kinktober¿? ⚠ [ slipknot ]

oral

james x jay

La boca de Jay está ocupada con la caliente verga de James que le embiste con profundidad la garganta. Su mandíbula está un poco entumida, pero es suficiente con dejar a disposición su boca y dejarse hacer. Tiene un hilo de saliva que resbala a través de sus labios y sus ojos no pierden contacto con los de James porque sabe que a él le gusta.

Sus gemidos mueren antes de siquiera salir, pero el sonido ahogado provoca vibraciones en la boca de Jay y puede sentir cómo el miembro de James se retuerce levemente con un espasmo cada vez con más frecuencia.

— Uh... estás haciéndolo muy bien. —James gruñe justo después de hablar, sintiendo la lengua de Jay acariciar lentamente la cabeza de su miembro. 

Logra notar una leve sonrisa que se forma en el menor y vuelve a sentir el húmedo tacto que le envía escalofríos por la espalda. 

Con delicadeza enreda sus dedos en el cabello de Jay y detiene todo movimiento; la acción confunde un poco al menor y James lo sabe a través de la mirada que le dedica. Con la otra mano, James saca su verga de la boca ajena y palpita un par de veces, deseosa por ser atendida nuevamente y completamente húmeda por la saliva del baterista.

— Sé lo que tratas de hacer. —Habla nuevamente; su voz calmada y baja.— Pero quiero que lo digas.

La mirada de Jay tiembla suavemente y parpadea un par de veces, tragando saliva para poder hablar. Pero aunque busca las palabras adecuadas, no logra decir algo.

— Vamos, decirlo no te hará ver más necesitado de lo que ya estás. —Sus dedos se cierran con fuerza y lo obliga a subir un poco más la cabeza, con ella su mirada. Diciéndole de esta manera que hable de una vez.

Jay siente el estremecimiento en su vientre tan solo de pensar en lo que va a decir; es verdad que a estas alturas no debería sentir vergüenza, pero es difícil evitarlo cuando los ojos de James, ensombrecidos por la excitación, lo devoran de esta manera. Entonces algo cálido choca con su boca y baja la mirada, solo para ver el hinchado miembro rozar contra sus labios una y otra vez. 

El menor quiere abrir la boca, sacar la lengua y besar la longitud todo lo que pueda, pero sabe que James va a mantenerlo inmóvil hasta que hable. Y aunque sus manos están libres, no se atreve a usarlas y hacer algo que pueda molestar al mayor.

— Realmente lo deseas, ¿no es así? —el guitarrista da una suave embestida contra la mejilla de Jay.— Dilo.

— James... —finalmente su voz logra salir, un poco carrasposa, haciendo que su respiración cálida choque contra la piel del otro— folla mi boca. Hazlo tan fuerte como quieras, úsame.

James sonríe con satisfacción y se agacha para dejar un par de besos en los labios ligeramente rojos de Jay. Entonces reafirma el agarre en su cabeza y espera a que abra la boca para volver a introducirse. La cálida humedad lo envuelve nuevamente y no espera más que un par de segundos para dar una fuerte estocada. Los ojos del menor se abren un poco más cuando lo siente contra su garganta, pero inmediatamente se relaja para recibir la siguiente embestida y la que viene después de esa.

El ritmo que James toma es rápido desde un inicio, observando con cuidado el bonito rostro de Jay. Las lágrimas que se forman en sus ojos y la forma en la que caen por sus mejillas mientras mantienen las miradas conectadas. Esos labios ya rojos e hinchados se ven increíblemente hermosos alrededor de su verga que entra y sale sin cuidado, golpeando a sus anchas la garganta ajena.

Y Jay debe admitir que, a pesar de las arcadas que siente de vez en cuando, le gusta ser usado por James de esta manera. Le gusta la rudeza con la que lo toma durante el acto, aunque también le gusta lo bien que lo trata después, dándole caricias y diciéndole cosas bonitas.

— Estoy cerca...

Jay logra escuchar las palabras del mayor sobre todos los sonidos que hace su boca al ser follada. Finalmente usa sus manos, llevándolas hasta las piernas de James, sin intención de alejarlo. Y entrecierra los ojos cuando siente el cansancio en su mandíbula, pero sigue manteniendo la boca lo suficientemente abierta para que sus dientes no rocen con la longitud que entra y sale.

Oye los gemidos del mayor y siente que las estocadas son menos frecuentes, pero con la misma fuerza. El menor se prepara para sacar la lengua y recibir con gusto la corrida en el momento en el que James suelte su cabello, pero este nunca lo hace. Contrario a lo que se esperaba, James se hunde por completo en su boca, yendo hasta el fondo y corriéndose con fuerza.

Jay cierra los ojos por la sorpresa y trata de no ahogarse al sentir el caliente fluido bajar por su garganta. Pero cuando el mayor sale de él y puede finalmente cerrar su boca, no puede evitar toser. El dolor en sus mejillas y el sentimiento de estarse ahogando le hacen difícil sentir alivio, pero termina calmándose luego de un par de minutos.

— Eres un- 

James interrumpe su insulto, besándolo con necesidad y deslizando su lengua dentro de la boca contraria hasta que ambas se juntan, sintiendo el sabor de su propio semen pero sin importarle ni un poco, mientras aprovecha también a escabullir sus manos por la cintura y muslos de Jay.

— ¿Quieres continuar?

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