Capítulo 3

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Usagi nunca había estado tan nerviosa antes de una cita. Primero se le estropeó el secador y, como era demasiado tarde para comprar otro, tuvo que apartarse el pelo de la cara y sujetarlo con un par de horquillas. Luego se le hizo una carrera en las únicas medias decentes que le quedaban. De modo que tendría que ir sin medias.

Y, además, tuvo que aguantar a Sammy.

Soy el cabeza de familia y no me gusta que salgas con Mamoru Chiba. No me gusta nada.

Te he dejado un asado en el homo suspiró Usagi, mientras se ponía rímel frente al espejo. Si te comes todas las verduras, podrás tomar helado de postre.

Sammy arrugó la nariz.

No me gustan las verduras. Además, esta noche tengo planes.

Usagi se volvió para mirar a su hermano. Llevaba el pelo despeinado, como siempre, y a juzgar por el trocito de papel higiénico que tenía pegado al mentón, acababa de afeitarse.

¿Qué planes

Prefiero no decirlo. Y no cambies de tema. Estábamos hablando de Mamoru Chiba.

¿Qué pasa con él?

Que no es tu tipo, Usagi. Me han dicho que tiene una lista de requisitos para encontrar la esposa perfecta.

No te preocupes. No estoy interesada.

De todas formas, te prohíbo que salgas con él. No me deja usar sus herramientas... excepto la escoba.

Eres un aprendiz le recordó Usagi. Tienes que empezar por algo. Dale tiempo.

Sammy negó con la cabeza.

No me queda tiempo. Ya tengo veintidós años.

Su hermana soltó una carcajada.

Te compraré un bastón en tu próximo cumpleaños.

Lo digo en serio, Usa. La vida se me escapa de las manos. ¿Y qué tengo? Nada. Cero suspiró Sammy, Es hora de hacer cambios drásticos.

¿Qué cambios?

Estábamos hablando de Chiba.

No, estamos hablando de ti. Quiero saber a qué cambios te refieres.

Es un secreto.

Sammy, no hagas ninguna tontería.

¿Qué quieres decir?

Los dos sabemos qué quiero decir. Sé que estos últimos años han sido difíciles para ti. Especialmente tras la muerte de papá.

Usagi no quería admitir que también habían sido difíciles para ella. La muerte repentina de Kenji Tsukino ocho años antes había dejado a una chica de diecinueve años a cargo de su hermano de catorce. Y ella intentó criarlo lo mejor que pudo con los consejos de su madre desde la cárcel.

Lo echo de menos. Era mi héroe.

Justo las palabras que Usagi no quería oír.

Yo también quería mucho a papá. Sammy, pero tenía muchos defectos. Era demasiado listo como para pasarse la vida abriendo cajas fuertes ajenas. Debería haber hecho algo.

Kenji Tsukino era el mejor ladrón de joyas del país. La policía nunca pudo detenerlo.

Lo sé. Pero el estrés de vivir al otro lado de la ley pudo con él. Sólo tenía cuarenta y siete años cuando sufrió el infarto.

Sammy dejó caer los hombros.

Podría haberle pasado lo mismo de ser fontanero o carpintero. Además, a él le gustaba mucho su trabajo.

DIFÍCIL DE ATRAPAR  (Café Romeo Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora