I used to hate you •Cinco Hargreeves y tú•

Capítulo 19

(Narrador omnisciente)

Ocho estaba en una camilla durmiendo mientras que Cinco se negaba a irse de la habitación. Allison estaba a unos cuantos metros de ambos, también inconsciente por las anestesias. Al parecer Ocho solo había sufrido un pequeño corte en la cabeza, pero nada que Grace no pudiera arreglar. Pero por otro lado Allison tenía las cuerdas vocales muy dañadas, algunas incluso rotas, y Grace decía que no se sabía si volvería a hablar. Luther había ido por un café para Cinco y otro para él, se habían quedado toda la noche viendo si es que alguna de las dos se despertaba, obviamente cada uno quería que una despertara más que la otra. De un momento a otro Ocho comienza a abrir lentamente los ojos. No había tanta luz así que no se le dificulto tanto acostumbrarse a la luz. Cinco, medio dormido apoyando su cabeza en la palma de su mano, se dio cuenta de aquello y rápidamente se le acercó, de repente el sueño se le había ido por completo.

-por fin estás despierta- trataba de disimular su emoción pero aún así se le notaba en el tono de su voz.

-¿que pasó?- se trató de sentar con ayuda de Cinco.

-no lo sabemos, tuvimos que irte a buscar a la casa de Jenkins- comentó éste y Ocho recordó todo de golpe.

-¡¿dónde está Allison?!- estaba desesperada y muy asustada.

-tranquila- le puso un brazo en su hombro y señaló en dónde estaba Allison- está allí, mamá la curó pero todavía no despierta.

Eso alivió un poco a la pequeña y apoyó su cabeza en el respaldo soltando un fuerte suspiro. De repente Luther entró a la habitación y ambos dirigieron su mirada al grandote. Éste rápidamente dejó las tazas en una mesita y corrió a abrazar a su hermana.

-¿por qué todo siempre pasa cuando no estoy?- pregunta cuando se separa. Mira a Allison la cual todavía no despierta y su expresión vuelve a una triste y preocupada.

-¿quieres café?- Cinco le ofrece de su café, lo que sorprende a Ocho, ya que Cinco nunca comparte sus cosas.

-no gracias, prefiero tomar agua- Cinco se paró agarró el vaso que estaba en la mesita para después dárselo- gracias.

-¿y qué fue lo qué pasó?- preguntó de una vez por todas Luther.

La pequeña les contó todo lo ocurrido y ambos la miraron boquiabiertos.

-¿la pequeña e indefensa Vanya?- Sus labios formaban una O- creo que te golpeaste muy fuerte la cabeza- Ocho fulminó con la mirada a Luther.

-les estoy diciendo la verdad, esperen a que Allison despierte, les contará lo mismo- se paró de la cama y sus piernas flaquearon. Perdió el equilibrio por un segundo pero logró agarrarse a un pequeño velador y recuperó el equilibrio.

-¿adonde vas?- Cinco la siguió.

-Vanya está en peligro, hay que buscarla- respondió y Cinco la tomó de la mano para que parara.

-si ella hizo eso una vez- apuntó hacia Allison- lo podrá hacer de nuevo- justificó- además debemos esperar a que Allison despierte...- Ocho lo interrumpió.

-¿piensas que estoy mintiendo?- preguntó ofendida y Cinco bajó la cabeza.

-es solo que te golpeaste fuerte en la cabeza y yo pensé...- lo volvió a interrumpir.

-aunque estuviera loca no le echaría la culpa a mi hermana y amiga por nada- respondió y Cinco desvió su mirada avergonzado- pero tal vez tengas razón en lo de que puede hacerlo de nuevo, así que mejor lo discutimos entre todos- ambos subieron las escaleras dejando a Luther y su pobre corazón roto en la enfermería.