capitulo 32

321 18 0
                                    

Narra Luke

Me miré al espejo una vez más.
- ¿sabes qué? Me gustas mucho- dije. Pero al instante negué con mi cabeza; no se lo podía decir de esa manera tan fría.
Nunca había estado tan elegante en ese tiempo. La última vez fue el funeral de mi abuela; ahora llevaba una camisa dentro del jeans y unas zapatillas de color blanco. Mi cabello perfectamente peinado hacía atrás demostraba que era mamá quien me había ayudado, claro, después de llenarme de preguntas.
Las cosas en casa habían estado realmente bien; hablaban conmigo y me preguntaban que me pasaba, se interesaban en mi, y eso me hacía sentir querido, lo que, antes, rara vez sucedía.
Pero ese era un día especial; sería el día en el que moriría como un ganador o viviría como un perdedor.
De todas maneras; siempre he podido perder como un ganador. 
Tomé el ramo de flores que estaba encima de la mesa; rosas. Quizás fue una mala idea; los chicos siempre regalan rosas. 
Quizás a ella le habrían regalado un millón de rosas más, todas con una carta de amor al costado y con una cinta del color para que no se caigan cuando se las lleve a la nariz con la intención de oler su perfume; pero mis rosas eran más significativas, porque las compré pensando en ella.
La rosa más bella; era la que se merecía, porque no se merecía lo peor de algo, no cuando se trataba de ella.
Y a pesar de que habíamos tenido esos inconvenientes durante esas semanas, sabía que hacía lo correcto. Sabes que lo haces cuando te enfrentas a la persona por la cual no puedes dejar un día sin pensar en ella. La cuestión es como reaccionaría ella cuando se entere. Probablemente no me hable nunca más; pero ¿que había dicho ella? Que no se arrepentía de ese beso. Pues dejaba ver lo contrario cada vez que la miraba a los ojos y evitaba mi mirada; excepto el día anterior.
¿Y que me había dicho Mike después de que mi intento de irme resultara fallido, porque en el mismo momento el iba entrando? 
“ve, estoy seguro de que ella estará feliz. No puedo envolverte, pero serás mi regalo de cumpleaños perfecto para ella” y luego sin decir nada más, se marchó. 
Él era su mejor amigo. Quizás lo había dicho para burlarse de mi, pero si fuera por eso, habría llevado a los otros dos amigotes, ¿no?
A medida que avanzaban los minutos yo intentaba de convencerme que todo lo que estaba viviendo era verdad. No sabía como se lo diría; probablemente le pediría ayuda a una amiga cercana a ella, pero no conocía a ninguna. Solamente la veía con sus tres amigotes todos los días y a cada hora; y en el fondo entendía porqué eran tan celosos. Yo también lo estaría teniendo a mi lado a una amiga como ella; con el miedo de que se enamore de un día para otro y luego marcharse; pero eso definitivamente no sucedería conmigo, ¿o si?
<<eres grande Luke>> me dije a mi mismo, pero a los cinco segundos después me dije que era lo contrario por el simple echo de parecer un Oops! allí con las manos sudando pensando en ella como si todo.
Ella es la clase de chica con la cual no me importaría haber compartido mi emparedado de jamón a los cinco años.
Mi celular comenzó a sonar con desesperación y sabía entonces que ese sería el momento final. Estaba todo acabado; no podía dar marcha atrás ni a ninguna parte. Estaba decidido; iría. Lo levanté con las manos temblorosas no sin antes ver la pantalla y sonreír con el nombre.
- estoy afuera- dijo, cuando contesté y luego cortó. Me acerqué a la ventana y allí vi el auto estacionado y fruncí el ceño un poco.
Rápidamente bajé las escaleras. Mis padres se encontraban abrazados en un sillón mirando un partido de futbol. Ambos alzaron la vista y murmuraron un <<que te vaya bien, cualquier cosa, nos llamas>>. Les besé la mejilla a lo que salía.
Abrí la puerta del vehículo de color azul y vi el rostro del chico sonreír hacía mi.
- Hola- fue lo primero que se me ocurrió decir. Ashton al volante me miró y luego dio la vuelta.
- ¿nervioso?- preguntó. Me encogí de hombros.
- un poco- admití- he pasado por cosas peores...- echó a andar el auto a máxima velocidad. Me agarré con firmeza del asiento intentando no caer en el intento; Mike parecía conducir realmente rápido sin temor alguno.- ¿tienes licencia?- pregunté después de un rato de temor.
- ¿parece como si lo hiciera?- rió divertido mientras yo negaba con la cabeza.-
- Y supongo que el auto tampoco es tuyo.
- No, lo he encontrado por ahí tirado...- dijo con seriedad. Fruncí el ceño y le miré intentando buscar respuestas mientras mi corazón comenzaba a latir con fuerza.
- ¡Por Dios!- exclamé- ¿sabes lo que nos pueden hacer por esto? ¡quizás nos meterán presos, y...
- Luke...
- ...Luego iremos a la cárcel y mamá...
- Luke...
- Se sentirá decepcionada de mi y ya no me lavará...
- Luke...
- La ropa, tendré que hacerlo solo y quizás quien será mi compañero de celda y...
- Luke...
- ¿y sabes que más puede pasar?
- ¡Luke maldición!- frunció el ceño agitado- era una broma, hombre, es el auto del hermano de Ashton, ¡calma un poco! No te pasará nada, no irás a la cárcel, tranquilo.
- ¡que bueno!- suspiré aliviado- no quería ir tan chico, espero que cuando vaya sea de mayor y por un crimen que yo haya cometido- alzó una ceja.
- ¿piensas ir a la cárcel?
- ¿tu no?- Negó con la cabeza. Era el momento; estaba con el mejor amigo de la chica que me gustaba, ¿cuantas oportunidades más así abrían sin que él esté con sus dos amigotes? Mike parecía ser el menos interesado en matarme cuando me acercaba a ella; de echo, me había invitado para que esté con ella. Mi corazón latía con fuerza.
- Que... Que..- tartamudee- ¿que debo decirle?- pregunté. Él me miró durante dos rápidos segundos y luego fijo la vista al frente.
- Dile cosas tiernas, necesita algo de eso.
- ¿Como que?- preguntó confundido- ¿que tal si se lo digo por teléfono? ¡que buena idea!
- No, porque en ese caso yo mismo me encargaré de golpear tu trasero- estacionó el auto en la casa de Calum. Tragué saliva mientras los latidos de mi corazón aumentaban. - Trátala de una manera suave.
- ¿que tal si Ashton y Calum van a golpearme?
- Ella no dejará que te golpeen, y si lo hace entonces date por vencido, no te quiere de verdad.
- Bueno- suspiré. Mike abrió la puerta del auto para salir mientras yo me movía incómodo en mi asiento.- ¡Mike!- le llamé. El me miró- ¿me veo bien?- pregunté nervioso. El rió divertido y asintió.
- Ve por ella Luke.

and you...belive in the magic? (Luke Hemmings y tu) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora