Capítulo VII
Rápidamente los gritos se esparcen y se pierden entre los árboles y nada más se escucha.
¡Lisie! , su nombre es lo único que retumba en las paredes de mi mente, se ha ido de nuevo, ¿A dónde? ¿Por qué?, me empiezo a acostumbrar a no tener la más remota idea de lo que ocurre. Por poco olvido la presencia de Carl y los demás.
-Oye, ese chico… estaba con nosotros… ¿Qué está pasando? ¿Quién ha hecho esto? – Carl suelta palabras y más preguntas que se agregan a la ya interminable lista de cuestionamientos.
-No lo sé, me siento de la misma forma que tú.
Carl mira estupefacto el cadáver colgando, la brisa del viento lo mueve levemente, se encuentra hinchado y tiene un poco de sangre a la izquierda de su frente.
-Quizá lo mejor que podemos hacer es continuar en busca de tu amiga y, me refiero a todos juntos como el equipo que intento lograr que seamos, algo me dice que la única manera de sobrevivir es manteniéndonos unidos – Dice Carl, pero no logro ver a estas personas como aliadas, todos son unos completos desconocidos para mí; además, es como si ninguno de ellos cuestionara todo lo que Carl les dice, solamente obedecen sin oposición. ¿Por qué el único chico que había abierto la boca esta ahora muerto? Es extraño.
-Oye, ¿crees que podamos hablar un momento?, a solas. – le digo a Carl, quien no lo piensa y me responde rápidamente que sí, nos dirigimos a otro sitio y nos alejamos lo suficiente del grupo como para que no logren escuchar nada de lo que vayamos hablar.
-Todo esto está muy raro, nos conducen a un sitio para que comamos, unos minutos después unos disparos salen de algún lugar y matan algunas personas de las que estaban allí, las luces se apagan y una puerta se abre detrás de nosotros, personas entran a esa puerta yo incluida y tú también, la puerta se cierra justo después de eso y, lo único que podemos hacer es seguir el camino que traza el túnel, llegamos a un bosque extraño y realmente terrorífico, tú te las das de líder, se escuchan gritos provenientes de algún lugar de este maldito bosque, Lisie se pierde, me encuentro con una cosa rara, alguna especie de muerto o algo por el estilo y…
-Espera – me interrumpe – ¿qué cosa rara? Eso no lo habías dicho – había olvidado que no le he comentado nada a Carl, pero es que aún no logro digerirlo, no lo sé, tiene algo extraño y me cuesta trabajo confiar en él.
-Cuando corrí en busca de Lisie, andando por el bosque llegue a dar con un bicho raro, una “persona” si puedo llamarlo así, miraba fijamente al suelo y llevaba una mascarilla café con unos agujeros, uno de sus ojos estaba cocido con alguna especie de alambre negro, delgado; lo suficiente para unir sus dos parpados, su cuello doblado y tenía una apariencia horrible, si pongo a pensarlo bien podría parecerme terrorífico.
Carl pone atención a cada detalle de lo que le estoy contando, quita la mirada y se queda pensativo.
-¿Te estas escuchando? Tú misma me lo has dicho, algo horrible está pasando aquí, y nosotros… no creo que seamos invitados de honor. Todo esto parece un juego, uno muy horrible ideado por alguien que no tiene nada mejor que hacer, más que jodernos nuestra existencia.
Carl realmente tiene razón, por una vez desde que estamos en el mismo barco estoy en total acuerdo con su opinión.
-Qué tal si… – una chica de las personas que nos acompañan llega corriendo y alterada, su respiración precipitada y su ojos engrandecidos por el miedo.
-Una cosa… algo extraño nos está atacando – apenas logra hablar y decirnos a duras penas lo que está ocurriendo, Carl y yo no tardamos un segundo y rápidamente salimos corriendo hacia donde están los demás. Al llegar un chico esta tirado en el suelo arrastrándose con sus manos y esbozando alaridos de dolor.
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Gritos en la Oscuridad.
General FictionEvee es una chica de 17 años que lleva una vida normal como cualquier otra chica de esta edad. Pero todo cambia el día que aparece un chico llamado Liam en su vida. De un pronto a otro se ve sumida en una serie de problemas. Ahora la única opción qu...