Había estado observando mi mano desde el momento en el que me levanté, Sábado 19 de Diciembre a nada de Navidad y yo observo mi mano mientras estaba fuera de la casa, era la primera vez que llegaba a pasear a Yato antes que Arata, naturalmente los sábados él decía levantarse más temprano para sacar a Kuro, pero yo seguía observando mi mano, la mano con la que sostuve la del contrario, la abría y cerraba, la entrelazaba con mi otra mano y luego la soltaba. Nunca me había gustado ese tipo de contacto con las personas, no era normal en mi dejar que eso sucediera pero cuando Arata lo hizo la primera vez lo tomé para sostenerlo pero la segunda vez no ha sido sólo eso, fue como si esa persona me hubiera sostenido a mi, en algún punto era consciente que me agradaba nuestra cercanía y el calor que dejaba en mi después de tocarme, como ahora en mi mano, en mi frente. No quería dejar que se alejara, un amigo así de importante era algo que quería mantener.
Me sobresalte cuando Yato corrió al lado contrario, me giré en busca del peludo cachorro encontrando que estaba encima de Arata lamiendolo hasta que Kuroko lo atacó pensando que quizás le hacía daño a Arata, baje mi mano y me acerqué para ayudarlo a levantarse, era diferente, el sentimiento de la noche anterior era distinto al de aquel momento, era curioso pero no le di muchas vueltas, no en aquel momento, estuvimos hablando mientras Kuroko y Yato se recostaban juntos, era increíble ver como Yato era tranquilo y juguetón al mismo tiempo con Kuroko, cuando salíamos siempre buscaba correr, moverse y hacer todo tipo de actividades pero desde que conoció a Kuroko buscaba estar cerca suyo, a veces jugaban y Kuro se volvía un completo alocado, como si trataran de turnarse un día ambos tomaban un descanso juntos y otro día ambos jugaban como los cachorros que son, era entretenido verlos, pero hoy en particular mientras ambos tomaban una siesta me gire en busca del mayor, poder ver cómo observaba a Kuroko con tanto cariño, cuando he girado me quedé un momento observando las pupilas cafés del contrario, no miraba a Kuro ni a Yato, él me observaba a mi, pero, a diferencia de la forma en que suele observar a Kuro el me miraba distinto, no lo entendía y como era costumbre su mirada fue la primera en retirarse, nunca podía quedarse el tiempo suficiente como para entender un poco su mirada, la forma en que observaba hacia mi o la forma en que se sentía, nunca nos veíamos lo suficiente para poder leer en su mirada todo lo que en palabras no decía.-Has pensado en viajar ?- su voz fue suave- conocer lugares increíbles, casarte, tener hijos, quizás simplemente compartir cosas con alguien, tomar de la mano a alguien mientras admiras la belleza en los momentos?- lo pensé un momento pero no sabía qué responder.
-Me gustaría... ir a japón -yo aún mantenía mi mirada sobre él- pensé en vivir en corea - me detuve un momento, no giró a verme simplemente fue paciente- no he pensado en casarme, ni en salir con alguien, no... no creo tener hijos - decidí no responder a lo demás y dejar un silencio tranquilo hasta que se giró a mi con una sonrisa.
-Vivamos juntos entonces - miraba a mis ojos de nuevo sin quitar su sonrisa, me quedé un momento sorprendido por la simpleza en que sus palabras salieron de su boca y como sin ningún esfuerzo miraba a mis ojos , con una sonrisa que no me había mostrado.
-Claro - no sabía si el contrario hablaba en serio o si bromeaba sobre ello pero tampoco me asustaba la idea de vivir con él.
Era verdad que las cosas entre el mayor y yo habían regresado a la normalidad pero ahora que lo pienso un poco nos hemos vuelto más cercanos, no sé que tan cercanos podemos llegar a ser, no soy dueño de su vida y por momentos parece que de mi vida tampoco, la forma en que mi tiempo sigue adelante y como poco a poco las cosas en mi mente piensan en otras circunstancias. De alguna manera mi mayor era un enigma pero siempre era sincero, a veces solía decir que no diría algo, que no me contaría pero fuera de mantener su palabra terminaba contándome, no insista, nunca lo hacía, creo que si alguien me va a decir algo es libre de hacerlo o de no hacerlo, Arata a diferencia de mi a veces insistia en que hablara sobre las cosas, que sacara lo que sea que me moleste pero aun me es difícil poder expresarme de forma correcta con palabras, hablar sobre lo que sucede conmigo y la forma en que las siento venir, no demuestro mucho las cosas que pasan y sigo guardando mis problemas.
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Últimas Palabras
Romance-Te amo...~ ¿Él podrá oírlo? -Quédate conmigo hasta el final. Su último deseo. Después de todo, al final todo es silencio, pero mientras huvo una voz que cantaba, él escucho atentamente. A veces el destino juega sucio y las vidas como un juego de...