Narra Luke
La miré divertido mientras se sentaba en la mesa.
- ¿que? ¿te vas a dar la vuelta y decirme que crees en la magia?- rió ella. La miré de reojo; estaba balanceando sus pies de adelanta hacía atrás.
- Necesito creer en algo como la magia para poder respirar- le dije, mientras la miraba. Mi madre me acababa de llamar para decirme que tenía que ir al psicólogo; y tenía la cara larga porque no podía creer que después de lo que les dije ayer no tuvieran la mayor intención en hablar conmigo antes de tomar una decisión, o, darse cuenta, de que el psicólogo lo necesitan ellos.- ¿no crees en la magia tu?
- Vale, si me logras enseñar algo, pues entonces te diría que comencé a creer un poco- rió.
- Eso quiere decir que estas aceptando mi propuesta de intentar enseñarte algo- levanté una ceja, triunfador. Se estremeció en si misma y miró hacía ambos lados; cuando no había nadie alrededor no era tan molesta.
- Esta bien- suspiró, finalmente- ¿Cuando y donde?- me miró, alzando una ceja.
- Aquí y ahora- me senté en una silla, dispuesto a sacar mis cuadernos. Tenía una sonrisa desvanecida en el rostro; me pregunté si en su casa se comportaba de la misma manera. Quizás ella tenía unos padres que si le ponían atención.
Sin darle muchas vueltas al asunto no dijo ninguna palabra para sacar su libro de matemáticas y ponerlo encima de la mesa. Se sentó a mi lado, rozando mi brazo. Su cabello ese día estaba lacio, y sabía que no era de esas chicas que se arreglaban mucho; pero siempre se veían bien, y era lo que el colegio completo le envidiaba.
- Bien- suspiré, abriendo mi libro. - dame tu cuaderno- le pedí. Ella se acomodó un poco y me entregó el objeto.
Comencé a hojear una por una y vi que no tenía absolutamente nada escrito. La miré, frunciendo el ceño.
- No has escrito nada, no tienes ni una sola pizca de materia- le reproché. Ella se encogió de hombros.
- ¿todavía crees en la magia?- preguntó.
- Depende- la miré. Nunca me había fijado en lo bonitos que eran sus ojos si los veías bien de frente; y vaya que los sabía usar sin siquiera ponerse maquillaje- ¿estas dispuesta? ¿te comprometes?- le pregunté. Ella suspiró; ambos sabíamos que era su última oportunidad para ser alguien; para salvar el año. La última nota era la más importante. Cerró los ojos con fuerza.
- me comprometo- finalizó.
- Bien, te entregaré mis cuadernos hoy día y quiero que pases en limpio toda la materia durante esta semana- le dije, sacando todo lo que tenía en la mochila. Abrió los ojos como si fueran platos.
- ¿toda la materia? venga Luke, ¿te has vuelto loco? Es demasiado
- te has comprometido ya ____, no puedes decir otra cosa- reí mientras me ponía la mochila en el hombro.
- ¡espera un poco, hombre!- me siguió por detrás- ¿no me vas a enseñar nada?
- Claro, te eh enseñado a poner atención hoy día, si no pones atención en clases a partir desde mañana tendrás que estar el fin de semana copiando la materia en vez de salir con tus amigos- sonreí.
- ¿Y que pasará contigo? ¿no vas a anotar nada? ¿estas consciente de que me estoy llevando tus cuadernos?
- Tengo un borrador- sonreí- pasar materia en limpio no es un problema para mi tomando en cuenta que nunca tengo nada que hacer
- ¿no me vas a ayudar a pasar todo esto en limpio?- se seguía quejando- Voy a estar hasta quizás que hora..
- Y por favor, haz que quede bonito, me gusta cuando le ponen verde pero si quieres ponerle rosado.. no lo se, quiero que subrayes la materia importante- suspiré- que te vaya bien ____- salí por la puerta. Sentí como maldecía al cielo por tener que escribir tanta materia.
Camino a casa patee una sola piedra todo el trayecto. Intentaba formular en mi mente la apariencia de la chica cuando nadie la estaba viendo. Era insegura, un poco, pero lo suficiente como para necesitar a alguien que le diga lo bonita que es cada día; aun que supuse que eso no le faltaba.
Era dura, pero una vez que intentabas llegar a ella y le ponías un poco de confianza sabía como devolver la jugada.
Tenía una sonrisa en el rostro que le permitía alardear sobre lo que vivía.
¿y yo? no era nadie.
Mi teléfono comenzó a sonar nuevamente y vi el nombre de mi mamá en la pantalla. ¡maldita sea! no quería ir a un psicólogo, porque no necesitaba uno. Lo que necesitaba era un amigo a donde escaparme.
Decidí no contestar y aguantar los gritos que vendrían después. Me detuve en un puesto de helado. Una chica delante de mi buscaba en su monedero lo que le faltaba para comprar el helado.
Tenía el cabello largo y con pequeñas ondas alrededor; color rubio. Se dio la vuelta para recoger unos papeles y pude ver que realmente era linda; los ojos azules y unos labios grandes. Sonreí.
- Lo siento tanto- se disculpaba con la señora. Tenía el helado ya en la mano, pero al parecer no encontraba como pagar. La fila detrás de mi se iba haciendo larga y los nervios de ella iban aumentando a medida que la mano le temblaba por no poder encontrar un poco de dinero con el cual pagar. Miré su helado; el pequeño de quinientos. Me puse delante de ella y le pasé un billete a la señora que atendía.
- Quiero uno de 10 de chocolate- le dije, mientras la morena me miraba sorprendida- y ponga lo de ella también
- Esta bien- suspiró, agradecida, la vendedora. Me puse a pensar en quizás cuanto tiempo ella había estado allí. Esperé que me dieran mi helado y comencé a caminar para irme a casa. No había echo nada para esperar un gracias a cambio pero sentí como una chica detrás de mi me tocaba el hombro en lo que yo me daba la vuelta.
- Hey- me dijo, la rubia de ojos azules. Tenía una sonrisa un poco más relajada y podía verla respirar.
- Hey- le dije de vuelta.
- Gracias por pagar mi helado yo.. Soy una boba- asintió mientras se caían sus cosas. Reí mientras le ayudaba a recogerlas- soy torpe, tan torpe- se decía a si misma.
- Todos pueden tener un mal día- le dije, dándole una mordida al chocolate del helado.
- Si.. Gracias de nuevo..
- No es nada, te veías afligida- reímos divertidos.
- Se me cayó el dinero, estaba segura de que lo tenía- suspiró- en fin.. Te lo pagaré algún día.. Yo.. em...
- Me llamo Luke- le dije finalmente. Sonrió.
- Soy Lisa- dijo ella. - ¿sabes? tengo que ir a ver a mi hermana al hospital ahora..
- ¿le ha pasado algo?
- No, su novio trabaja allí- rió- Pero.. Quizás me puedas dar tu número de teléfono y te llamo para invitarte a tomar un helado yo esta vez, si no te molesta claro... yo..
- Esta bien- le sonreí mientras sacaba mi celular y le dictaba el número. Lo guardó y yo guardé el de ella. Se despidió de mi y se echó a correr mientras su cabello se balanceaba en su polera rosada.
Vaya que era bonita.
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and you...belive in the magic? (Luke Hemmings y tu) TERMINADA
RomancePrologo _____ Siempre ha sido la chica que todo el mundo quiere ser. Sus tres mejores amigos son los chicos mas guapos de todo el instituto. Se ve bien incluso con polerones enormes y pantalones pitillos. Los chicos la quieren a pesar de que ella no...