mi mirada sobre él escuchándolo suspirar y viendo cómo echaba su cabeza hacía atrás mientras restregaba sus ojos- rayos no me veas -tapó mis ojos pero deseaba verlo, diciendo eso, ver la forma en que sus ojos se desviaban para no hacer contacto conmigo de forma desesperada, como sus mejillas se coloreaban y como de los nervios sus manos apretaban sus orejas para que no pudiera ver su cambio de color, me acomode frente suyo siendo insistente con mi mirada mientras aprisionaba sus manos entre las mías, nunca era muy agresivo conmigo y parecía fingir ser menos fuerte que yo ya que siempre terminaba ganando, suspiró de nuevo mirando a un lado- no lo entiendo así que no trates de tomar lo que digo con seriedad, simplemente... Tuve problemas para dormir porque no quería estar lejos de ti, no puedo entender que hay de especial contigo o porque sigues apareciendo en mis sueños, porque cuando veo algunas cosas que me gustan pienso que sería bueno compartirlo contigo, no lo odio, pero, es aterrador porque junto a eso tengo miedo a que te aburras después de que acepte que quiero estar aquí, yo realmente estoy aterrado de que te vayas, de que te aburras de mi seriedad y te vayas con una persona más divertida, alguien mejor que yo y entiendo que eso... Es por mis inseguridades pero no puedo evitarlo, tú simplemente estás ahí, no dices nada, escuchas, observas, asimilas y no sé... No sé qué rayos pasa por tu mente y me aterra que pienses que doy asco mientras digo las cosas -sentí como sus manos comenzaron a temblar con suavidad- pero tampoco logro entender porqué te vuelves tan cercano, porqué estás entrando tan fácilmente y con tanta fuerza, no eres un amigo normal y no lo entiendo... No lo entiendo, no entiendo porque me siento tan desesperado, tan estresado, tan feliz y tan triste, no entiendo como puedo estar molesto y feliz contigo -empujó mi frente con la palma de su mano que logró zafar de entre las mías.

No dije nada y él tampoco pero a diferencia de mí él simplemente le quitó la importancia, no lo entendía tampoco, cómo podía hacer algo un momento y hacer que parezca importante y al otro segundo fingir que no lo dijo y quitarle toda la importancia, eso era normal?, acomode mi cabello, pero después de todo qué podía hacer para que él no se sintiera de esa forma?, jamás he sido bueno en las palabras y de alguna forma estábamos en situaciones similares la diferencia entre él y yo era que el chico frente a mi pensaba demasiado.

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