Si hay una forma en la que puede describir el día posterior a su llegada a la cabaña se reduciría a la palabra: Dormir.
Cualquiera podría pensar que una buena comida y noche de sueño sería suficiente para recuperarse. Sin embargo estaban totalmente equivocados, ni él, ni Deku tuvieron ganas de levantarse a la mañana siguiente, mucho menos a la hora en la que estaban programadas las actividades.
Ignoró por completo los reclamos de Iida por dormirse en un lugar que no le correspondía y le lanzó un par de almohadas a Kirishima y Kaminari que no pararon de burlarse de él después de verlos acurrucados en la cama y abrazados. No le importaba, no tenía planeado pararse en varias horas más y eso era bastante considerando que Katsuki era bien conocido por ser el madrugador de la clase.
Ninguno de sus amigos pareció comprender aquello así que todos insistieron en invitarlos a hacer las actividades con el resto, por supuesto cuando escucharon algo sobre caminar un poco más para visitar no sé qué lugar se convirtió en un No absoluto por parte de ambos.
Katsuki siguió durmiendo sintiendo el calor de Deku a su lado. Al principio no lo pensó, simplemente disfrutó el estar a un lado de Deku como si aquello fuera lo normal, como si las cosas debieran de ser así. En algún punto Deku abrió los ojos, se miraron durante unos instantes, él sonrió, volvió a cerrar los ojos y se acurrucó a su lado.
Katsuki hizo lo mismo, la cabeza de Deku cayó a un costado suyo y él se encargó de pasar sus dedos suavemente por su cabello, cada acción y esa cercanía causaban en él un sentimiento de tranquilidad. Sin embargo aún había algo que lo molestaba: no habían hablado, a pesar de la reciente cercanía ninguno de los había mencionado palabra alguna al respecto y aquello era algo necesario, aún si las palabras no eran su punto fuerte o si estaba aterrado con la idea de aterrizar bien sus sentimientos (especialmente porque aún no estaba completamente seguro de lo que sentía) era algo de lo que tenían que hablar.
El hambre fue lo que los obligó a levantarse, Katsuki fue el primero, aproximadamente a las once de la mañana, escuchó su estómago rugir y supo que tenía que levantarse a hacer algo, miró a Deku a un lado de él y supuso que también debía de estar hambriento.
—Deku —susurró agitando al chico por el hombro —. Deku —insistió está vez jalando una de sus mejillas.
—Mmmmh —se quejó haciendo una mueca y girando su cuerpo para cubrirse con sus cobijas.
—Voy a ir a la cocina a preparar algo para comer, alcanzarme cuando estés listo.
Dejó a Deku dormir un rato más y salió de la habitación para buscar la cocina, se sintió feliz de finalmente poder cocinar algo decente, porque una cosa era hacer algo en una fogata improvisada sin nada más que lo que había en una hielera y otra era poder usar verdaderos instrumentos de cocina, condimentos y todo lo que quisiera a su disposición; cocinar era algo que disfrutaba siempre y cuando no lo limitaran y en ese ambiente podía sacar a relucir sus habilidades.
Se entretuvo cortando los vegetales y preparando un poco de arroz, un poco de pescado empanizado e incluso un par de malteadas de fruta, a cada instante pensando si le gustaría a Deku. Rió para sí mismo, nunca antes se imaginó buscando algún tipo de aprobación de aquel chico con pecas y cabeza de arbusto, pero ahora lo único que quería era impresionarlo, y no con sus habilidades de pelea o sus calificaciones como era común, simplemente impresionarlo.
¿Cuándo había ocurrido eso? La noche de las luciérnagas había sido el detonante, esto le quedaba más que claro, pero era algo gradual, algo que venía ocurriendo desde antes, no podía ubicar el momento con precisión pero estaba seguro de que fue en algún momento de su primer año, poco después de su pelea.
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Twin stars
FanfictionGracias a un par de coincidencias desafortunadas esas vacaciones a las que su grupo de amigos lo obligaron a asistir terminan en una catástrofe en donde ocurre todo lo opuesto a relajarse. Sin embargo no toda la experiencia fue tan mala, algo bueno...