La azabache miro todas las maletas que había hecho en el día, justamente ahora se encontraba sentada después de tratar de reconciliar el sueño, Veronica y Jacob se encontraban acostados en la cama de la chica, el rubio a su derecha y la pelirroja a su izquierda, los chicos se habían quedado toda la tarde junto a ella, según porque querían pasar el ultimo día con su entrenadora, parabatai y amiga, sabia que le mentían pero prefirió no decir nada.
Se encontraba nerviosa, no como cuando sostuvo una espada Serafín por primera vez, eso fue pan comido para ella, se sentía así por que los vería a todos, hace años que no veía a sus hermanos y al joven Wayland, apenas podia recordar la ultima vez que vio a Max o el ultimo cumpleaños que paso junto a sus padres. Ser uno de los mejores te hacia ser muy solicitado, por lo que ella apenas tenia tiempo para leer los mensajes de fuego enviados por Jace, de vez en cuando los respondía si tenia tiempo.
Lo único que le quedaba eran Veronica, Jacob y la propia inquisidora, la cual se la había adoptado como una nieta mas al ser parabatai de su nieto, bueno y la joven bruja que se encontraba en Nueva York, Monica Bane, hermana de Magnus Bane, una bruja miles de años menor que su hermano. Morgan la había conocido cuando apenas tenia unos diecisiete y la bruja la había ayudado con una misión a petición de la clave, la joven bruja aceptó y ayudo a Morgan a matar a un viejo vampiro que molestaba en Paris.
Mientras pensaba en todo, la pequeña joven Lightwood fue cayendo en brazos de morfeo.
. . .
Morgan trataba de acomodar su larga la peluca rubia y explicarles a los chicos como serian los entrenamientos mientras ella no estuviera, pero ninguno de sus dos amigos la escuchaba, Jacob su parabatai se encontraba mirando por la ventana el gran jardín donde varios cazadores entrenaban y Veronica se encontraba sobre la cama de su mejor amiga mirando al techo y haciendo muecas.
— ¿Entendieron? —pregunto Morgan mirando a sus amigos.
— ¿Deberíamos acompañarla, verdad? —dijo la pelirroja Branwell mientras ignoraba a su amiga y hablaba con Jacob— ¿vamos a acompañarla? Por Favor Ojitos, no la podemos dejar ir sola, ¿vamos?
— Es cierto, si la dejamos es capas de cometer un homicidio a la primera orden que ella de y no realicen —Jacob miró a su parabatai de arriba abajo— además lleva varias armas bajo esa chaqueta, dentro de las botas también y esta tapando otras con la peluca, que por cierto linda el rubio te sienta bien.
— Gracias guapo —dijo Morgan guiñándole el ojo— ahora será mejor que empiece a irme antes de que a mi querida madre se le ocurra enviar a alguien por mi y mis cosas.
— No me dejes parabatai —dijo Jacob mientras abraza a su parabatai con fuerza.
— No me dejes mejor amiga —dijo Verónica, haciendo un puchero— sabes lo tedioso que será dejarme sola con este idiota de Herondale.
La chica abrazo a sus dos amigos, después de esto los chicos y ella sacaron varias de las maletas de la chica.
— Ya, cálmense —dijo Morgan mientras cerraba la puerta de su habitación y comenzaba a caminar junto a sus amigos por el pasillo— saben ambos que se —paro y dio la vuelta mientras miraba a los chicos con una sonrisa— que detrás de las dos próximas columnas que pasemos están sus maletas, ¿verdad?
— Sip —dicen ambos con una sonrisa.
— Tontos —dijo Morgan y los tres jóvenes rieron.
. . .
Mientras los chicos se despedían de sus familiares, Morgan se encontraba unos cuantos pasos mas alejada de ello, esperando que el portal que llevaría a su madre a Idris se abriera, tenia la cabeza agachada y jugaba con sus dedos nerviosamente. Estuvo así hasta que escucho como un portal se abría, las manos de la chica empezaron a sudar al escuchar como unos tacones pisaban con fuerza el piso de mármol de la sala.
— ¿Donde está mi hija? —preguntó Maryse Lightwood, mientras su mirada recorría la sala.
Al escuchar su voz Morgan no pudo evitas empazar a llorar, sin prestarle atención a los paso que se acercaban a ella, la chica levanto la mirada encontrandose con la de si madre, Maryse se encontraba igual que su hija bañada en lágrimas y sin importar lo que pudieran pensar los demas abrazo a a su hija con fuerza y Morgan se aferró a ella.
— Mamá —dijo Morgan, que aun no creía ver a su madre después de tanto.
— Eli, mi princesa —Maryse se alejo de su hija y la miro de arriba a abajo— creciste tanto, te vez hermosa, te convertiste en una hermosa mujer.
Morgan solo le sonrió y volvio a abrazarla.
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✦𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐂𝐀𝐋𝐋 𝐌𝐄 𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋❙𝐣𝐚𝐜𝐞 𝐰𝐚𝐲𝐥𝐚𝐧𝐝
FanfictionDe Idris devuelta a Nueva York, Morgan Lightwood vuelve a Nueva York después de ser enviada desde los 13 años a idris, sin saber los problemas que había ocasionado la chica Fairchild al llegar al mundo de sombras, el regreso de Valentine y la po...