Bailarín

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—¡Oh Dios! Sehun ¿No te das cuenta?— Gritó Dejun llamando la atención de todos los empleados en la barra— ¡Lo siento! Nuestro bebé Sehun ya creció y trae a dos millonarios tras él.

—Dejun ¿Quieres callarte?— Dijo Sehun harto de la imprudencia de su amigo— No entiendes la gravedad de la situación, Chanyeol es un narcotraficante y si eso fuera poco es el maldito para el que mi padre trabajo y murió.

—Buen punto, pero, recuerda Hun: le gustas, él es demasiado sexy y muy caliente por lo que he notado, tú no tienes 200,000 dólares en tu bolsillo para pagarle la semana que viene ¿O si? Es tu única opción o ¿Te acuerdas la propuesta anterior que te hice?— Jun habló mirándolo fijamente.

—Ya te dije que no ataremos a nadie y menos les robaremos un cheque— Sehun rodó los ojos- Ya veré que hago, pero de plano ser el esposo de Park, primero muerto.

—¿El esposo de quién?— El señor Kang llegó hasta donde estaban ambos y se hicieron tontos limpiando los vasos de la barra— Tenemos problemas, chicos.

—¿Qué ocurre jefe?— Preguntó Dejun curioso.

—Mis 4 bailarinas no pudieron venir hoy— Dijo con preocupación— Y una de las razones por las que nuestro club famoso es por los bailes nocturnos.

—Madre mía, eso si es grave— Dejun fingió angustia haciendo reír a Sehun— ¿Cuánto les pagaba?

—200 dólares la noche y aparte las propinas que dejaban los clientes— Al oír la cantidad ambos chicos se atragantaron.

—¿Se valen chicos?— Preguntó Dejun.

—Claro, a los clientes no les molesta, mientras sepan bailar y sean "sexys" aceptan chicos— Dijo el señor Kang— ¿Por qué? ¿Conoces alguno que esté disponible para esta noche?

—Sí y está justo frente a usted- Dejun apuntó a Sehun— Asistió a clases de ballet y danza y una vez logré emborracharlo y no sabe que bien se mueve.

Sehun le aplastó el pie sacándole un grito agudo.

—¿Es cierto Hun?— La atención de su jefe fue a parar hacía él— Si es así, te lo ruego Hun, tú eres perfecto para ello y no lo pienses, recuerda que son 200 dólares por noche y aparte la propina, también podrás usar un antifaz sino quieres revelar tu identidad.

—Hun, recuerda la deuda, hazlo por ello— Dejun le tomó la mano en señal de apoyo mientras aguantaba el insoportable dolor de su pie mallugado.

Gracias a lo último mencionado por su queridísimo amigo Dejun ahora se encontraba escondido en el área de cambio de vestuarios.

—Hun, ya es hora— Dejun llevaba más de cinco minutos tocando la puerta que Sehun se negaba a abrir— Sehun, bebé, sal que ya casi empieza el show.

—Me veo mal, no, no quiero— Chilló Sehun apoyado en la puerta.

—Sehun, son 200 dólares por noche y aparte las propinas, ni de mesero y mucho menos en la cafetería te pagaran esa cantidad, ésta es tu oportunidad bebé— Dejun sonrió al escuchar el seguro de la puerta ser quitado— Hun, te ves.

—Vulgar, lo sé— Susurró Sehun con pena.

—No, no, no, no, ni se te ocurra pensar o decir eso ¡Te ves increíble!— Gritó Dejun.

Y era cierto lo que Jun decía: esos pantalones negros ajustados a la perfección a sus muslos y resaltando su redondo trasero, crop top transparente que dejaba al descubierto su pequeña cintura y un choker negro con un corazón en medio lo hacían ver demasiado increíble y sexy sin verse vulgar.

—Te falta algo más- Dejun le dio un antifaz negro— Tú puedes, nene, yo te echaré porras desde el área especial, por que el señor Kang me mandó de mesero para cubrir tu lugar y mandó a Sicheng a la barra.

—Gracias Jun, en verdad te amo— Sehun recibió el antifaz y se lo colocó— Lo malo es que no sé la playlist de ésta noche.

—Tú, improvisa— Dejun lo guio detrás del escenario— Sé que lo harás bien y si puedes usa el tubo, te darán más propinas y para que no te incomodes evita mirar, tú solo relájate y deja que tu cuerpo atrape la música, no olvides bailar en dirección al área privada, ellos son el pez gordo para las propinas.

Sehun suspiró y subió al escenario, la música comenzó y su cuerpo se adaptó rápido al ritmo de la canción, siguió el consejo de su amigo sobre dejarse llevar por la música, en ningún momento dirigió su vista hacía el público, pero sentía las miradas sobre su cuerpo, examinándolo, devorándolo y queriendo tragárselo entero. Bailó alrededor del tubo de una forma provocativa y sensual.

Bailaba demasiado bien.

Hasta dos ciertas personitas que él quería evitar lo notaron.

—¿Dónde está mi pastelito de frambuesa?— Le preguntó indignado JongIn al mesero que lo atendió— ¿Por qué no me está atendiendo él?

Dejun no sabía que responder, así que se hizo el tonto y sólo dejó la bebida en la mesa del moreno y pasó a la siguiente mesa a dejar una botella de whisky.

Chanyeol en cuanto miró al mesero frunció el ceño al no ver a su Sehun, no había hecho una pausa en su apretada agenda para disculparse con el mesero y le salieran con la jalada que hoy no trabajaba.

—¿Y el otro chico?— Preguntó con molestia.

Dejun lo ignoró también cosa que cabreó a Chanyeol, pero lo dejó pasar por ver a aquel hermoso chico que estaba bailando en el escenario con el rostro cubierto por un antifaz.

Su miembro comenzó a molestar al ver el delicioso cuerpo que se cargaba ese bailarín.

Tendría que hablar con él y con el viejo de Kang para contratar de sus servicios de acompañante, sólo rogaba que aceptara y él estaba dispuesto a darle una cantidad generosa de dinero.

Tal vez solo así lograría bajar toda la frustración sexual que le hacía tener Oh Sehun.

Con ese pensamiento buscó a Kang, el cual se encontraba entretenido hablando con el imbécil de Kim JongIn.

—Kang, solo necesito su nombre, creo saber quién es— Kang tenía a JongIn colgado de su brazo como un maldito niño berrinchudo.

—Ya te dije que no puedo revelar la identidad de los bailarines sin su consentimiento y él es muy reservado— El viejo intentó quitarse de encima al insistente moreno.

—Solo quiero comprobar, es todo— Kai formó un puchero que lo hizo ver como retrasado mental.

El show acabó y todos los clientes aplaudieron tirando dinero al escenario, el cual entre varias meseras recogieron para llevárselo al bailarín.

Chanyeol vio al bailarín abandonar el escenario y corrió detrás de él sin que se diera cuenta.

Sehun entró al área de cambio olvidando cerrar con seguro la puerta, se quitó el antifaz, se echó en una silla frente al espejo que daba vista a la puerta y cerró los ojos.

Chanyeol miró por donde entró el empleado y se dirigió allí.

—¡Tenía razón Xiao Dejun!— Gritó Sehun girándose hacia la puerta creyendo que se trataba de su amigo que la había abierto.

Ambos hombres se miraron.

Si antes Yeol traía una erección, justo en ese momento se le murió.

—Sehun...— Susurró Chanyeol sorprendido.

le bébé mafieux (Chanhun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora