I used to hate you •Cinco Hargreeves y tú•

Capítulo 10

(Narrador omnisciente)

Ocho y Cinco se fueron corriendo hacia la mansión.

-¿sabes? Pudiste haberte teletransportado tú solo y habrías llegado más rápido- dijo Ocho buscando a Grace.

-no te podía dejar sola- dijo Cinco y ella lo miró sorprendida. Cinco enseguida trató de buscar una excusa- me refiero a... ya sabes... sería muy descortés de mi parte- y Ocho lo miró más sorprendida. Cinco se pegó un golpe en la cara con la mano extendida (🤦‍♂️ así)- solo olvídalo.

-¿okey?- fueron a la cocina y ahí se encontraba Grace lavando los platos- hola mamá.

-hola cariño, hola Cinco- ambos saludaron.

-necesitamos que nos ayudes con la herida de Cinco- dijo Ocho tratando de no mirarla, odiaba la sangre y esas cosas.

-oh claro, vamos a la enfermería- dijo Grace y se llevó a Cinco- ¿vas a venir?- preguntó.

-no, no, necesito hacer algo- dijo Ocho y Cinco la miró confundida pero Ocho desapareció en un instante.

______'s POV

Cinco me dijo que ayudara y eso es lo que voy a hacer. Le robé el ojo disimuladamente, él ni siquiera se inmutó. Y como también tengo buen oído escuché la dirección que le había dicho el señor. Así que me dirigí hacia esa dirección. Llegué rápidamente, era un hospital. Entré y me dirigí hacia la recepción en donde había una recepcionista y un doctor. Me decidí por preguntarle al doctor.

-hola, lo que pasa es que encontré este ojo afuera del hospital y me gustaría regresarlo al dueño- dije tratando de hacerme la inocente.

-oh claro, pásemelo y nosotros se lo regresaremos- dijo y yo negué con la cabeza.

-me gustaría entregarlo yo por mi cuenta- dije con una sonrisa inocente.

-me temo que eso no será posible, pero nosotros se lo entregaremos al dueño- dijo con una mueca que aparentaba ser sonrisa.

Este señor me estaba sacando de mis casillas. Me acerqué a él y le dije:

-escúcheme bien- me acerqué más- usted no sabe lo importante que significa para mí darle este ojo al dueño así que o me coopera diciendo quien es o se quita de mi camino, finalmente usted es solo un obstáculo- okey me había pasado de la raya pero debía de hacer algo.

-mira niñita, o te vas o tendré que llamar a seguridad- dijo amenazante.

-bien- dije entre dientes y me fui de lo más enojada. Me volteé y le dije- pero esto no se va a quedar así- y me fui.

Cuando llegué a casa Cinco estaba en la entrada caminando de un lado a otro. Cuando me miró se acercó a mí.

-¿en donde rayos estabas?- dijo enojado.

-fui al hospital- dije

-¿que? ¿Que te pasó?- dijo preocupado.

-tranquilo, tranquilo, fui a ver de quién era esto- saqué el ojo de mi bolsillo y el me miró sorprendido.

-¿como me robaste el ojo?- dijo y me lo quitó rápidamente.

-no sirvió de mucho, el señor no quiso ayudarme- dije devastada.

-no vuelvas a hacer eso- lo miré.

-¿hacer qué?- enarqué una ceja.

-irte sin avisar, pensé que te había pasado algo- dijo y yo abrí los ojos y reí.

-creo que el viaje en el tiempo te afectó un poco a tu mente- dije riendo- ¿por qué de la nada eres así conmigo? Solías burlarte de mí- dije y el solo rodó los ojos y se teletransportó a otro lugar.

Yo volví a mi habitación. Estaba muy limpia. Grace la debió de haber limpiado. Me acosté en mi cama y luego quise leer mi diario para así recordar las cosas que había vivido. Busqué por los cajones: los de ropa y los del velador, por debajo de mi cama, por mi escritorio, pero nada. Me asusté de que alguien lo hubiera leído, habría sido muy penoso. No contaba nada taaaaan personal pero igualmente me daría vergüenza que alguien lo leyera. Fui a donde Grace a preguntarle.

-¿mamá fuiste tú la que limpió mi habitación?-

-si- dijo sonriente.

-¿por casualidad no habrás visto un diario o algo por el estilo?-

-no cariño-

-ah bueno, gracias- me fui.

Pensé en preguntarle a Cinco pero luego me arrepentí. ¿Por qué él habría entrado a mi habitación? Eso no tenía sentido. Aunque lo pensé mejor y me dije a mi misma que no perdía nada en preguntárselo. Fui a su habitación y toqué la puerta.

-pase- se escuchó su voz.

Yo abrí la puerta y él me miró confundido.

-te vine a preguntar algo- él se sentó en su cama-¿por casualidad habrás visto un diario que estaba en mi habitación?-

-¿qué? No- dijo seco.

-oh bueno- dije y me fui.