Capítulo 2

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~✴~

Estoy desconcertada y confundida.

¿Que rayos pasó?

Desde el instante que él me miró experimenté una situación absolutamente extraña o mejor dicho, un sentimiento extraño.

Era cómo si algo dentro de él, algo así cómo una fuerza desconocida, totalmente fuerte, me atrajera, como un imán. Pero lo más curioso es que no era físicamente sino diferente, como si mi alma se sintiera completa con sólo mirarlo.

Definitivamente estoy loca.

—Alejate de él si no quieres salir lastimada— dijo alguien a mi lado haciendo que me sobresaltara del susto— Lo siento, no fue mi intención asustarte.

Miré hacia la chica de cabello platinado y ojos azules claros quien me observaba con una sonrisa amplia.

—Hola, mi nombre es Brianna Lee— se presenta sentándose aún lado de mí mientras que yo no podía dejar de mirarla a los ojos— Dylan Walquer es prohibido para toda chica.

—Dylan Walquer.. — musite su nombre en un susurro sintiendo mi corazón acelerarse. Me era difícil no dejar de mirarlo de dónde me encontraba mientras el sonreía y platicaba normalmente con sus amigos— Alyssa, un placer.

Ella asiente sin dejar de sonreír. Todo el lugar dónde nos encontrábamos estaba repleto de estudiantes. La cafetería estaba en su totalidad llena de cuchicheos, murmullos, y gritos además de que algunos estudiantes caminaban de aquí para allá aprovechando el tiempo libre antes de entrar a nuestras primeras horas de clase.

—Un chico problemas— añadió serena— Eres nueva y como tal te recomiendo alejarte de él.

—¿Por qué lo dices?— pregunté con suma curiosidad dirigiendo mi mirada hacia ella. 

Sonríe burlona dándome un leve empujón con su hombro.

—Te impresionó, ¿No es así?— inquiere con picardía— Es muy guapo, fuerte, impresionante— Se eleva de hombros sin dejar de sonreír— Lo típico, no me sorprende en lo absoluto.

Me sonrojo— Sólo... Sólo es curiosidad— admito avergonzada.

Se burla.

—Una curiosidad que te mata por dentro— continua— Amarías saber más de él. Si tiene novia, por ejemplo— me guiña un ojo— En fin, lo prohibido siempre será tentador.

No respondo y ella suelta una risita. En ese momento dirijo mi mirada hacia él llevándome la extraña sorpresa de que él también tenía fijada su mirada en mí. Podía sentir cómo un remolino lleno de sentimientos encontrados se alojaban en la boca de mi estómago, así cómo la desesperación al no poder leer su mirada. No obstante, aquella misma mirada estaba llena de odio lo cual me confundió aún más.

Alyssa ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora