Imprevisto

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Había sido una egoísta, así se sentía desde la noche anterior.

Una puta egoísta.

No sabía porque le había besado, bueno si que lo sabía, por que quería, porque le apetecía y porque la atracción que sentía hacia él era innegable, ya no solo física, sino como era él con ella aún estando cabreados, como le aportaba calma.

Pero había sido egoísta, Flavio no era el tipo de tío con el que te lías una noche y adiós muy buenas, lo sabía y lo hizo igual.

Eso era lo que había rondando su mente toda la mañana, el que decir, que hacer, como comportarse, todo eso sí lo volvía a ver claro.

Joder con Flavio Augusto y su poder de liarla siempre, joder.

Así que al ver que si se quedaba en casa estaría dándole todo el día vueltas a la situación, decidió que el mejor plan era ir a por un Frappuccino al Starbucks's que le quedaba a dos calles, para ver si lograba despejarse.

Flavio
¿Cuanto más vas a tardar en llegar?

Le escribió a Gèrard, llevaba más de media hora esperándole en el Starbucks's donde quedaban siempre, básicamente porque era el sitio que quedaba en un punto medio entre la casa de los dos y era lo más cómodo a la hora de elegir donde encontrarse.

Gèrard
Lo siento tío, pero me ha surgido algo, sé que me vas a matar ¿pero lo podemos posponer para otro día?

Flavio
Espero que tengas una buena excusa. Nos vemos.

Increíble, le había hecho esperarle allí un buen rato, para nada, miro a través del cristal, fuera estaba cayendo una buena y encima desde la perspectiva de los demás seguro que parecía el típico al que le habían dejado plantado en una cita a ciegas o algo así, que no distaba de la realidad porque sí que le acababan de dejar plantado.

De maravilla, es que últimamente todo me sale estupendamente

Hasta que la vio, al principio pensó que ya estaba delirando, pero al verla esperando en la barra del café, con su melena y sus ojos azules que eran indistinguibles, supo que era ella ¿estaban destinados a encontrase todo el rato aún sin quererlo?

Así que se acercó a la barra donde estaba haciendo su pedido.

Hora de abordar el asunto Flavio

Cuando la tuvo de frente vio que abría mucho los ojos, claro, ella tampoco se esperaba encontrarle allí.

-Ey, ¿que haces por aquí?

-No sé, dímelo tú Flavio, parece que me persigues o algo - le dijo alzando las cejas orgullosa como si fuera cierto y hubiera descubierto su secreto

-Como si no tuviera mejores cosas que hacer Samanthi

- ¿Ah sí? ¿Como cuáles?

- Como cosas mías, Samantha- le digo dándole vueltas a mi propio café- ¿hablamos ya de lo que pasó o seguimos haciéndonos los tontos?

-No hay nada de que hablar Flavio. Paso. Y ya está.

-Pues no me vale tú respuesta, no están sencillo y lo sabes.

Muchas gracias- le respondió ella a la camarera al recibir su Frappuccino- Me da igual que no te valga, me voy a casa Fla.

Dirigió su vista hacia el cristal y vio que la cosa allí fuera se estaba poniendo peor, en nada la calle se convertía en un rio.

-Mierda. Y me he dejado el paraguas.

-Perfecto, te llevo yo, que he venido en coche

Había aparcado enfrente así que punto para él.

-Y volvemos a acabar en el mismo lugar, por cierto, gracias, pero repito no hace falta- dijo una vez estábamos dentro

-Claro que hacía falta Samantha y no me cuesta nada, pero...- le digo girándome del todo para mirarla a los ojos- quiero algo a cambio

-Anda, pensaba que siempre habías sido de los que hacían las cosas porque les salían, sin esperar algo después

-Y lo soy, pero no me dejas otra opción, podemos dejar de ponernos mutuamente las cosas difíciles todo el rato ¿Y hablar? Por favor

-¿Y que quieres que hagamos?

-Pues vamos a mi casa

-¿A tu casa? Tengo cosas que hacer, pero... podemos quedar mañana en la mía, si te va bien claro

-Perfecto- pongo en marcha el coche, no me he salido del todo con la mía pero algo es algo

Me da las indicaciones necesarias para poder llegar hasta su piso y llegamos más rápido de lo que pensaba, parece una urbanización tranquila y porque no decirlo con gente de dinero, además se puede apreciar que el edificio tiene unas vistas increíbles.

-Gracias por traerme, en realidad estaba cerca, pero me has librado de llegar mojada-dice mientras sonríe- así que, como recompensa, apunta mi móvil y así hablamos más específicamente de la conversación que dices que tenemos que tener, aunque no lo veo necesario

-Lo es, creo que deberíamos aclarar y explicarnos cosas, mutuamente

- Como digas- dice mientras pone los ojos en blanco- Adiós Fabio

-¿Fabio?

-Te llamaré así a partir de ahora cuando te pongas pesadito con algo- dice mientras sale del coche- disfruta de tu tarde Fabio, a ver si mejora la compañía, aunque no lo creo, seguro que al verme tu día ya ha mejorado en una medida perfecta, de nada

Todavía alucinaba que habiendo lo que había pasado, le vacilara, aún, en momentos así y lo que le acojonaba aún más ¿estaba acaso volviendo a caer?

No. Esta vez el también tenia cartas que jugar, no volvería a ser el tonto que había dejado ese día tirado en Mallorca. Ahora si jugaban serian con las mismas condiciones.

Así que fue claro y conciso.

Flavio

Mañana estoy aquí, a las 15:00, traeré sushi.
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NOTA

Perdón por tardar en actualizar tanto, estaba de vacaciones, pero ya he vuelto, así que trataré de actualizar más seguido, gracias por leer :) y espero que os esté gustando

Aprender a Valorar (Flamantha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora