Rudo pero Buen Muchacho (Kevedd)

Prohibido.

—Edd, ven acá. -llamó Kevin estando aún en cama sentado.

—Ya voy, espera. -contestó el menor.

—Tsk. -se quejó hace media hora se había ido el pelinegro.

×Flashback - Anoche.×

—¿Desde cuando? -fue la pregunta de Edd hacía Kevin.

—No lo se, no preguntes. -contestó con su mirada a otro lugar.

—Dime, quiero saber. -exigió el pelinegro.

—Contéstame tú. -cambió el tema.

—Desde hace unas semanas.. Bueno, dime tu. -volvió a pedir.

—Jamás... Ah, joder.. -el de cabello naranja fingió empeorar y al final, no contestó.

Durmieron abrazados y en la mañana se dieron beso de los "Buenos días"

×Fin del Flashback×

—Llegué -dijo de repente el pelinegro mientras se sentaba en la cama. — ¿Ya nos vamos?

—No, no vayamos -vontestó Kevin.— Ven -le ordenó tomando de la cintura al otro y con fuerza logró acostarlo a su lado—. Hoy no, me duelen las costillas -agregó, estaba mintiendo aunque fingía muy bien.

—Kevin... Tenemos que ir.. -murmuró el pelinegro e intentó levantarse pero el mayor se puso encima de el—. Bueno... No iremos -dijo como última palabra.

—Genial -dijo con una sonrisa victoriosa—. Hay que salir.

—¿No estabas lastimado?

—Estaba, bien dicho -respondió levantándose y estirándose un poco.

Edd lo observó, su cuerpo no estaba mal... Tenia "lo suyo". Su espalda era llamativa, "sexy" por definirlo así.

—Vamos -insistió Kevin.

—Bien, vámonos.. -se levantó el menor y se acomodó la ropa. Kevin busco algo que ponerse también, poco después ambos salieron de casa, el más alto enredado al cuello del mas bajo con su brazo.

—Edd ¿qué hay entre nosotros? -preguntó mirándolo de un costado.

—Bueno.. -desvió su mirada con un leve rubor—. Tú decides..

—Ah... bueno -dijo en voz baja y suspiró —. ¿Quieres salir conmigo?

—¡Si! -respondió al instante que sonreía—. Di-digo... Si quiero -bajó la voz, bueno en ese momento se emocionó, había esperado mucho para eso.

—Ah, genial -sonrió de lado, se atrevió a besarle la cabeza por encima del gorro. El menor mantuvo la sonrisa y se dejó.

—Vaya, así que es eso -dijo una voz muy, muy familiar para Kevin y Edd.

—¡¿Que.. qué  haces aquí?! -alzó la voz el pelinegro alterado, Eddy había visto 'eso' que le hizo Kevin.

—Hey, calmate. -le dijo el de cabello naranja al pelinegro.—¿Cual es tu problema? -dirigió su mirada al que apenas llegó.

—Ninguno, ¿Desde cuando están juntos? -preguntó con calma, aunque estaba herido.

—Desde hace unos minutos casi. -respondió el mayor.— ¿Algún problema con eso?

—Kevin... -murmuró el pelinegro.

—Espera. -le ordenó haciendo un ademán con la mano, estaba calmado a decir verdad.

—Ninguno. -contestó Eddy.— ¿Edd, estás por voluntad propia?

—Tu, maldito imbécil -peligrosamente Kevin se acercó a Eddy y lo tomó del cuello de la camisa.— No obligaría a estar a alguien conmigo. -aclaró, estaba terminando su paciencia.