Capítulo 9

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______'s POV

-¿quieres salir en auto o simplemente caminamos?- preguntó Cinco.

-¿de dónde sacarás dinero para un taxi?- pregunté divertida.

-no necesitaremos dinero para eso, sé manejar- dijo orgulloso y yo lo miré atónita.

-¿sabes manejar?- estaba de lo más sorprendida.

-no hay cosa que no sepa hacer- ahí estaba, esa egocéntrica que tanto lo caracterizaba. Yo solo rodé los ojos divertida.

-¿entonces?- paró de caminar, ya estábamos en la salida. Me miró.

-¿que te parece una carrera?- dije mirándolo desafiante. Él hizo lo mismo.

-acepto, ¿pero no era que tenías las piernas dormidas?-

-ya casi no las tengo, déjame hacer una prueba- dije y recorrí una cuadra corriendo. Volví en un segundo- falta practica pero tan oxidada no estoy- dije orgullosa.

-bien, ¿te doy ventaja?- me alzó una ceja.

-cuenta 3 segundos y parte- dije y me preparé para salir corriendo.

-3,2,1- salí disparada hacia la tienda de donas. 3 segundos después salió Cinco. Yo llegué un segundo antes.

-¿quién es el lento ahora?- dije burlona.

-te di ventaja- se excusó.

-oh vamos, déjame disfrutar del momento- le golpeé el hombro en forma de broma.

Entramos a la tienda y nos sentamos al lado de un señor. Llegó la mesera. Era una mujer de tercera edad, pero parecía agradable.

-perdón por la tardanza, se había tapado el lavamanos- dijo apurada- ¿que querrían ordenar?-

-una dona de frambuesa por favor- pidió el hombre al lado mío.

Lo anotó en una libreta de órdenes y nos miró a nosotros- ¿y la niña y el niño que desearían ordenar? ¿Una leche caliente tal vez?- nos dijo amable.

-el niño quiere un café negro- dijo Cinco con una sonrisa que se suponía debía de ser "inocente" pero parecía más una sonrisa cínica.

-que... lindo- dice la mesera tratando de sonreír pero más que eso pareció una mueca- ¿y tú?

-yo quiero un batido de piña por favor- dije mostrando mi sonrisa más inocente.

-enseguida- dijo y se fue.

-¿que le pasó a este lugar? Recuerdo cuando éramos niños y veníamos y comíamos donas hasta vomitar- comenté yo.

-si, Klaus era el primero- dijo Cinco y soltamos unas risas.

El señor de al lado nos miró raro y se alejó "disimuladamente" de nosotros.

-aquí les traigo sus pedidos- dijo la mesera y nos entregó lo que habíamos pedido.

-yo pagaré por ellos- dijo el señor sin quitarnos ojo.

-muchas gracias- le dije sinceramente.

Cuando la mujer volvió a entrar por la cocina Cinco le preguntó una ubicación al hombre. Luego el hombre se fue y nos quedamos nosotros solos. De repente sonó la campanilla de entrada y volteamos a ver. 6 hombres vestidos de negro y con armas nos apuntaron.

-debo de admitir que creí que demorarían más en encontrarme- dijo Cinco con tranquilidad y yo lo miré histérica tratando de que me diera una explicación pero él ni siquiera me miró.

-vamos número Cinco, somos profesionales en esto, así que te recomiendo que te rindas, no quiero volver a casa sabiendo que maté a un par de niños- dijo uno de los encapuchados.

-¿y quién dijo que volverías a casa?- comenté yo y Cinco me miró sorprendido.

-será mejor que cierres la boca niñita- dijo el hombre acercándose a mí con el arma.

-te recomiendo que no hagas eso amigo- dijo Cinco.

-¿por qué?- dijo el hombre secamente.

-¿esto te responde la pregunta?- y corro rápidamente hacia él y le pego un golpe en las bolas, lo que me da tiempo de agarrar su arma y dispararle en la cabeza. Como lo hice tan rápido nadie pudo ver bien lo qué pasó, solamente escucharon el balazo y al hombre caer.

-¿quién sigue?- dijo Cinco y empezamos a matar a todos.

Fue bastante fácil a decir verdad. Cinco mató a 3 y yo a 3.

-será mejor que nos vayamos ahora mismo, los policías no deben de tardar en llegar- dije yo.

-espera, primero necesito que traigas un cuchillo- dijo y se sentó en una silla. Puso su brazo encima de la mesa y lo dio vuelta. Se arremangó y me hizo una señal de que trajera el cuchillo.

-¿que quieres hacer?-

-necesito que cortes aquí- dijo apuntándose el antebrazo.

-estás loco- dije.

-puede ser- dijo y yo le corté un poco. Él sacó un pequeño chip de adentro de su antebrazo.

-ahora vámonos- dijo y salimos de la tienda. Cinco botó el chip al suelo y lo pisó. Me tomó de la mano y nos fuimos corriendo hacia un callejón.

Cuando llegamos nos miramos y nos dimos cuenta de que seguíamos con las manos agarradas. Las separamos rápidamente y ambos nos sonrojamos.

Cinco's POV

-estuviste muy bien allá- la felicité.

-Gracias, tú igual- me respondió- ¿por qué vinimos aquí?-

Le conté rápidamente lo del Apocalipsis. Cuando terminé esperé por una respuesta de su parte pero ella simplemente me miraba sin decir nada.

-¿y bien?- dije.

-es que... no puede ser- dijo.

-créeme, es enserio- le dije muy sinceramente- y mira, tengo una pista- le mostré la prótesis de ojo que había sacado de la mano de Luther.

-wow- dijo ella- que asco- me dijo y alejó mi mano que tenía el ojo.

-necesito tu ayuda- dije- debemos de salvar el mundo.

-que flojera- dijo ella y la miré mal- era broma, era broma- levantó sus brazos.

-debemos de descubrir de quien es este ojo- ella asintió.

Luego miró mi mano y se asustó- ¡por dios necesitamos volver a casa y curarte eso!- dijo histérica- vamos- me agarró de la mano y comenzamos a caminar rápidamente.

I used to hate you •Cinco Hargreeves y tú•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora