Gritos en la Oscuridad.

Capitulo XI :Segunda Parte

Segunda Parte

Capitulo XI

Al cabo de un día de caminata hemos logrado adaptarnos plenamente a la vida del bosque, noches peligrosas en las que hemos podido apañarnos de alguna u otra forma para seguir con vida, la comida hasta el momento no ha supuesto gran problema, algunas ardillas se han cruzado en nuestro camino y con la ayuda de las armas que carga el viejo Ray hemos logrado darles caza y respecto al agua, durante todo nuestro trayecto caminamos cerca de un pequeño riachuelo que baña el lugar, ahora estamos por alejarnos bastante de este sitio para continuar directamente hasta las instalaciones que menciono el viejo Ray, donde esperamos conseguir algunas respuestas, a veces creo que somos realmente persistentes, buscando respuestas y no hallando si no, más interrogantes que se suman a la ya enorme lista. Me agacho cerca del agua y lleno unas botijas para agua que creo necesitaremos durante el largo camino que nos queda, sé que dentro de poco, según la advertencia de Ray, no veremos más señales de agua durante varios kilómetros, así que prefiero prevenir antes de morir de sed. Le pregunto al viejo Ray más acerca de la isla en la que estamos, y algo sobre lo que piensa de esto, la existencia de otras tres islas aparte de esta en la que ya nos encontramos sometidos al peligro de morir en cualquier momento. El viejo vacila unos segundos y luego sin mirarme comienza hablar. Me cuenta una pequeña hipótesis que tiene sobre los acontecimientos y extraños sucesos que ha visto, la lluvia acida, sequias constantes, inundaciones repentinas sin explicación, y muchas otras cosas que suceden en el bosque sin alguna raíz o alguna explicación lógica. Según el viejo Ray hace muchísimos años se llevó a cabo pruebas nucleares en este lugar, algo que supuestamente repercutió en el clima, convirtiéndolo en problemas en extremo peligrosos y que eventualmente afectarían también a personas. Carl le espeta al viejo, frunce el ceño y le pregunta si acaso la radiación nuclear no afectaba solamente a personas, el viejo le responde con un gesto negativo inquiriendo que la radiación no implica solamente esos elementos entre sus consecuencias, una vez más explica a grandes rasgos y enfatiza que las pruebas que se llevaron aquí, fueron de una categoría totalmente diferente a lo que alguna vez han visto los ojos de las personas.

-Es decir, ¿crees que este maldito clima es consecuencia de una radiación extrema? ¿O de un desbalance natural climático a causa de la explosión de inmensas bombas nucleares?

-Así es – le responde el viejo Ray – no solamente de los problemas en el clima, les conté sobre los mutos, aunque aparentan tener partes de otros animales y todo eso, la mayor parte de sus deformaciones creo que se deben a la radiación que les afecto en algún momento.

-Y si estas tan seguro de ello, ¿Por qué no hemos sufrido radiación? ¿Cómo es que aun permanecemos con vida?

-Eso es algo que aún no logro explicar, quizá la radiación desapareció en algún momento determinado, o quizá se ha acumulado como bancos de niebla invisibles a nuestros ojos en algunas secciones específicas de esta isla.

-¿Y qué hay de las demás islas? – le cuestiono mientras me agacho para sacar pequeños trozos de basura y ramillas que se introducen en mi calzado.

-Sobre las demás islas se muy poco, como ya os dije antes, solo he podido indagar en esta isla y lo se halle u ocurra en las demás me es desconocido.

En medio de nuestro segundo día de caminata Angie se tuerce un tobillo al pisar sobre el suelo inseguro que tenemos bajo nosotros, unas banco de hojas ocultaban algunas piedras y Angie piso sin percatarse mientras su pie se hundía en pequeño hoyo lo suficientemente ajustado para doblar su tobillo, me ofrezco como soporte pero Carl me dice que no me moleste, él puede hacerlo y que no debo de gastar fuerzas que podría necesitar más adelante. Angie nos mira expresando en su rostro un sentimiento de molestia, como si supusiera alguna carga para nosotros.