manos

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sid x chris

Sid no puede evitar mirar a Chris en los conciertos. Incluso si está lejos, siempre trata de echarle un vistazo.

Cuando no tiene nada que hacer aprovecha para salir de su plataforma y acercarse a donde está él, a veces en la otra plataforma junto a sus instrumentos o a veces a un lado de Corey.

No sabe en qué momento comenzó a buscar a Chris con la mirada, pero le gusta. Siempre que lo mira le invade una sensación cálida y sus manos comienzan a cosquillear.

Le gusta verlo. Le gusta ver cómo mueve su cabeza en algunas partes de las canciones, le gusta cómo canta sus partes, le gusta ver cómo toca con tanta emoción. Pero lo que más le gusta es ver cuando lleva una de sus manos a la larga nariz de su máscara y la mueve como si la estuviera masturbando.

A Sid le gustan las manos de Chris. Esas manos pálidas con muñequeras y dedos largos alrededor del micrófono captan completamente su atención.

Lo ha observado mucho también fuera del escenario.

Y últimamente ha tenido ese pensamiento rondando en su mente sobre cómo se sentirían las manos de Chris tocándolo a él.

Se imaginaba esas bonitas manos acariciándole el cuello y bajando por su pecho; produciéndole escalofríos y estremeciéndolo con su cálido tacto.

Para Sid era suficiente con solo verlo, pero ahora siente la necesidad de tocarlo. Por supuesto, no piensa hacerlo. No piensa arriesgar años de amistad y el futuro de la banda por un deseo carnal (o un sentimiento).

No importa cuánto lo quiera.

Y así pensaba continuar, sabiendo que tener algo con Chris era imposible. Hasta que un día él le dice algo que no se esperaba ni en la siguiente vida.

— No tienes que contenerte, Sid. —Dice Chris en voz baja.

— ¿Qué? —Responde Sid, confundido.

El mayor pone una de sus manos sobre las de Sid y lo mira directamente a los ojos, abrumándolo un poco con la intensidad de su mirada. Están sentados en el mismo sofá, en casa de Chris; este lo había invitado como usualmente hace, para hablar y beber algo.

— Tú sabes a lo que me refiero. —Sube la mano hasta la mejilla de Sid y la deja ahí.

— Chris...

— Estamos solos. ¿Crees que no me he dado cuenta de cómo me miras?

Sid se siente avergonzado por haber sido tan obvio al acosarlo.

Chris acaricia el labio inferior del contrario con el pulgar y siente el cálido aliento a alcohol de Sid.

— L-Lo siento si eso te hizo sentir incómodo.

— Al principio lo fue, —confiesa— pero después la idea me comenzó a agradar.

En un movimiento rápido, Chris se sienta sobre el regazo de Sid, tomándolo completamente desprevenido; deja una pierna a cada lado y lleva ambas manos a los hombros del menor.

— Dime, Sid... ¿qué quieres que haga? —susurra.

Sid comienza a sentir la excitación y el nerviosismo en su cuerpo, parpadea un par de veces para asegurarse de que esto no es otra de sus fantasías y sujeta la cadera de Chris, ahí es cuando sabe que todo esto está pasando de verdad.

— Usa tus manos. —Tras decir esto, él mismo toma una de las manos de Chris y entrelaza los dedos. Se toma un par de segundos para admirarlo y termina besándole los nudillos de manera suave.

— ¿Cómo? ¿Así? —el percusionista toca libremente el pecho ajeno y se concentra en quitarle la camisa, fingiendo ingenuidad.

— No, no. —Comenta Sid, removiéndose en su lugar.— Quiero verlas alrededor de mi verga. Quiero que las muevas de arriba a abajo y hagas maravillas con ellas. Mastúrbame.

Chris sonríe contento con las palabras de Sid y no se tarda más en cumplirle su deseo. Se apresura a desabrocharle el pantalón, tomando la caliente erección con una mano mientras usa la otra en la boca de Sid. Con su tacto y una mirada le pide que abra los labios y acepte un par de dedos dentro, para que pueda ensalivarlos, y Sid acepta con gusto.

Cuando cree que es suficiente, lleva ese par de dedos a la cabeza del pene de Sid y frota una y otra vez con sus yemas húmedas, mientras su otra mano se mueve de arriba hacia abajo.

— Imaginé esto tantas veces... —dice Sid, atento a lo que Chris hace— pero esto es mucho mejor.

Sin darle tiempo a Chris de decir algo, lo toma por las mejillas y le da un suave pero lento beso, que no tarda mucho tiempo en profundizarse. Se separan un poco y Sid aprovecha a morder el labio inferior del otro, sin mucha fuerza, deleitándose con el gemido que logra sacarle a Chris.

— De verdad te quiero. —Confiesa en un susurro con su frente pegada a la ajena.

Las palabras toman desprevenido a Chris, pero termina sonriendo.

— Yo también.

Sid se siente dichoso y desea que este momento no se acabe nunca, o que al menos vuelva a repetirse. Cierra los ojos para enfocarse en las sensaciones que Chris le está ofreciendo y siente cómo con cada movimiento un vértigo se agolpa en su vientre.

Se corre sin avisar y Chris acepta el semen entre sus dedos, rozándolos entre ellos para sentir el líquido.

— ¿Estás satisfecho con mis manos o te gustaría usarme de otra manera?

La invitación llena a Sid de emoción y no duda en que va a hacerlo.

📍

ay estos dos se me hacen bien tiernos, bien uwu, todo bonito

y sí, las manos de chris se ven mágicas en los conciertos(??)

kinktober¿? ⚠ [ slipknot ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora