Capítulo VI
En algún lugar del planeta un chico se mueve y corre desesperadamente por las calles de un barrio desconocido, el frio extenuante hace crujir los huesos. Corre a la deriva y no sabe hacia dónde se dirige, intenta huir, unas personas en autos negros le persiguen, corre por un callejón y sube por unas escaleras, entre él y la siguiente calle se interpone una malla de metal, lo piensa un momento y mira hacia atrás, al ver donde los hombres bajan de su auto y empiezan a correr tras él; no dura un instante más y empieza a trepar por la malla, rápidamente la cruza y cae al otro lado de ella y continúa corriendo. Echa un vistazo a su espalda, los hombres trepan de igual manera la cerca, gira su cabeza al frente y sigue corriendo, pero antes de poder darse cuenta otros dos hombres lo acorralan y le tiran violentamente contra el suelo, le golpean fuertemente la cabeza y se deja caer inconsciente. Más adelante este chico se cruzaría también en mi camino.
Sobrevivir, estas palabras hacen eco profundamente en mi cabeza y en ese momento no pienso en absolutamente nada más que eso. Sobrevivir. La chica morena que acabo de conocer se queda estupefacta y veo como sus ojos se abren rápidamente, no hay que mirarla mucho para saber que se encuentra aún más aterrorizada que en el minuto anterior. Permanezco callada, siento que si digo algo, cualquier cosa, no importa lo que sea; ella gritara y con eso el pánico se extenderá por toda la sala. Doy un paso y la chica me sujeta, tengo la mirada en alto y en voz baja le susurro:
-Sígueme – no sé qué estoy haciendo, simplemente lo hago, no puedo esperar a que algo ocurra, y la curiosidad por ver que hay más allá del pasadizo es abrumadora, debo estar loca pero quiero ir hacia allí. Trato de explicarle, entonces descubro que aún no se su nombre.
-¿Cómo te llamas? – Había olvidado preguntar su nombre, al menos quiero saber cómo cree ella llamarse.
-Lisie, ¿y tú?
-Me llamo Evee o eso creo.
No importa cuál sea mi verdadero nombre en este momento. Solamente le digo que vallamos hacia allá, debemos salir de aquí, algo me dice que no es seguro permanecer mucho tiempo aquí. Caminamos y algunas personas van detrás de nosotros, y muchos otros permanecen en la sala, en la oscuridad.
Nos adentramos en el pasadizo y unas cuantas personas con nosotros también lo hacen, en un segundo cae una barrera de metal detrás de nosotros y deja encerradas a las personas que se encuentran allí, se escuchan gritos y un líquido rojo y espeso se cuela por debajo de esa extraña puerta. Una emoción aún desconocida para mi me recorre con mayor fuerza el cuerpo y me hace temblar. Si nos hubiésemos quedado allí… ¿Qué nos habría esperado? Un chico a mi lado sonríe cínicamente, los alaridos siguen escuchándose cada vez menos y con menor intensidad, escapan del interior de esa sala, del otro lado de esta barrera que se interpuso entre nosotros, y por un instante me siento bien de haber tomado la decisión de venir y caminar hacia aquí. Lisie se encuentra sentada en el suelo con las rodillas dobladas y las manos tapando sus oídos, muchas otras personas alrededor también lo hacen, nadie sabe nada de lo que está pasando, ni mucho menos quien o quienes han sido los que están haciendo esta obra macabra. Las personas que se encuentran… que se encontraban del otro lado de la puerta han muerto, tan simple como eso, la vida de un ser humano arrebatada en un segundo.
-Lo mejor es que sigamos adelante, no creo que nada bueno ocurra si nos quedamos aquí por más tiempo, hay que movernos rápido.
Un chico alto de tez morena habló, murmullos de personas se escuchan, el mira alrededor y clava su mirada en Lisie.
-Tú, chica, levántate y deja de lloriquear.
Es repugnante, no necesito escuchar más de lo que este chico está diciendo.
ESTÁS LEYENDO
Gritos en la Oscuridad.
General FictionEvee es una chica de 17 años que lleva una vida normal como cualquier otra chica de esta edad. Pero todo cambia el día que aparece un chico llamado Liam en su vida. De un pronto a otro se ve sumida en una serie de problemas. Ahora la única opción qu...